Las Apple Store de China llevan desde 2013 sufriendo un engaño por parte de gente que se aprovecha de la política de la compañía para sacar dinero, según informa The Information y refleja MacRumors. Ocurre concretamente con los componentes de los iPhone que se compran o incluso se roban en esas tiendas, y se concentra sobre todo en la ciudad de Shenzen.
El "negocio" es el siguiente: van a las Apple Store, compran o roban los iPhone, los desmontan para sacar sus componentes, los sustituyen por componentes falsos y mucho más baratos y los devuelven argumentando que no funcionan. Los componentes originales se revenden y así se consigue el beneficio.
Devoluciones con componentes falsos
Los organizadores de esta estafa están muy bien organizados: aparentemente esperan con maletas llenas de los iPhone con componentes falsos y pagan a gente que haya por ahí para hacerse pasar por clientes que los devuelven. Cada uno de estos "contratados" llevaba un iPhone a la Genius Bar, lo reemplazaba por uno nuevo con componentes originales y lo entregaba al estafador cobrando dinero por su parte del trabajo.
Los empleados de la Genius Bar comprobaban que los iPhone entregados no funcionaban, pero no hacían una revisión a fondo al ver que no había rastros de daño externo. No es su culpa, seguían a rajatabla la normativa de la Genius Bar. Pero en cuanto Apple vio que este problema suponía pérdidas de miles de millones de dólares, se puso manos a la obra para frenar a los estafadores.
¿Cómo? Pues lanzando un sistema de reservas en la Genius Bar que exige que verifiques que eres el propietario del iPhone que vayas a entregar, y dotando a los Genius de software de diagnóstico que pueda confirmar en la misma tienda y delante del cliente que el iPhone que se entrega tiene componentes falsos.
Todo ello sin recurrir a las autoridades chinas, aunque éstas sí que han llegado a detener bandas organizadas de ladrones que incluso llegaron a obtener registros de reparaciones y de clientes de las Apple Store para poder superar todas esas nuevas medidas que Apple ha aplicado en la Genius Bar.
Las citas de la Genius Bar tienen su sentido
Sólo hace falta ver las estimaciones de fraudes cometidos para comprender la magnitud del problema. Mientras que en la Apple Store de la Quinta Avenida Neoyorkina estaban acostumbrados a ver entre 600 y 700 intentos de fraude como estos en 2012, en Shenzen saltaron de 200 a 2.000 en cosa de medio año. Afortunadamente, la cantidad de intentos de devolución fraudulenta ha quedado reducida a un tercio desde los máximos que se registraron hace unos años.
Con situaciones como esta, que seguro que también se reflejan en menor medida en el resto de países con Apple Store, no es de extrañar que Apple exija identificación por Apple ID y programación de citas previas para poder recibir asistencia en la Genius Bar. Ya no se trata sólo de repararle un dispositivo a un cliente, si no de además detectar si no están ante alguien que quiere estafar a la compañía.
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