Se acerca un nuevo hito en la guerra entre navegadores. Chrome para Mac OS X, a pesar de carecer todavía de algunas funcionalidades que llevan mucho tiempo en Windows, está a la vuelta de la esquina y con la promesa de un desarrollo rápido que lo equiparará con la versión de Windows en la versión 5 o 6.
Muchos de los usuarios de Mac OS X, al comprobar que Chrome cuenta con el mismo motor de renderizado que Safari, no ven justificable un cambio. Sin embargo, hay un factor que quizás Apple ha ignorado (desconozco si intencionadamente), y que podría suponer un problema para la compañía de Cupertino. Veámoslo tras el salto.
Repasemos: Los principales competidores de Safari son Firefox y Chrome. Dejando a un lado la supremacía de Internet Explorer y todos los inconvenientes que eso supone, Firefox es el navegador que más usuarios ha acaparado. Safari tiene a sus incondicionales, sí, pero por lo visto la versión del navegador de Apple para Windows no ha terminado de calar del todo y no ha conseguido la porción de mercado que desearía. Eso sí: Es un navegador rápido que cumple con sus funciones.
Firefox cuenta con el motor de renderizado Gecko y tiene la ventaja de ser ampliamente personalizable. Se puede complementar con la instalación de miles de extensiones, pero a su vez esto hace que sea un navegador lento y pesado. Pero dichas extensiones le dan una ventaja enorme, que le ha permitido afianzarse de muchos usuarios.
Google ha sabido ver esta ventaja, y a partir de la cuarta versión del navegador Chrome (la versión con la que se tiene que estrenar en Mac OS X y Linux) éste incorporará el soporte para sus propias extensiones, que ya se pueden escribir en javascript y no requieren de un reinicio del navegador cada vez que tengan que instalarse o desinstalarse.
¿Y Safari? Safari falla en ese aspecto. Sí, es perfectamente extensible como los demás navegadores (demostrado por Pimp My Safari, por ejemplo), pero obliga al usuario a navegar por carpetas y archivos de configuración las cuales ni siquiera tendría que saber que existen, ofreciendo para la mayoría de los complementos un modo nada atractivo de instalar y que, hecho erróneamente, podría perjudicar al navegador sin opción de poder corregirlo a menos que volvamos atrás en el tiempo con Time Machine.
Viendo el ritmo al que han surgido muchísimas extensiones de Chrome (ya rebasa el número de complementos para Safari) se adivina una enorme implicación por la comunidad para hacer de Chrome un serio competidor de Safari en Mac OS X, y si Apple sigue cerrando tanto sus opciones para poder complementarlo con algunas extensiones, me temo que se quedarán anclados y perderán terreno frente a Chrome y Firefox. En el gráfico con la evolución del uso de los navegadores de Europa Central que podéis ver sobre estas líneas, de hecho, ya se puede empezar a ver como mientras Chrome y Opera suben a un buen ritmo, Safari se empieza a quedar atrás.
Más información | Firefox se convierte en el primer navegador de Europa Central Más información | Chrome para Mac OS X llegará con menos funcionalidades que la versión de Windows En Applesfera | Chrome le pisa los talones a Safari En Genbeta | Beta de Chrome para Mac OS X en diciembre
Ver 28 comentarios