Imagina por un momento que una habilidad que hemos tenido como especie durante 5.500 años se desvanezca en una sola generación. No hace falta imaginar mucho, porque está pasando. La Generación Z, esos jóvenes nacidos entre mediados de los 90 y principios de los 2010, está perdiendo la capacidad de escribir a mano.
Un titular que puede sorprender, pero que particularmente me ha hecho preguntarme: ¿cuándo fue la última vez que escribí algo a mano? Sinceramente, ni me acuerdo. Pero no todo está perdido. Así como el iPhone podría ser el villano de esta historia, el iPad junto al Apple Pencil podrían ser los inesperados héroes. ¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Qué implicaciones tiene?
El declive de la escritura a mano en números que asustan
Un estudio reciente de la Universidad de Stavanger en Noruega ha puesto el foco en los datos. El 40% de los estudiantes ha perdido la capacidad de escribir textos a mano de forma comprensible. No es broma, cuatro de cada diez. Y el problema no se queda en Noruega. En Turquía, la profesora Nedret Kiliceri se lamenta de que hasta los universitarios carecen de conocimientos básicos de escritura.
La escritura de los estudiantes está inclinada hacia abajo o hacia arriba, y su letra a menudo es ilegible. En el pasado, los estudiantes estaban más acostumbrados a escribir con papel y lápiz, pero hoy en día tienen que lidiar con pantallas y teclados desde el principio. Su letra sufre, especialmente en la escuela secundaria y en la universidad.
Tanto es así que la última versión de iPadOS 18 tiene una función que ayuda a corregir automáticamente la caligrafía. Toma nuestro modelo de escritura y, si nos torcemos, no ponemos tildes o juntamos demasiado las letras, nos lo cambiará gracias a la inteligencia artificial. Y el hecho de que esta funcionalidad haya salido significa que no es solo una apreciación de una universidad o profesora. Es algo que millones de personas usan ya cada día en sus iPad, cubriendo una necesidad que había.
Pero, ¿por qué está pasando esto? La respuesta es bien simple. Los más jóvenes han nacido ya en un mundo digital. Desde que tienen uso de razón, han estado rodeados de pantallas y teclados. Por ejemplo, nunca han hecho una lista de la compra en papel. Directamente crean una nota compartida en el iPhone y van completando los puntos.
Más allá de la caligrafía, hay un problema de expresión
Y ojo, que el problema va más allá de una letra bonita. La profesora Kiliceri señala que los estudiantes evitan las frases largas y ya no escriben párrafos con sentido. Prefieren frases cortas y aisladas, como si estuvieran escribiendo tweets.
Hoy en día, los estudiantes prefieren transmitir información básica con pocas palabras. Intentan resumir ideas en menos de 10 palabras.
Esta tendencia a la brevedad extrema está afectando la capacidad de los jóvenes para desarrollar argumentos complejos y expresar ideas elaboradas. ¿Te suena la muletilla "en plan"? Ahí tienes un ejemplo. Una estudiante lo explica con total sinceridad: "Desde primaria solo hemos escrito exámenes, nunca redacciones, a menos que fuera absolutamente necesario". Y claro, las habilidades que no se usan se atrofian. Es como si dejáramos de caminar porque siempre vamos en coche.
El iPhone: ¿el villano de esta historia?
Ahora bien, sería fácil culpar al iPhone (o a los smartphones en general) de todo esto. Y sí, probablemente tenga mucho que ver. Steve Jobs lo presentó al mundo en 2007 como una revolución en la comunicación. Y desde luego que lo ha sido. Nos han acostumbrado a la inmediatez con una comunicación rápida y elementos tan cómodos como el autocorrector. Cuando incluso escribiendo mal, sabes que terminarás redactando bien.
Jobs decía que el iPhone era "un iPod, un teléfono y un comunicador de internet", pero quizás no previó que también se convertiría en un sustituto de la escritura tradicional. La facilidad de teclear rápidamente en una pantalla táctil ha hecho que muchos jóvenes nunca desarrollen la habilidad de escribir a mano de manera fluida. Además, las aplicaciones como WhatsApp y las redes sociales fomentan la comunicación en pequeñas dosis. Todo con mensajes cortos y emojis que sustituyen a la expresión escrita.
El iPad y el Apple Pencil: ¿los héroes inesperados?
Pero no todo está perdido. Aquí es donde entra en juego el iPad, especialmente cuando va acompañado del Apple Pencil. Podría parecer contradictorio, pero esta combinación de tablet y lápiz digital podría ser parte de la solución. ¿Por qué? Pues porque combina lo mejor de ambos mundos: la tecnología digital y la posibilidad de escribir a mano.
El Apple Pencil llegó en 2015 y su precisión y sensibilidad a la presión permiten una experiencia de escritura muy cercana a la tradicional. Cierto es que hay herramientas como la que hemos visto antes que corrigen la escritura, pero es todo un avance el poder escribir a mano en un iPad. Ya que las ideas se afianzan mucho más y nos enseña a tener un poco más de paciencia. Porque sí, escribir a mano es más lento que a teclado. Pero fomenta y activa áreas del cerebro también muy importantes. No todo es velocidad.
La verdad es que esto da para pensar. ¿Estamos ante el fin de la escritura a mano o es solo una fase de transición? ¿Deberíamos preocuparnos o adaptarnos? Lo que está claro es que como sociedad tenemos un reto por delante. No se trata de elegir entre lo digital y lo tradicional, sino de encontrar un equilibrio que permita a los estudiantes desarrollar ambas capacidades.
Algunos expertos sugieren que se debería dedicar tiempo específico en las escuelas para practicar la escritura a mano. Otros proponen un enfoque híbrido, donde los estudiantes alternen entre la escritura digital y la manual. Algunas asignaturas digitales, otras completamente manuales. El debate está sobre la mesa y, cómo no, la Generación Z es parte de él.
En Applesfera | Cómo conectar un iPad a un televisor: todas las formas posibles con cable y sin cable
En Applesfera | Cada iPhone es único: cómo cambiar el color de los iconos con iOS 18 y trucos para conseguir un diseño impactante
Ver 4 comentarios