Apple ha demandado a un antiguo empleado por filtrar información a la prensa y robar documentación sensible sobre su trabajo. Simon Lancaster, que estuvo trabajando 10 años en la compañía, intercambió la información para obtener cobertura positiva de una startup en la que era inversor. Su puesto de Responsable de Materiales en Apple le dio acceso a productos aún por desvelar que filtró a un periodista.
Más de 10 años en Apple como responsable de materiales y prototipos
A pesar de trabajar durante más de una década en Apple, Lancaster abusó su posición de confianza dentro de la compañía para diseminar sistemáticamente información confidencial y sensible en un esfuerzo por obtener beneficio personal. Utilizó su posición jerárquica para obtener acceso a reuniones internas y documentos fuera del alcance de su trabajo conteniendo secretos de Apple, y después los proporcionó a su corresponsal periodístico.
Este extracto proviene del documento de acusación emitido por Apple al juzgado y obtenido por AppleInsider. Tal y como se expresa aquí, el responsable de materiales utilizó su rango y acceso a información secreta para divulgarla a un periodista. Pero lo hizo con la expresa intención de obtener un beneficio a cambio, lo cual empeora su situación.
Captura del perfil profesional de Simon Lancaster en la actualidad.
En su página de LinkedIn tenemos una trayectoria bastante clara de su carrera profesional. En concreto, destaca su implicación en el diseño unibody del MacBook y el Mac Pro de 2013, también en los MacBook Pro de 2016. A partir de 2016, su papel pasa a una fase de investigación y prototipado de nuevos materiales para emplear "en futuras generaciones de productos".
Simon Lancaster también muestra en su perfil profesional su paso por varias startups como consejero, inversor o fundador. APHRODITE, dedicada al desarrollo de herramientas de programación, Smart Mimic dedicada a dispositivos de seguridad y Factor enfocada en la cadena de suministros. Se desconoce a cuál de estas startups hace referencia la acusación. Eso sí, el ex-empleado de Apple es ahora el responsable de productos en ARRIS, un proveedor de Apple.
Filtrando información de un misterioso "Proyecto X"
Según la narración de los hechos, el periodista (no se menciona su nombre en la acusación) contactó con Lancaster por primera vez el 29 de noviembre de 2018. Desde ese momento y durante todo 2019 hasta su marcha de la empresa, mantuvieron contacto telefónico, por email, mensajes y también en persona acerca de secretos de Apple. En primavera, Lancaster pidió a su contacto investigar un rumor que "podría poner en aprietos mi startup". Dos semanas más tarde, se publicó una historia positiva de su startup tras obtener 1 millón de dólares de financiación.
Meses después, en septiembre, ambos se reunieron para intercambiar documentación física confidencial. Al cabo de poco tiempo, avisó a su contacto de que abandonaría Apple en noviembre, pidiéndole escribir otro artículo sobre un "veterano de 12 años de Apple que abandona la compañía para trabajar en una startup fantástica". Se refería a ARRIS, para quien trabaja actualmente.
Lancaster llegó a colarse en reuniones que no le correspondían y obtenido documentación de proyectos a los que no pertenecía, cuando ya había anunciado su marcha de la empresa. También se descargó numerosos documentos en su último día de trabajo, algo altamente sospechoso. Desde AppleInsider indican que muchos documentos confidenciales hacían referencia a un Proyecto X. Y que este producto podrían ser las rumoreadas gafas de Apple o los AirPods Max.
Este punto es de lo más interesante, dado que los último auriculares de Apple cuentan con dos materiales novedosos: la espuma viscoelástica de las almohadillas y la tela de la diadema (idéntica a la del HomePod). Desde luego, se trata de dos materiales relativamente nuevos en los productos de la compañía, especialmente el relleno viscoelástico.
No es la primera vez que Apple se enfrenta al robo de material e información confidencial sobre sus productos. Hace dos años se enfrentó a un caso similar donde dos empleados de origen chino fueron acusados de robo de información sobre Project Titan. El propio FBI detuvo a ambos empleados antes de que abandonaran el país para trabajar en un competidor.
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