Los nuevos MacBook de Apple presentan un problema que al parecer arrastran de su predecesor: Si el ordenador portátil arranca sin la batería puesta y enchufado a la corriente, el rendimiento se ve reducido.
Ante esto, Apple ha argumentado que dicha disminución es una medida de precaución, ya que si en algún caso el ordenador pide más energía que la que le puede proporcionar el enchufe el MacBook se apagaría. Según los benchmarks, dicha disminución del rendimiento deja al procesador de los MacBook a un 63% de su potencia.
Personalmente, al tener un MacBook de primera generación con la batería rota, puedo decir que efectivamente he notado una bajada de rendimiento. La solución, obviamente, es colocar la batería aún cuando no queramos usarla o en el caso de tenerla rota, comprar una nueva.
Vía | Electronista