Durante los últimos días, Apple ha estado mandando a los desarrolladores una encuesta en la que les pregunta si atenderían presencialmente una WWDC 2022. Con lo peor de la pandemia ya en el pasado (al menos si hacemos media mundial) y el margen de un año para organizarlo bien, algo muy malo tiene que ocurrir para que la WWDC22 tenga que seguir celerándose completamente a distancia.
La misma existencia de esta encuesta ya hace que sospechemos: puede que el COVID-19 haya despertado algunos cambios en el evento que se conviertan en permanentes. Esos cambios, que han acabado con muchos de los inconvenientes que había en el formato presencial de la WWDC, deben haber provocado ciertas reflexiones en Apple.
Lo mejor de cada tipo de evento, ¿unido?
Todos los desarrolladores de Apple con proyectos en marcha recuerdan la odisea que suponía querer ir al WWDC. La demanda era tal para tener un hueco que Apple hacía un sorteo de entradas entre todos los aspirantes a viajar a San José. De este modo se evitaba que un alud de programadores colapsara los servidores comprando sus entradas y que se disciminara por horario a los que no podían reservar un pase en cuanto se activaba la venta.
Si te tocaba una plaza, entonces recibías el premio de poder pagar los 1.600 dólares que costaba la entrada al evento. Viaje y alojamiento para toda una semana aparte. El mero hecho de ir a la conferencia de desarrolladores te podía costar miles de euros. Y no hay ganancias directas de estas entradas, porque Phil Schiller ya dijo que cada WWDC presencial costaba alrededor de 50 millones de dólares. Los 6.000 asistentes que pagan una entrada no cubren ni una quinta parte de eso.
Y de eso hemos pasado a un evento completamente gratuito y accesible por todos, desde nuestras casas, sin necesidad de largos viajes cruzando océanos ni horas de jet lag que pueden arruinar los dos primeros días de la conferencia por mucho entusiasmo que lleves encima. La mala noticia es que se pierde el hablar cara a cara con expertos de Apple: una videoconferencia lo reemplaza pero no es lo mismo.
Ante dos formatos diferentes de evento y las posibilidades de volver a la presencialidad en 2022, Apple primero quiere saber qué opinan los asistentes.
Do you want WWDC to remain fully (or at least partially) online next year?
— Mark Villacampa (@MarkVillacampa) June 14, 2021
Now's the time to speak up, go fill the developer survey:https://t.co/ByDxsPTLlx pic.twitter.com/YUaVpsB8lz
Si nos fijamos en esta captura de la encuesta que ha circulado por Twitter, podemos ver que Apple pregunta si se prefiere videoconferencia o visita presencial para todas y cada una de las partes de la WWDC, por separado. Quizás esto significa que el año que viene podríamos ver una mezcla de lo que hemos vivido durante la pandemia y lo que teníamos antes de ella.
Apple tiene claro que quiere volver a lo presencial, sólo hace falta ver el entusiasmo de Tim Cook anticipando el regreso a las oficinas de su personal dentro de unos meses. Nada como estar frente a otra persona para un mejor intercambio de ideas. Por lo tanto, sí: creo que volveremos a ver ese caos del sorteo de entradas y precios elevados para asistir.
Pero quizás Apple empiece a ofrecer videoconferencias y talleres de forma gratuita para todo el mundo que prefiera estar en sus casas, ya sea por no poder hacer el gasto o simplemente porque no puede alejarse una semana de su casa. Además, no hay que olvidar que las WWDC de 2020 y 2021 han servido para atraer a muchísimos desarrolladores simplemente por pasar a ser gratuitas.
Veremos qué es lo que ocurre en la keynote del año que viene. Aún queda mucho, y seguramente veremos tres o cuatro eventos más (quizás ya presenciales) hasta que no lleguemos a junio de 2022.
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