Hubo un tiempo en el que usar Apple Maps era todo un deporte de riesgo debido a los muchísimos problemas que tenía. Aunque quedaron muy atrás hace tiempo, ya que aquello fue en su nacimiento en 2012. No en vano, implicó en su día el despido de Scott Forstall, llamado a ser uno de los sucesores de Steve Jobs. Sin embargo, mi experiencia reciente con Apple Maps no había sido buena. No desastrosa, aunque sí con elementos que dejaban que desear.
Véase como ejemplo de mi mala experiencia el hecho de que confundiese un amplio carril bici con un tramo de carretera para automóviles o que no tuviese algunos nombres de calles actualizados. Sin embargo, hacía tiempo que combinaba el uso de Apple Maps con Google Maps y Waze, fiándome de la de Apple únicamente para ciudad. Por eso quise darle una oportunidad como mi única app para un viaje largo. Y ya adelanto que me ha sorprendido para bien.
Con CarPlay todo es más sencillo
Mi viaje de vacaciones ha sido de más de 1.000 kilómetros (contando ida y vuelta, así como trayectos en mi destino). Y pese a que podía haber llevado el iPhone en un soporte del coche, lo cierto es que resultaba absurdo teniendo un coche compatible con CarPlay. Todo en pantalla grande es mejor.
Pues bien, aquí descubrí la primera ventaja de Apple Maps frente al resto de apps de GPS. Todas se adaptan muy bien a la pantalla de mi coche y no me arrojan problemas, aunque debo reconocer que la de Apple es la que mejor se integra por razones obvias.
Como seguramente ya sepas si usas CarPlay, Siri es el epicentro de todo, ya que son las instrucciones por voz al asistente las que guían el uso el 90% del tiempo, de forma que no tengamos que tocar apenas la pantalla. Pues bien, pedirle a Siri que me lleve a un determinado lugar es una delicia con Apple Maps. También funciona con Google Maps o Waze, pero es mucho más engorroso, teniendo siempre que añadir la coletilla "llévame a X sitio con Google Maps". Y no, no siempre lo interpreta bien.
La interfaz es una auténtica delicia
Más allá de lo conveniente o no que me resultase Apple Maps sobre otras aplicaciones, hacía tiempo que ya la valoraba como la mejor interfaz para navegar en el coche. Y aunque respeto al máximo quienes tengan una opinión diferente, en mi caso particular no admito discusión que me haga cambiar de idea.
Y ya no es sólo que sea una interfaz bonita con elementos destacados como es el detalle de dibujar los puentes o las arboledas cercanas a la carretera. Es que también representa una utilidad a la hora de circular y saber qué salida he de tomar exactamente.
En mi trayecto pasé por varias glorietas y salidas de autopista con diferentes carriles que, usando Google Maps u otra app, no siempre son sencillos de identificar. Con Apple Maps, en cambio, todo fue bien. Cuando nos acercamos a una salida, el zoom se amplia automáticamente y se remarca de forma muy clara para que con sólo un vistazo sepamos qué camino hay que tomar. Y no, no es sólo un detalle, dado que a veces es una decisión que tomar en cuestión de milésimas de segundo y fijar el menor tiempo la atención en la pantalla es vital.
Por fin encuentra las mejores rutas (y sin líos)
Durante mucho tiempo estuve quejándome de lo "mal" que Apple Maps tomaba las decisiones. Me refiero a que a la hora de establecer una ruta larga, no siempre me mostraba todas las opciones y ni mucho menos me marcaba siempre la mejor ruta posible. Y si bien es cierto que en ese último sentido sigo teniendo una queja que expresaré más adelante, en general ha mejorado mucho.
Por fin puedo encontrar todas las rutas posibles y elegir la que realmente me conviene más, ya sea porque evito tramos complicados, porque esquivo radares o porque paso por determinados pueblos en los que me interesa establecer una parada. En eso último, por cierto, también es maravillosa la interfaz, ya que permite configurar paradas intermedias para no tener que restablecer todo tras parar a estirar las piernas o comerme un pincho de tortilla (con cebolla, por supuesto).
