El iPhone es un dispositivo de gama alta, de eso no hay duda. Y como tal, está pensado para que se pueda utilizar varios años seguidos sin que sufra ningún tipo de desgaste más allá de lo normal. Es caro, es evidente, pero si se aguanta cuatro o cinco años en buena forma, se amortigua bien.
Sin embargo, una tendencia que estamos viendo en estos últimos años es que cada vez los jóvenes actualizan más sus dispositivos. Les duran menos tiempo, los cambian antes y tienden más hacia los modelos Pro, que son más caros. Unos investigadores han realizado un estudio, y sus conclusiones son curiosas.
Los datos no mienten
Uno de los grandes problemas que estaba teniendo Apple en estos últimos años era que cada vez menos personas actualizaban cada uno o dos años. Es lógico, la curva de innovación ya no es la de hace unos años, y la situación económica global tampoco ayuda.
Según un rumor de hace un tiempo, a Apple se le había ocurrido un servicio de suscripción al iPhone. La idea era conseguir que más gente cambiase de teléfono en un menor periodo de tiempo con condiciones favorables, y aunque sí que es cierto que se habló de retrasos, de momento no hemos visto nada parecido. Quizás cuando salga el iPhone 16...
El estudio refleja que casi la mitad de los usuarios de entre 18 y 24 años tienden a utilizar su smartphone menos de dos años, y que esa tasa es tres veces superior a la de los consumidores de 65 años o más. Como dato curioso, un 13% de los jóvenes cambian su dispositivo móvil cada menos de un año. Quizás eso sea un poco exagerado, pero bueno…
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