Cientos de pasajeros se agolpaban en aquella terminal del aeropuerto de Barcelona, completamente abarrotada al ser uno de los días más transitados del año. Era la tarde del 30 de Agosto, yo tenía que volver a Alicante en un avión que despegaba en una hora y que por una vez, no me hubiera importado que se retrasara. Miré Twitter compulsivamente por si alguien sabía algo justo cuando dejaba atrás los arcos de seguridad y toda su parafernalia. La coreografía de cada semana al sacar el portátil y demás aparatos electrónicos esta vez había ido más rápida. Menos mal que ya me conocen.
“Aún nada” dice alguien en el Slack de Applesfera mientras entro en mi correo, aunque realmente no sirva de nada: tengo todas las notificaciones activadas y no hay novedades. Como puedo me siento en una de las mesas del aeropuerto mientras pido un café, que jamás me llegaré a tomar. Quería terminar de escribir algún correo, pero sólo quedaba media hora para embarcar en mi vuelo - en una divertida pirueta del universo, hoy sale puntual.
Mientras empiezo a recoger el portátil, me llega una notificación al correo del móvil. Y de repente, como si se activara algo, también a Twitter, Telegram, iMessage, WhatsApp, Instagram y varias llamadas que tengo que colgar. Sólo una imagen en todos estos mensajes, un anillo dorado y una fecha: 12 de Septiembre. El corazón se me acelera al darme cuenta de que la primera notificación había saltado al activarse las palabras clave que había programado: “Apple Special Event”.
Las invitaciones para la próxima keynote habían llegado, y yo había recibido una.
Empieza la cuenta atrás
Como pude, cogí el maletín con el portátil y salí disparado para mi puerta embarque. Conozco aquel aeropuerto como la palma de mi mano, pero la carrera hacia mi avión se me hizo más larga que nunca. Mentalmente, iba repasando cada momento todo lo que había que preparar a partir de ahora y que ya estábamos comentando internamente el equipo de Applesfera, de todo el trabajo que quedaba por hacer, y de lo emocionados que estábamos todos por la oportunidad de volver a compartirlo con vosotros.
Aquella invitación había cambiado mis planes para las próximas dos semanas: había mucho que hacer y todo el equipo de Applesfera nos pusimos manos a la obra
“Llegas tarde, ¿dónde estabas?” Me decía un compañero que me esperaba justo para embarcar. Cuando le conté que había tenido lío y que tenía que rehacer mis planes para las próximas dos semanas, me preguntó qué había cambiado. “Todo, ha cambiado todo...” Y no son palabras vacías: viajar al Apple Park para cubrir una keynote en el mismísimo corazón de Apple es una experiencia increíble pero también te llena de responsabilidad: todo el equipo tenemos que trabajar al máximo para que os vengáis con nosotros allí.
Mientras mi maldito vuelo puntual despegaba, hacía repaso mental de todo lo que tendría que hacer nada más aterrizar y conectarme: preparar planificación, revisar planes de viaje, listas de cosas imprescindibles, cosas que había que mejorar este año. Potenciar nuevas plataformas más cómodas para trasladaros a todos allí y exprimir cada segundo. Cerré los ojos para tratar descansar un poco, pero no dejaba de pensar, que en dos semanas iba a volver al círculo.
Los planes
Apple manda las invitaciones aproximadamente dos semanas antes del evento, como mucho. Eso significa que hay que aprovechar ese tiempo al máximo. Durante la primera semana, repasé todo el material que había grabado el año pasado: vídeos, fotos, artículos, lo que habíamos hecho todo el equipo y cómo os había llegado. Añadí a mi lista de cosas imprescindibles un buen micro de solapa y quizás utilizar un gimbal para grabar vídeos en mano con más estabilidad. Things es una de las aplicaciones imprescindibles para mí a la hora de hacer este tipo de listas, aunque tengo que reconocer que Notas me gusta cada vez más por su simplicidad.
