¿Has escuchado alguna vez la extensión de archivo .plist? Dichos archivos son en realidad la forma en la que Mac OS X y sus aplicaciones almacenan las preferencias de los diferentes programas que funcionan en nuestro equipo.
Las siglas hacen referencia al acrónimo de preferences list Property List y todos los programas almacenan listas de este tipo con las preferencias del usuario. Como dato curioso, la propia Apple reporta que este suele ser el punto con mayor “conflictos” dentro del sistema operativo.
Las aplicaciones escriben de forma constante en estos archivos, así que es fácil que se vuelvan corruptos con el tiempo. La forma más sencilla de solucionar un problema con una aplicación que no arranca es simplemente renombrar el archivo corrupto para que la aplicación genere uno nuevo de forma automática.
Si además te apetece ver un poco el contenido de dichos archivos, puedes mostrarlos con Quicklook o con un editor de archivos .plist como el que incluye Xcode, el cual puedes instalar desde el DVD de instalación de Mac OS X o también usar algunas de las alternativas que acompañan esta entrada como: Plist EdtiPro.
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