Damián Catalin es descrito como un "obseso del séptimo arte" y que, dadas sus circunstancias personales, se ve obligado a tener que visionar películas en una Apple Store. Más en concreto en la que se encuentra en la Puerta del Sol, en pleno kilómetro cero de Madrid y donde ya es conocido por todo el personal de Apple, que lejos de discriminarle, le tiene mucho que agradecer.
La historia de este hombre de 40 años, abandonado por su madre con apenas 5 años, la relataba recientemente El País. Vive en la calle y en la Apple Store de Sol ha encontrado su refugio para acceder a su hobbie favorito y, de paso, convertirse en un rostro conocido por los trabajadores e incluso "ayudante" en la vigilancia antirrobos.
Ha visto más de 100 películas en la Apple Store
El MacBook Pro M4 de 16 pulgadas es el favorito de Damián para ver, "si es posible", más de una película al día. "Le conmueve". En el reportaje publicado por El País se cuenta que Damián es uno de los sintecho que duerme y vive en el centro de Madrid, teniendo en la Apple Store un lugar al que acudir prácticamente cualquier día del año.
Al igual que otras Stores del mundo, la de Sol abre prácticamente todos los días del año, incluyendo muchos festivos. Abren a las 10.00h u 11.00h y cierran a las 20.00h o 21.30h, por lo que es un lugar en el que cualquiera puede pasar gran parte del día y sin que nadie le diga nada.
El concepto de las Apple Store es que sean un lugar de reunión más que una simple tienda en la que comprar un producto. De hecho, en casos como el de Damián, ni siquiera podría comprar un solo producto si tenemos en cuenta que incluso los accesorios más baratos ya cuestan al menos 20 euros. Por supuesto, nada de su Mac favorito, cuyo precio de partida se sitúa en casi 3.000 euros.
Sin embargo, a Damián parece bastarle con poder pasarse horas en la Apple Store viendo películas. Confiesa haber visto ya más de 100 películas y los compañeros de El País dan fe de su hobbie en virtud de las recomendaciones que le salen en YouTube, donde también se da muestras de su interés por conocer lo mejor y más actual del cine.
"Internet es el lugar donde me gusta estar si no tengo otro sitio a donde ir", cuenta Damián al citado medio. Y elige la Apple Store de Sol porque, más allá de la cercanía, es un lugar del que nunca echarán a nadie si se comporta bien y si no es porque toca cerrar. De hecho, se desliza que este hombre de 40 años es ya todo un conocido por los trabajadores al haber pasado tantas horas disfrutando de los Mac y iPad de exposición.
Es el mejor vigilante no contratado de la Apple Store
Quien haya acudido a una tienda de Apple sabrá que, dependiendo de sus dimensiones y ubicación, habrá al menos uno o dos guardias de seguridad privados contratados por la compañía de la manzana para evitar, entre otras cosas, los robos. No es para menos sabiendo que allí se exponen productos cuyo valor individual puede exceder los 15.000 euros.
Y no es por hacer de menos el trabajo de estos vigilantes que a buen seguro (y nos consta) hacen una muy buena labor. Sin embargo, un par de ojos extra en lugares concretos nunca está de más y Damián es un excelente aliado para evitar robos. Al camuflarse como uno más entre la multitud que visita la tienda cada día, está más cerca de los delincuentes y puede poner la voz de alarma.
De hecho, contaba Damián al citado medio que muy recientemente había ayudado a la detención de un turista que pretendía robar unos AirPods. Al parecer, este se había guardado los auriculares en el bolsillo y Damián, siempre atento, avisó rápidamente a los guardias de seguridad de la Apple Store.
"Un bonito parche y un síntoma al mismo tiempo"
La historia de Damián es en realidad muy dura. Contaba a El País que su madre le abandonó con 5 años en un orfanato de su Rumanía natal. Un lugar al que compara con una cárcel al describirlo como "un lugar frío" y en el que le costaba hacer amigos. Y aunque la suerte pareció sonreírle cuando con 13 años llegó a España adoptado por una familia bien del centro de Madrid, poco tardaría en caer de nuevo en desgracia.
Damián contó que tenía dificultades para aprender el castellano, lo que provocaba inevitables problemas de comunicación con su nueva familia. Esto propició que con 15 años se escapase de casa y lo que podría haberse quedado como un acto de rebeldía propio de un adolescente, acabó en drama. Y es que su familia adoptiva jamás le buscó, por lo que empezó a vivir en la calle. "Sobreviviendo", contaba.
Entre medias, adicciones a alcohol y drogas de las que afortunadamente pudo escapar. Y ahora, con 40 años, duerme en un colchón en plena Puerta del Sol, en un lugar estratégico y que puede vigilar siempre desde su querida Apple Store.
Rafael Maellas, trabajador de la Asociación Realidades de Madrid consultado por El País, fue conocedor del idilio de Damián con Apple. Valoró positivamente que existan lugares como las Apple Store que sirvan para acoger a todo tipo de personas, incluso aquellas que se sabe que nunca podrán comprar nada. Sin embargo, lo describe como un "bonito parche y síntoma al mismo tiempo" al afirmar que no deja de ser una forma de romantizar y estereotipar una realidad muy cruda.
Según datos proporcionados por el propio Maellas, solamente en la Comunidad de Madrid hay más de 4.000 personas viviendo en la calle. Y pese a la necesidad de ayudarles de otras muchas formas, ve en la cultura una forma importante de reintegrar a estas personas en la sociedad. Dado que muchos de los sintecho están indocumentados, se les niega el acceso a lugares en los que acceder a esa cultura, razón por la cual Maellas se pregunta por qué hay que negar un libro o una tablet solamente por no tener papeles.
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