Corea del Norte es un país peculiar. Es una monarquía absoluta en la que la dinastía Kim lleva en el poder desde 1948. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, en 1945, la península de Corea se dividió en dos, una zona norte controlada por la URSS y la zona Sur controlada por los EE.UU. Tras unos años de gobierno militar por parte de los soviéticos, eligieron a Kim Il-sung, abuelo de Kim Jong-un, para liderar Corea del Norte por su marcado rechazo a Japón.
Estamos hablando de un país absolutamente hermético. Nada entra, y nada sale. Los ciudadanos, salvo en casos muy concretos, tienen prohibido cruzar la frontera bajo pena de muerte, y aunque hay algo de turismo, está todo controlado y revisado al milímetro. Esto no es algo que estemos acostumbrados a ver, por lo que genera bastante interés, y un youtuber ha querido comprobar si es posible enviar un paquete a Corea del Norte. Quería ver si llegaba, y qué ruta seguía, por lo que se ayudó de un AirTag, el dispositivo de localización de Apple.
Deberíamos meter un AirTag en cada paquete que enviamos
El conocido youtuber MegaLag, en un vídeo que acumula más de dos millones de visitas, cuenta que se había percatado de que la web de DHL permitía hacer envíos a Corea del Norte, y quería comprobarlo. Para ello, decidió contratar el servicio para hacer llegar un paquete con un AirTag a la embajada de Alemania en Pyongyang. Curioso que haya una embajada, ya que no se conoce de un solo Alemán no perteneciente a la misión diplomática que viva allí.
En cualquier caso, su envío salió de Düsseldorf hacia Frankfurt, y allí se quedó un mes entero. Cuando habló con DHL le dijeron que lo investigarían, pero que iban a tardar dos meses, por lo que decidió hacer otro envío, esta vez a una Comisión del Gobierno de Corea del Norte que trata temas cinematográficos.
Pasada la investigación de DHL, el youtuber recibió noticias de que no habían encontrado su paquete, y de que le devolverían el dinero. Sin embargo, y gracias al AirTag que había dentro, consiguió comunicar a la empresa la ubicación exacta en la que se encontraba, y al día siguiente lo encontraron. Punto para Apple. Poco tiempo después lo enviaron a Beijing.
El segundo paquete que había enviado el youtuber acabó en un almacén en Seúl. Lo habían enviado a la Corea equivocada. Sin embargo, en cuanto se dieron cuenta, también lo enviaron a Beijing. Todo parecía ir bien, pero los días pasaban y los AirTag decían que seguían en el mismo sitio. Finalmente, DHL acabó indicando en el seguimiento del envío que no era posible hacerlos llegar a Pyongyang. Parece ser que el país no aceptaba envíos de ningún tipo debido a la pandemia.
El youtuber no se dió por vencido, y envió un tercer AirTag a la embajada alemana en Pyongyang. DHL volvió a equivocarse de Corea y lo mandó a la del sur. Una vez llegó allí, volvió de vuelta a Alemania, que es desde donde se había enviado. Lo último que sabemos es que sigue en un almacén en el mismo sitio.
La verdad es que es un vídeo muy interesante. La utilización de los AirTag es brillante, y aunque el youtuber no ha conseguido que ninguno de los tres llegue a Corea del Norte, es curioso ver cómo funcionan las rutas logísticas, cómo un AirTag puede localizar un paquete que se había “perdido definitivamente”, y cómo de útiles pueden ser en algunos casos.
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