La semana pasada saltaban todas las alarmas en el Apple Park cuando el ITC vetaba la venta de Apple Watch en Estados Unidos a causa de lo que se considera una infracción de patentes con el sensor de oxígeno en sangre, siendo la empresa también californiana Masimo la perjudicada. Desde esta semana, los flamantes Apple Watch Series 9 y Apple Watch Ultra 2 se quedan fuera de las vitrinas de las Apple Store físicas y también de la tienda online. El Apple Watch SE 2 se salva por ausencia de dicho sensor.
Apple tenía dos vías fundamentales para eludir la prohibición: una de ellas pasaba por el mismísimo presidente del país, Joe Biden, quien tiene potestad para ejercer su poder de veto y evitar la prohibición. La otra era lanzar una actualización de software. Pues bien, nada de eso ha llegado a día de hoy, aunque en Apple se sienten medianamente optimistas en base a las declaraciones emitidas a medios como Reuters.
Joe Biden rechazó la posibilidad de revocar la prohibición
No es que estemos en fechas muy dadas a tomar grandes decisiones y es evidente que hay otros asuntos importantísimos que tratar si eres presidente del gobierno en Estados Unidos. Sin embargo, una prohibición de ventas de productos para una de las compañías más grandes del país no es precisamente un asunto baladí. Así las cosas, el gabinete de Biden ha estado valorando la posibilidad de ejercer su poder de veto.
Sin embargo, la deliberación ha arrojado un resultado negativo para Apple, pues han decidido no intervenir. Katherine Tai es la representante de Comercio de Estados Unidos nombrada por el mismísimo Biden hace casi tres años y quien confirmó la decisión de no revertir la prohibición del ITC después de estudiar todo el caso al detalle.
Apple se muestra en desacuerdo, pero ya trabaja en solventar el problema
Como era de esperar, en Cupertino no están precisamente alegres y satisfechos con la resolución tomada por el ITC. Así se han mostrado en declaraciones emitidas a medios como Reuters o 9to5Mac. La firma dirigida por Tim Cook deja entrever su pensamiento de que la prohibición de ventas es desmedida.
Apple Park, la sede de Apple en Cupertino (Imagen: Travis Wise en Flickr)
De igual forma, han confirmado que el servicio de reparaciones no sufrirá cambios para aquellos clientes estadounidenses que se hicieron con un Series 9 o Ultra 2 antes del 25 de diciembre. Y esto es importante, pues se había especulado mucho con la posibilidad de que Apple no tuviese el permiso de la ITC para reparar o sustituir estos dispositivos.
Apple también vuelve a confirmar algo que ya se había comentado anteriormente y es que están trabajando en "tomar medidas adecuadas" que solventen la infracción de patentes. En declaraciones oficiales no han especificado demasiado al respecto, pero Bloomberg pudo saber hace unos días que los ingenieros de software trataban de modificar algoritmos que lo solventasen y que pudiesen estar disponibles en una próxima actualización de watchOS.
En Masimo siguen dispuestos a negociar con Apple
Masimo es la compañía demandante y que se dice poseedora de las patentes que Apple está infringiendo. Por tanto, tienen buena parte de poder también en encontrar una solución que satisfaga a ambas. Es por ello por lo que fuentes internas de la compañía han dejado caer en estos meses que están dispuestos a negociar con Apple una serie de regalías, pero no consta que exista una conversación activa entre ambas compañías.
De hecho, la inconformidad de Apple con la resolución del ITC deja claro que, desde su punto de vista, no se ha cometido infracción alguna. O no al menos como para que se emita una prohibición o tenga que llegar a algún tipo de acuerdo millonario con Masimo. Por tanto, esta vía no parece ahora mismo la más probable, aunque no es ni mucho menos descartable.
¿Un drama económico para Apple?
Lo único que está claro en este momento es que la prohibición de ventas se mantiene activa y no parece que vaya a revocarse a corto plazo. Evidentemente las consecuencias a nivel de ingresos no serán pequeñas, muy a pesar de que algunos analistas ya predijesen una baja demanda en comparación a generaciones anteriores.
Se estima que la venta de Apple Watch generó unos 17.000 millones de dólares en todo 2023. Una cifra que pese a ser inferior a lo presumiblemente esperado, no es en absoluto baladí. Menos aún si tenemos en cuenta que los principales ingresos de la compañía vienen de parte de Estados Unidos.
Si bien esto ha ocurrido ya en el último trimestre y no parece que el impacto se vaya a notar demasiado, sí es previsible que se note un descenso en los próximos trimestres. Más si la prohibición sigue vigente. Por el momento no hay análisis de especialistas en la materia que vaticinen el nivel de pérdidas que supondrá, pero en mayor o menor medida es un varapalo importante.
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