Uno de los ordenadores de Apple más icónicos por su diseño es el iMac G4. Lanzado en 2002 hasta el año 2004, se ganó el sobrenombre de "iMac lamparita" por su similitud con una. El panel LCD estaba montado en un brazo ajustable sobre una base semiesférica que contenía toda la parte mecánica, como la unidad de disco óptico y un procesador de cuarta generación PowerPC G4 74xx, además del disco duro y la placa base.
Y es que su diseño es tan llamativo que está expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Usar a día de hoy un iMac G4 como equipo de trabajo o entretenimiento es complicado por la antigüedad de sus componentes y el software desfasado. A no ser que lo queramos como pieza de decoración, poco uso se le puede dar. Sin embargo, el poseedor de uno de estos ordenadores lo ha transformado y convertido en lámpara.
No apto para nostálgicos
Un lector de MacRumors compartió en los foros del sitio web el resultado de la transformación de un iMac G4 a lámpara de mesa con varias fotografías desde distintos ángulos para que pudiera apreciarse bien su trabajo. Para todos los interesados que cuenten con un iMac G4 en su poder, describió el proceso a seguir.
Según cuenta _Hughmac_, durante la transformación destrozó el equipo, y es que rompió el módulo de RAM y dañó la placa base. Destripó el resto de los componentes y desmontó el monitor, cortando la pieza trasera de este en forma de flor. Uso una de las bombillas que tenía por casa para comprobar cómo iba quedando.
Después se puso con el cableado. Tuvo que pasarlo por la parte posterior del cuello porque no encontró la manera de separarlo sin que saliera el resorte. Al dañar la placa base no pudo usar el interruptor original, por lo que utilizó uno viejo de una aspiradora. Asegura que el cuello todavía funciona y puede dirigirse la luz al punto que se quiera.
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