Hubo un día en el que Steve Jobs y Mick Jagger coincidieron en la misma habitación. Aunque lo que salió de aquello no fue precisamente fructífero. Más bien acabó con un silencio incómodo y una sesión improvisada de informática a la mismísima hija del cantante. Llevo diecinueve años trabajando con equipos Apple y otros tantos siguiendo a los jefazos de Cupertino y nunca he escuchado una historia tal alucinante. Y eso sin olvidar anécdotas como los Porsche escondidos que le valieron un contrato millonario.
Para que tengamos un contexto, todo se remonta a enero de 1984. La presentación del primer Macintosh podía cambiarlo todo dentro de la empresa, así que en Apple organizan una pequeña gira de presentaciones con personalidades ilustres. Lo típico para posar frente a la prensa nacional. Y claro, una de ellas era Mick Jagger, genio y figura.
¿Un Macintosh para Mick Jagger?
Viajemos a esa primera semana de enero. Mientras Steve Jobs, Mike Murray y Bob Belleville lideran su propio evento desde Nueva York, el ingeniero Andy Hertzfeld trabaja a destajo con los preparativos del lanzamiento, desde las oficinas de Cupertino. Esa mañana había llegado a la oficina mucho más tarde de lo habitual: la noche anterior se había pegado la paliza, hasta las 3 de la madrugada, revisando aplicaciones y el sistema operativo en general.
Pero al ir a sentarse a su escritorio se topa con una nota. Una nota escrita a mano por la bibliotecaria de software, Patti King:. Y dice lo siguiente: "Andy, Steve J. llamó, podemos entregar una Mac a Mick Jagger mañana. Puedes volar para reunirte con ellos mañana al mediodía y traer un montón de software. Si puedes venir, haz los arreglos para el viaje a través de Lynn. Steve volverá a llamar en un par de horas. Él estará en el Hotel Carlyle mañana".
Según relata el propio Andy, aquello era una oportunidad que no podía dejar pasar. Aquel mensaje, redactado por secretaria de Steve Jobs, Lynn Takahashi, formaba parte de una campaña mayor. Dos días antes presentaron un Macintosh al mismísimo Andy Warhol y le encantó. De él fue la idea, de hecho: "debes enseñárselo a Mick". Y así hizo. Se levantó y comenzó a organizra los preparativos.
Si bien en 1984 los Rolling Stones vivían su propia crisis creativa, variando hacia una versión más ligera de su estilo habitual, menos rock y más folk, por aquel entonces ya no tenían nada que demostrar. Y Mick Jagger era una de las personalidades más notorias del planeta. El reloj corría en contra y la fecha límite para tenerlo todo listo de cara al lanzamiento estaba marcada para el lunes 16 de enero a las 6 de la mañana. Y volar un par de días para simplemente mostrar un Mac a Jagger implicaba perder dos días de trabajo.
Como fuera, el avión aterrizó, Andy entregó las herraminetas y Steve Jobs, Mike Murray y Bill Atkinson cargaron su Mac para llevarlo a la mismísima casa de Mick Jagger. Y mucho ojo al relato original:
"Llamaron a la puerta en la dirección que se les dio, pero no hubo respuesta durante varios minutos. Finalmente, la puerta fue abierta por dos tipos enormes que obviamente eran guardaespaldas y que no parecían tan impresionados de estar hablando con el cofundador de Apple Computer y su séquito".
Tras la espera, por fin pudieron entrar, subieron varios tramos de escaleras hasta acceder a una elegante habitación y los tuvieron esperando en silencio mientras el bueno de Bill Atkinson lanzaba MacPaint y trasteaba con distintos programas.
"Creo que estaba drogado. O eso o tiene daño cerebral"
Y entonces comenzó la debacle: Mick Jagger entró de golpe con sus habituales jeans azules y saludó con cortesía, pero no parecía articular oración alguna con destreza. Y tampoco parece que fuera cosa de una apatía hacia la tecnología, más bien abuso de sustancias:
"Su discurso era arrastrado y muy lento". "De hecho, creo que estaba drogado. O eso o tiene daño cerebral". — Steve Jobs
Un poco faltón, cabe decir. Y más sabiendo que Steve nunca fue precisamente una persona ajena a los estupefacientes. Al cabo de unos minutos, los responsables de Apple eran conscientes de lo poco que le importaba a Mick todo lo que tuviera que ver con Apple y ese potente ordenador que cambiaría las tornas de la tecnología a nivel usuario. Se hizo un silencio incómodo que duró una eternidad y que solo fue interrumpido por Jade, la hija de Jagger, que había seguido a su padre hasta la habitación. La curiosidad salvó la escena, de hecho.
A la hija de Jagger le encandiló Apple
Si la actitud del padre era de absoluto desinterés, la niña quedó prendada: "sus ojos se iluminaron cuando vio el MacPaint". Bill aprovechó la coyuntura y le explicó cómo usar la aplicación y, al cabo de unos minutos, la joven ya entendía complemente el funcionamiento de aquel versátil editor gráfico. Jagger se fue a otra habitación y finalmente todo el equipo de Apple se quedó con Jade durante otra media hora, respondiendo a distintas preguntas.
Nacida en octubre de 1971, Jade tenía por aquel entonces 12 años. Fascinada por las posibilidades de MacPaint, el equipo de Apple se limitó a "venderle" este equipo a la que en un futuro acabaría siendo una prestigiosa modelo y diseñadora de moda. Poco después se fueron y nada más se supo. No hubo feedback, ni positivo ni negativo. Un encontronazo algo extraño donde no faltaron pullas.
De hecho, esta no fue la única vez en la que ambas personalidades coincidieron. En 2008, Steve Jobs volvió a coincidir con Mick Jagger en una mesa redonda sobre comercio online en Bruselas, tal y como recoge la Comisión Europea. Pero nos extraña que Jobs le recordara a Jagger aquella vieja tarde, y menos sabiendo cómo acabó la reunión original.
Portada | Steve Jobs (Reddit) / Imagen de Mick Jagger: original de Jerzy Bednarski (Wikipedia)
Una versión más antigua de este artículo fue originalmente publicada el 08/04/2023.
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