¿Puede el silencio mejorar la calidad de los debates? De hecho, puede ayudarte a ganarlos. O eso es lo que piensan algunos de los hombres más ricos y audaces del mundo, como son Tim Cook, Jeff Bezos o Elon Musk.
De hecho, Steve Jobs era un maestro de esta herramienta de inteligencia emocional que permite mantener un equilibrio entre el pensamiento crítico y las emociones. Te contamos en qué consiste esta técnica y cómo la aplican los líderes de Apple, Amazon y Tesla.
Qué es la "regla del silencio incómodo"
La "regla del silencio incómodo" es en realidad un recurso para aplicar en las reglas de la comunicación. Esta técnica consiste en quedarse callado durante un largo periodo, entre 10 y 20 segundos, ante una pregunta. Si la pregunta es desagradable, o trata un tema delicado, ese silencio te ayudará a ponderar tus opciones y generar una expectativa. 15 segundos puede parecer una eternidad ante cualquier conversación normal y, de esta forma, si la otra parte ha planteado una pregunta embarazosa, el eco de la propia pregunta invitará a replantearla.
El objetivo siempre es el mismo: dar respuestas mejor pensadas y más claras, donde hay un equilibrio entre lo que se dice y lo que se piensa, tus propios principios y tus valores como persona. Ya se sabe lo que se dice: somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo que decimos. Y mejor callar y parecer "bobo" que hablar y confirmarlo: por la boca muere el pez.
Esta técnica se atribuye a Justin Bariso, creador de EQ Applied, autor también del libro 'Inteligencia emocional para la vida cotidiana'. Y es muy utilizada por figuras como Tim Cook o Jeff Bezos, según reconoce el propio Bariso en varias entrevistas, ya que son perfiles sometidos a una gran presión y sus roles de liderazgo y gestión empresarial les obligan a cuidar mucho cada declaración, con el fin de evitar malinterpretaciones.
Pero, ¿por qué es incómodo? Porque una pausa tan larga hace que el interlocutor siente que no se comunican efectivamente con él. Produce desconcierto y no es frecuente. En según qué contextos, puede ser muy desagradable. Pero, según Bariso, "esta regla siempre ha sido una herramienta valiosa de la inteligencia emocional, porque te permite equilibrar el pensamiento y la emoción, en vez de reaccionar basado solo en los sentimientos".
Steve Jobs era el maestro del silencio
Steve Jobs ha pronunciado muchas frases para el recuerdo, pero sin duda parte de su éxito se debía a sus silencios y a cómo medía las pausas en las conversaciones. Jobs tuvo una personalidad dura, negociaba de forma agresiva y no tenía pelos en la lengua cuando tocaba hablar de sus rivales tecnológicos. Famosa es la anécdota en 1997, cuando retornó a la empresa y en plena keynote alguien le espetó "no tiene ni idea de lo que estás hablando". Jobs se quedó sentado en silencio sin decir nada.
Estaba poniendo en práctica la regla del silencio incómodo. De hecho, Steve Jobs jugueteó un rato antes de contestar. Se sirvió agua, tragó y más de diez segundos después contestó: "ya sabes, puedes agradar a algunas personas en algunas ocasiones, pero…" y volvió a quedarse en silencio. Estaba midiendo la expectativa. Unos cuantos segundos después, retornó: "una de las cosas más difíciles de lograr cuando estás tratando de cambiar algo es que personas como este caballero tienen razón… en algunas cosas". Lo dejó expuesto, le brindó el beneficio de la duda, y continuó hasta meterse a todo el mundo en el bolsillo.
Jeff Bezos también la aplica en sus reuniones
Jeff Bezos presume de ser una persona bastante cerebral y metódica. Pese a llevarse mal con la física cuántica, siempre ha mostrado opiniones calmadas. Y es que esa es su clave, tomarse las cosas con calma. Y esto aplica para su día a día: dedica hasta 30 minutos para leer correos electrónicos impresos en silencio y exige que no se le interrumpa cuando es su turno de palabra.
En una entrevista para Fortune, Bezos recuerda que "para los nuevos empleados, esta es una extraña experiencia inicial", ya que no están acostumbrados a sentarse en silencio en una habitación y ser escrutados. Pero asegura que esta es una de las mejores formas de detectar las fortalezas (y entereza) de estos perfiles clave. Algo con lo que coincide Elon Musk, fundador de Tesla, alguien que suele tardar "una eternidad" —entre 5 y 15 segundos— antes de dar una respuesta a las preguntas de una entrevista.
Los años han demostrado que esta regla del silencio incómodo es una buena práctica de gestión emocional y que merece la pena dilatar un poco la conversación para vertebrar un discurso más inteligente, reposado y que progrese hacia alguna dirección clara.
Imágenes | Jeff Bezos, propiedad del Centro del sistema de misiles y espacio de la Base de la Fuerza Aérea de Los Ángeles.
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