Desde que el Apple Watch comenzó a conquistar las muñecas de millones de personas, surgió una pregunta que aún no ha obtenido respuesta: ¿cuándo será capaz del Apple Watch de monitorizar el nivel de glucosa en la sangre? Se trata de una variable esencial en el tratamiento de la diabetes, una de las enfermedades que más preocupa en el mundo.
La OMS estima que en 1980 afectaba a 108 millones de personas; esa cifra subió hasta los 422 millones en 2014. Su único tratamiento inmediato es la inyección de insulina, para lo cual es necesario controlar constantemente el nivel de glucosa en sangre. Apple nunca ha confirmado que esté trabajando en ello, pero sí que podemos recoger algunas migas que, en contexto, pueden mostrarnos las intenciones de la compañía.
Qué es la monitorización continua de glucosa
Son herramientas que permiten medir la glucosa de forma continua, dando lecturas cada 5 minutos. Se componen de un sensor que posee un filamento flexible que se inserta debajo de la piel y que tiene una vida de 6-14 días y un transmisor que envía la señal a un dispositivo receptor (monitor) para informarnos de la lectura.
Así se definen los sistemas de monitorización continua de glucosa (MCG) por la Fundación para la Diabetes, donde diferencian entre este tipo de medidores y los convencionales. Los primeros miden la glucosa en el tejido intersticial y los segundos directamente en la sangre.
Tal y como muestra la imagen, el MCG se coloca adherido a la piel del paciente con un sensor que se inserta en la piel. Este sensor es el encargado de medir la glucosa en el líquido intersticial que el MCG retransmitirá a un monitor. Resulta mucho más cómodo ya que el paciente se evita estar pinchando el dedo constantemente varias veces al día para controlar el nivel de glucosa.
Integración del Apple Watch con estos monitores como primer paso
El atractivo de este método de monitorización de glucosa continua está en que es bastante menos invasivo que el tradicional. En la actualidad es un sistema que ya está en funcionamiento y del que Apple parece haber mostrado interés. El CEO de Dexcom afirmó tener una colaboración con la compañía para el Apple Watch:
Está a punto de llegar. Y esta herramienta será estupenda para los pacientes con diabetes.
No conocemos más detalles al respecto, pero lo que sí sabemos es que Dexcom ya cuenta con una app para el reloj de Apple que puede hacer el seguimiento. Dexcom tiene un MCG llamado G6 que en la actualidad es uno de los mejor valorados por los pacientes (puede verse en la imagen superior).
El CEO de la compañía apunta hacia una integración más estrecha entre el G6 y el Apple Watch, para lo cual habrían colaborado con Apple. Sin duda, este tipo de sistemas son un paso adelante y resulta lógico que desde Cupertino se interesen por ellos si lo que quieren es crear una solución propia.
Dado que los MCG aún requieren la inserción de un sensor bajo la piel, sigue siendo invasivo para el paciente. Es por ello que Apple investiga otras formas de monitorizar la glucosa en sangre con el Apple Watch.
El Santo Grial del tratamiento de la diabetes
En 2017 supimos que un grupo de unas 30 personas estaba trabajando en el equipo de glucosa de Apple. Y que Apple también ha contratado a personal de empresas como Vital Connect, Masimo, Sano, Medtronic y C8 Medisensors.
Al parecer, Apple estaría investigando un sistema óptico para realizar una espectroscopia de absorción. Según una patente encontrada por AppleInsider:
La técnica permite la determinación de la concentración de una sustancia objetivo aplicando una luz con propiedades conocidas sobre una muestra. Conforme la luz pasa sobre la muestra, la sustancia absorbe energía en determinadas longitudes de onda, causando que la luz cambie sus propiedades al salir.
Apple no especifica en la patente que su objetivo sea analizar el nivel de glucosa en sangre. Pero es evidente que esa es su intención.
Encontrar un sistema de monitorización continua de glucosa completamente no invasivo es el llamado Santo Grial de las ciencias de la salud en la actualidad. Dado el interés de Apple en la salud, integrar un sensor óptico capaz de medirla daría a la compañía una gran ventaja en este campo.
Apple podría no solo ayudar a los pacientes con diabetes para que puedan controlar mejor el suministro de insulina. También podría indicar a un usuario sano cuánta glucosa supone ese donut o refresco que acaba de tomarse, creando un histórico de gran valor clínico similar al del ritmo cardíaco y ahora frecuencia cardíaca.
De conseguirlo, Apple contaría con un dispositivo capaz de controlar tres variables de gran importancia en la salud: actividad física, corazón y glucosa. Todo ello desde la comodidad de un reloj que llevamos siempre encima.
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