El repaso de todo el material electrónico es esencial porque no quiero ir cargado con mucho peso en un viaje tan largo. Una maleta de cabina y un maletín para el portátil, que luego será la que utilizaré para llevármelo todo al evento. Vacié todo lo que llevaba en la cama y comencé a quitar cosas: cables que no voy a utilizar, adaptadores redundantes... todo lo superfluo fuera. El Fire TV Stick o el cable HDMI también lo dejo en casa: no creo que tenga tiempo de ver muchas películas. El año pasado, cuando volví al hotel estuve preparando cosas y participando en podcasts y entrevistas hasta casi las 5 de la mañana.
Ok, la Switch se viene conmigo. En un vuelo de 9 horas una partida entre cabezada y cabezada no viene mal. El iPad Pro y el MacBook Pro también vienen juntos. El primero para poder escribir artículos donde sea de forma cómoda y rápida y el Mac para procesar las fotos de la cámara, hacer el seguimiento en directo gracias a la mayor pantalla y mejor estabilidad en las rodillas. Los asientos del Steve Jobs Theater son cómodos, pero tienen bandejas para dejar el portátil o el iPad Pro como los aviones.
En la maleta, ropa para toda la semana. Parto hacia el evento el martes a primera hora y llegaré a San Francisco a las 14:30 (hora local de la costa oeste), pero hoy lunes estaré en Madrid grabando un Charlas de Applesfera especial con Eduardo Archanco, llegaré a España el viernes por la tarde. Camisas de manga larga, pantalones vaqueros cómodos y dos pares de zapatillas. Siempre llevo zapatillas de deporte pero evidentemente no tendré mucho tiempo para salir a correr por California, allí voy a otra cosa.
Sin embargo, sí que meto en la maleta mis dos cintas elásticas para hacer ejercicios de fuerza: apps como Sworkit son suficientes para entrenar media hora en cualquier hotel sin necesidad de gimnasios. Con Yazio controlaré lo que vaya comiendo (no olvidemos que aquello es Estados Unidos), aunque tengo que decir que en los eventos de Apple hay comida de todo tipo, sobre todo sana: el año pasado el desayuno que se ofreció a la prensa en el Apple Park contemplaba casi cualquier tipo de alimentación habida y por haber. El buffet que ofrecieron desde Coffee Macs después de la keynote en el Visitors Center también era equilibradísimo, tanto en comida como en bebida.
Listo para partir
Ultima carrera de despedida antes de salir de viaje. ¡Todo listo!
El fin de semana justo antes de partir todo se ve distinto. Se repasan mentalmente las listas de cosas que no se pueden olvidar y también se aprovechan los últimos momentos de la vida diaria: la compra semanal, comer con la familia. Pequeños actos habituales que justo antes de partir hacia un evento tan importante cobran relevancia. El sábado me gustó darme un paseo por mi ciudad, tranquilo y sin prisas, disfrutando del momento y de los que están por venir. El domingo por la noche, cuando ya lo tenía todo controlado, me calcé las zapatillas de correr y puse mi música favorita en el Apple Watch y los AirPods: era el momento de aparcar todo por un rato y simplemente desconectar para coger fuerzas. Una carrera tranquila al lado de la playa me recargó de las energías necesarias para la semana.
Hemos preparado una semana llena de sorpresas para que os vengáis a la keynote con nosotros: vivámosla juntos
Mientras cenaba, quería repasar la keynote del año pasado, así que me senté en mi salón y conecté el Apple TV: la app de eventos ya se había actualizado y mostraba la cita ineludible para este miércoles 12. Desde el Steve Jobs Theater, en el Apple Park. No pude evitar quedarme mirando aquella pantalla unos minutos y pensar que dentro de tres días estaré al otro lado.
Tenemos preparada una semana increíble, y nos encantaría que os vinierais con nosotros a esta aventura desde ya. No hay que esperar al miércoles. Este año seguid nuestra cuenta de Instagram para todos los detalles clave de la presentación (antes y después), y también mi cuenta personal donde iré publicando todo el backstage y las curiosidades del viaje y el evento.
Esto sólo acaba de empezar: Acabáis de recibir una invitación para que también podáis estar allí con nosotros. ¡Vamos!
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