La corona de la ciencia ficción ya tiene una testa sobre la que sentarse. Todo el mundo coincide de forma unánime: 'Silo' es un éxito y una de las mejores series del año. Y lo es porque no atiende a reglas comunes: es reposada, es inteligente y es sutil. Un piloto que en realidad es un prólogo, un tercer episodio que casi funciona como película individual... y una promesa que bien podría durar cuatro o cinco temporadas sin tambalearse.
'Silo', la distopía más apetecible de una sociedad diezmada
Pero, ¿de dónde viene 'Silo'? Silo forma parte de un universo propio con más de una docena de cuentos escritos por Hugh Howey. Hugh Howey era un absoluto desconocido. Había trabajado de techador, como técnico de sonido y hasta vendiendo libros. Como absoluto amante del mar, también trabajó como capitán de barco y como operador de perforación de petróleo antes de convertirse en escritor.
Fue durante su tiempo en el mar donde dio forma a 'Wool', una historia corta que serviría de cosmogonía para todas sus novelas posteriores. Un relato autopublicado, sin financiación previa, que comenzó a ganar popularidad en masa. Apenas un año después ya había firmado su primer contrato de distribución y al año siguiente ya contaba con un acuerdo internacional. Después vendrían 'Shift' y 'Dust' y las ventas millonarias.
El Silo al que hace mención la obra es, de hecho, un cilindro de 144 plantas en el que viven unas 10.000 personas. La jerarquía —con un aire a 'Snowpiercer'— establece que el Poder Judicial vela y vigila desde arriba el funcionamiento de todo y, abajo del todo, los especialistas mecánicos mantienen viva la maquinaria que filtra y genera electricidad para todos los demás. Más abajo solo hay agua y máquinas de prospección. Más arriba solo hay un cielo irrespirable. Pero una regla gobierna sobre todas: si alguien pide salir del silo, se le concede. Sin debate. Una vez la decisión está tomada, la suerte está echada.
Nadie sabe si hay vida más allá de las ventanas del Silo. Aunque las pistas pronto apuntan a un complot, una manipulación de la verdad. Dentro del Silo apenas hay criminalidad: la paz se mantiene pese al estricto control de natalidad. La vida saludable, al menos durante un tiempo. Y es que las mentiras no pueden enterrarse durante demasiado. Esta es la auténtica clave de la serie: creer o no creer.
'Silo' cosecha crítica unánime
En IMDB, 'Silo' cosecha un 8,3 sobre 10. En Filmaffinity, un 7,4 sobre 10. Ni una sola crítica negativa en las más de 50 reviews internacionales que han sido publicadas durante las últimas dos semanas. Factura de primera, ambientación fascinante y la mejor conexión entre el noir y la ciencia ficción son algunos de los comentarios más recurrentes.
Los avales son sólidos, desde luego: el guionista nominado al Emmy Graham Yost ('Band of Brothers', 'Justified') asume el papel de showrunner y el nominado al Oscar Morten Tyldum ('Defender a Jacob', 'The Imitation Game') dirige los tres primeros episodios —cuya duración media es de una hora— de esta producción de AMC Studios.
El elenco no podría ser más robusto: Rebecca Ferguson ('Dune') lo da todo en su rol como Juliette, la ingeniera que busca respuestas sobre un compañero presuntamente asesinado. El rapero Common ('The Chi') se presenta como antagónico desde su puesto en el Poder, Tim Robbins ('Mystic River'), se sitúa en un lugar central y el resto —a saber: Harriet Walter ('Succession'), Chinaza Uche ('Dickinson'), Avi Nash ('The Walking Dead'), David Oyelowo ('Selma'), Rashida Jones ('Parks and Recreation')— completan el sólido reparto.
En resumen, el conocimiento es poder. Y siguiendo la máxima de la pistola de Chejov, ningún elemento está aquí de forma aleatoria, nada se escapa a un conjunto de ideas que funcionan —pese a que los más espectadores más estrictos tengan algo que objetar— mejor según avanzan los episodios. La primera temporada cuenta con 10, y ya estamos deseando ver hacia dónde nos llevan.
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