Cuando hablamos de predicciones fallidas en el mundo de la tecnología, pocas son tan memorables como la de Michael Dell sobre Apple. Hoy, mientras tengo el iPhone 16 Pro en mi escritorio y llevo un Apple Watch Series 10 en mi muñeca, no puedo evitar pensar en lo equivocado que estaba Dell hace casi tres décadas. Y es que la predicción de Michael Dell no fue la única. Microsoft también se mofó del iPhone en el momento de su lanzamiento.
El día que Michael Dell sentenció a Apple
El 6 de octubre de 1997, Michael Dell, sí, el fundador de la empresa Dell de ordenadores, hizo una declaración que pasaría a la historia de la tecnología. Cuando le preguntaron qué haría con Apple, una empresa que en ese momento atravesaba serias dificultades financieras, Dell respondió sin titubear:
La cerraría y devolvería el dinero a los accionistas.
Imagínate por un momento el impacto de esas palabras. Apple, la empresa que hoy vale más de 3 billones de dólares, siendo descartada como un caso perdido por uno de los empresarios más exitosos del momento. Es como si alguien hubiera sugerido cerrar Tesla hace unos años, justo antes de que revolucionara la industria de los coches eléctricos.
El contexto de 1997: Apple al borde del colapso
En 1997 el panorama tecnológico era muy distinto al actual. Apple estaba cerca de la quiebra, enfrentándose a pérdidas millonarias, mientras que Microsoft dominaba la industria de los ordenadores con su sistema operativo Windows. Los PC, sobre todo de empresas como Dell y Compaq, se habían consolidado como la opción principal para consumidores y negocios, mientras que Apple apenas lograba sobrevivir con su línea de ordenadores Mac.
El mercado de finales de los 90 estaba enfocado en reducir costes y aumentar las ventas. En 1984, con solo 19 años, Michael Dell fundó Dell Computer Corporation desde su dormitorio universitario. Tenía la innovadora idea de vender computadoras personalizadas directamente a los consumidores. Por su lado, la visión de Apple era priorizar el diseño, calidad de materiales, ser diferentes... Este tipo de innovación de Apple no parecía rentable para la mayoría de los inversores, quienes veían a la compañía más como una reliquia que como una futura líder en innovación.
La serie Dell Dimension fue una de los mayores éxitos de la empresa
¿Por qué Dell pensó que Apple no tenía futuro?
Para ser justos con Michael Dell, su opinión no era descabellada en ese momento.
- Apple acababa de anunciar las mayores pérdidas de su historia.
- Su estrategia de Mac clónicos había fracasado estrepitosamente.
- Steve Jobs apenas había regresado y solo tenía para mostrar una nueva campaña publicitaria.
Dell por otro lado estaba en la cima. Con poco más de 30 años, ya había revolucionado la industria de las PC con su modelo de venta directa al consumidor. Era el chico prodigio del momento y Apple parecía un gigante herido de muerte. De hecho, un año antes de "condenar a Apple" Dell se había convertido en el mayor fabricante de ordenadores del mundo. Su posición dominante era total.
La respuesta de Steve Jobs
Pero si hay algo que caracteriza a Apple es su capacidad de resurgir de las cenizas. Steve Jobs respondió a Dell durante su siguiente keynote:
¡Vamos por ti, amigo!
Y vaya si fueron por él. En los años siguientes, Apple no solo se recuperó, sino que redefinió industrias enteras:
- 1998: Lanzamiento del iMac G3, que revolucionó el diseño de los ordenadores personales con sus colores brillantes y curvas innovadoras.
- 2001: Presentación del iPod, el dispositivo que no solo transformó el negocio de la música, sino que abrió el camino hacia un ecosistema tecnológico mucho más amplio.
- 2007: Revolución con el iPhone que cambió literalmente el mundo.
Mientras tanto, Dell también vivió su propia evolución. Aunque la empresa continuó teniendo éxito en el mercado de los PC durante varios años, no logró mantenerse a la par de Apple. La decisión de enfocarse principalmente en ventas directas y ordenadores personales dejó a Dell fuera de la carrera por liderar en segmentos clave como la tecnología móvil.
Michael Dell rectificó... catorce años después
En 2011, durante una cumbre de TechCrunch, Michael Dell intentó aclarar su comentario de 1997. Según él, solo sugirió cerrar Apple porque estaba completamente comprometido con Dell en ese momento. Y era una decisión basada en los datos de esa época. ¿Quién iba a pensar en lo que Apple se iba a convertir hoy en día?
Hoy en día Dell sigue siendo relevante, sobre todo de cara al mundo empresarial. De hecho, Michael Dell es uno de los hombres más ricos del planeta. En marzo de 2024, la revista Fortune calculó que tenía un patrimonio de 100 mil millones de dólares, lo que lo convierte en la duodécima persona más rica del mundo. Por lo que quizás no estuvo acertado en sus predicciones, pero el resto de cosas no podemos decir que las haya hecho mal.
Michael Dell en una presentación el 4 de octubre de 2011, apenas un día antes de la muerte de Steve Jobs
De hecho, vendió recientemente diez millones de acciones por un valor de 1.300 millones de dólares, aumentando más aún su fortuna. Ahora, con 59 años y tras estas ventas, Michael Dell va perdiendo presencia en su propia empresa, pensando quizás en una próxima jubilación. Aunque sigue conservando más de la mitad de las participaciones en la empresa y, por lo tanto, el timón de mando.
Sabemos que a los genios les encanta dirigir empresas a lo largo de toda subida. Por ejemplo, Bill Gates no planea jubilarse hasta que la salud le obligue. Y por su parte, Tim Cook pese a no haber fundado Apple, ha tenido y le queda todavía unos años más en el puesto.
Mirando hacia atrás, la historia de Apple y el comentario de Dell nos enseñan valiosas lecciones: nunca hay que subestimar el poder de la innovación y la visión. El mundo de la tecnología puede cambiar radicalmente en poco tiempo, y las segundas oportunidades existen.
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