Tim Berners-Lee inventó la red mundial del internet moderno en 1990 gracias, en buena parte, a una máquina ideada por Steve Jobs. Con ayuda del belga Robert Cailliau, trabajando desde el avanzadísimo instituto CERN, en Ginebra, entre marzo y diciembre de dieron forma al mismo sistema de gestión de información basado en el HTTP que hoy en día usa Google.
"Lo que ves es lo que obtienes", recuerda Tim en sus propios diarios. Pero, ¿cómo empezó todo?
Un defensor de la tecnología sexy
"Era un gran entorno informático en general. De hecho, podría hacer en un par de meses lo que tomaría más como un año en otras plataformas, porque en el NeXT muchas de esas cosas necesarias para mí ya estaban hechas. Había un creador de aplicaciones para configurar todos los menús tan rápido como podrías soñarlos".
Así describe Tim Berners-Lee su interación y relación con un NeXTcube de 7.995 dólares, el equivalente a (aproximadamente) unos 20.000 euros actuales, un equipo equipado una salvaje CPU Morotola 68040 a 25MHz de velocidad y 8MB de RAM. Toda una revolución para aquellos días. Una máquina con la que pudo pensar y diseñar su World Wide Web, el papá de nuestro internet actual.
Tal y como también recuerda en uno de sus diarios, todo esto fue posible gracias a una máquina revolucionaria, innovadora, un sistema que sería la base de macOS y que simplificaría la implementación de nuevas herramientas tecnológicas:
NeXT fue brillante. NeXT tenía muchas —posiblemente demasiadas— cosas introducidas a la vez: almacenamiento óptico extraíble, Objective C, DSP para sonido y películas, kernel Mach, UNIX para PC, Postscript de pantalla, InterfaceBuilder, etc. Sí, nunca bajaron el precio y los discos ópticos demostraron ser poco confiables. Pero Steve y NeXTStep terminaron salvando a Apple [...].
El abuelo del internet moderno... y el padre de macOS
Su carta está llena de halagos y referencias a la mentalidad "sexy" de enfocar e implementar el desarrollo tecnológico. Pero, ante todo, de cómo NeXT hacía fácil lo que para todos era complejo: configuración automática, simplificación de procesos.
Programar el cliente WorldWideWeb fue notablemente fácil en el NeXT. Ya existía un módulo de software, el Text Object, que era un editor multifuente editable. Solo tuve que subclasificarlo para hacer un objeto de hipertexto y agregar el código de Internet. Diseñar los menús de la aplicación era trivial: basta con arrastrar y soltar con InterfaceBuilder. El marco de código de la aplicación se generó automáticamente. Eso es una plataforma: algo que te permite construir cosas que sin ella hubieran sido posibles pero a costa de mucho trabajo.
Como recuerda el propio Berners-Lee, al principio hubo de convencer a la dirección de hacer aquel elevado gasto. Pero Mike Sendall aprobó la compra del NeXT, lo que le permitió a Tim trabajar mucho más rápido y escribir el sistema de hipertexto global en cinco veces menos del tiempo estimado.
Tal vez Steve Jobs no tenga nada que ver con los bitcoins, pero un pedacito de su genio está presente cada vez que abrimos Safari —o cualquier otro navegador— y usamos internet.
Una versión más antigua de este artículo fue originalmente publicada el 22/04/2023.
Portada | 1: captura propia del Tim Berners-Lee durante el proceso. 2: Wikipedia (1); fotografía de un ejemplar del Musée Bolo, EPFL, Lausanne.
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