Airbnb es elegido por millones de usuarios al año para pasar sus vacaciones. Algunas ventajas frente a los hoteles son su buena experiencia de reserva a través de su app, mayor libertad de movimiento, apartamentos más amplios y únicos... Por otro lado, existe una polémica sobre la masificación turística de las ciudades y problemas de vivienda para los propios ciudadanos.
Hoy no vamos a tratar ese tema, sino el cierto abuso que pueden cometer tanto los huéspedes como los anfitriones de los pisos. En esta ocasión, nos vamos a la ciudad de Charlotte, en Estados Unidos, donde una anfitriona ha recibido una factura de la luz de 1.500 dólares tras alojar a unos inquilinos en su casa.
Una estación de recarga de coches eléctricos y 10 ordenadores minando criptomonedas
Al dar la bienvenida Ashley a los huéspedes en su casa de Airbnb, no se esperaba para nada el resultado que iba a tener al final. Tal y como cuenta en su cuenta de TikTok, al finalizar el mes le llegó una factura de la luz de 1.500 dólares. El vídeo supera las 700.000 visualizaciones y es que la historia no es para menos.
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Tras investigar y hablar con los inquilinos, se dio cuenta de que en su casa habían montado una estación de carga para vehículos eléctricos. Algo que realmente consume mucha energía, y sin una tarifa preparada para la carga de dichos coches, la factura de la luz puede ser realmente alta.
Además, en el interior de la casa adoptaron una sala con diez ordenadores dedicados exclusivamente a minar criptomonedas. Estos ordenadores requieren una alta refrigeración y potentes tarjetas gráficas que también realizan un consumo muy alto de luz.
Para ellos es más barato alquilar una casa que pagar la luz
Tras tener toda la información de los hechos, la anfitriona ha solicitado a Airbnb un reembolso de esta cantidad de dinero por un uso indebido de la casa. Además, a partir de ahora ha puesto una norma en su perfil advirtiendo de la prohibición de utilizar su propiedad como aparcamiento de vehículos eléctricos y de utilizar el espacio para minar criptomonedas.
Airbnb pasará a estudiar la situación y podrá penalizar a los inquilinos con diferentes sanciones como la suspensión de la cuenta. Airbnb cuenta con un seguro que cubre hasta 3 millones de dólares en el improbable caso de que un huésped provoque desperfectos en tu alojamiento o tus pertenencias durante una estancia en Airbnb. Sin embargo, el seguro no es tan específico en mal uso de los servicios como la luz o el agua. Se enfoca sobre todo en daños físicos como rotura de muebles o electrodomésticos.
Visitar el centro de ayuda de Airbnb es suficiente en la mayoría de conflictos
Cómo reclamar a Airbnb un problema tanto si eres huésped como anfitrión
No siempre los problemas los generan los huéspedes. En ocasiones, los anfitriones hacen muy mal uso de la palabra y dejan a los inquilinos sin poder entrar, cancelan las reservas horas antes para subir el precio o el apartamento no es como indicaban en las fotos. En ese caso, Airbnb también tiene un sistema para poder reclamar un problema. Incluso hay un número de teléfono para ponerte en contacto al momento si sientes que estás en peligro. La clave de todo está en la aplicación de Airbnb, tanto si eres huésped como anfitrión.
- Tendrás que ir al apartado de "Mis reservas"
- Desplázate hasta abajo y buscar "Contacta con el equipo de atención al cliente".
- Dependiendo de la gravedad del asunto, puede ser más que suficiente iniciar un chat.
Si, por ejemplo, tienes una reserva, el anfitrión no está disponible y temes no tener dónde dormir, si el apartamento no cumple las normas básicas de higiene o seguridad, puedes llamar al número de teléfono de Airbnb España:
- 911 234 567
Te recomendamos guardar este teléfono en tus contactos del iPhone para tenerlo siempre a mano cuando surja un problema. Dentro de la aplicación de Airbnb puede ser difícil llegar a él, ya que primero hay que pasar por diferentes filtros y formularios.
Puedes hacer lo mismo si tienes un problema con tus inquilinos y eres anfitrión. Algo que necesite una intervención inmediata y que no hayas podido solucionar con ellos antes hablando de manera amistosa. Por lo general, los problemas tanto con inquilinos como con huéspedes son aislados y ambos están interesados en que la estancia sea lo más satisfactoria posible.
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