Otro elemento en el que noto su mejoría es a la hora de detectar carreteras secundarias. Años atrás había infinidad de carreteras comarcales que no detectaba o que lo hacía erróneamente, dando por sentado que algunas en mal estado eran las más rápidas cuando por el estado del asfalto se recomienda ir a 40 kilómetros por hora. Ahora las sabe distinguir todas perfectamente. O al menos aquellas por las que, casualmente o no, pasé durante mi viaje.
No todo iba a ser bonito con Apple Maps
Vale que muchos de los previsibles problemas de viajar con Apple Maps no aparecieron, pero lo cierto es que sigue sin ser perfecta. No calificaría sus defectos como elementos que me hayan dificultado el viaje, aunque sí considero que hay que tenerlos en cuenta.
El primero de ellos es el sistema de detección de radares. Este funciona y funciona bien en tanto en cuanto te informa visualmente y de forma sonora cuando te acercas a uno. Como Google Maps, Waze y otras, Apple Maps se nutre del listado de la DGT para encontrar radares fijos, pero tiene como inconveniente que no podemos verlos antes de iniciar la ruta para ya ir preavisados, algo que sí muestra Google Maps.
Otro elemento que he echado en falta es la comunidad de usuarios tan grande que tienen aplicaciones como Waze para señalar lugares en obras, accidentes o incluso radares móviles. Apple Maps cuenta con muchos reportes de ellos, tal y como he podido comprobar. Incluso en algunos tramos aparece un pop-up en el que seleccionar si sigue habiendo algún incidente en un tramo o no, para así avisar al resto de usuarios. Sin embargo, queda lejos de lo que encontramos en la citada app de Google (sí, Waze también es de Google).
Al hilo de lo que comentaba en un anterior punto sobre las rutas sugeridas, debo decir que sí echo en falta una mayor configuración de preferencias para los trayectos. Aquí el ejemplo perfecto que expongo es Google Maps, que permite distinguir entre las rutas más eficientes, las más rápidas o las que tienen menos kilómetros. La de Apple no lo ofrece o no al menos de forma tan visual. Tampoco permite evitar algunos elementos como los ferris, aunque sí los pejaes.
Por último, y esto reconozco que es un detalle menor, le cuesta acertar con la hora de llegada. Entiendo que al final esto depende en buena medida de la velocidad a la que vayamos, el tráfico que haya y de las circunstancias que vayan apareciendo en tiempo real (tramos cortados por accidentes, obras, etc.). En absolutamente todas las apps hay un margen de error de unos pocos minutos y más en viajes largos.
De ahí que también durante el trayecto vaya variando la hora. Sin embargo, en trayectos sin paradas y sin ningún incidente, Apple Maps ha llegado a desviar hasta 13 minutos la hora de llegada. Una vez me acercaba ya al destino, lo iba acertando más, pero casi un cuarto de hora de diferencia con lo previsto inicialmente puede ser crucial en algunas situaciones. Ya digo que no es grave, pero quizás se debería revisar el algoritmo que calcula estas cosas.
Y por fin pude viajar con Apple Maps por zonas sin cobertura
Parece mentira, pero hubo que esperar once añazos para que Apple Maps introdujese los mapas sin conexión. Lo hizo hace ya casi un año con iOS 17 y aunque es cierto que sus competidores lo tenían desde hace mucho tiempo, aquí puede aplicar aquello de mejor tarde que nunca.
El caso es que poder tener descargados los mapas en el iPhone me ha resultado tremendamente útil en ciertos tramos de mi viaje. Entre tanta montaña, carretera secundaria y zonas sin coberturas, de no tener esta opción podría haberme perdido. Sin embargo, no con los mapas sin conexión que actualicé precisamente el día de antes de viajar.
Eso sí, no recomiendo viajar siempre con estos mapas. Existe una opción que permite usar siempre los mapas offline de Apple Maps y pese a que puede ser interesante para ahorrar datos móviles, al final se pierden algunos elementos clave como el tráfico en tiempo real y otras incidencias. Por tanto, mejor dejarlo en automático y que sea la aplicación la que recurra a ellos en momentos en los que sea necesario.
Apple Maps, me caso contigo
Sí, definitivamente estoy convencido de que volveré a repetir con Apple Maps como GPS. Sigue teniendo algunas carencias en la búsqueda de algunos locales como restaurantes o la ausencia de una comunidad de reseñas como la que tiene Google Maps. Sin embargo, en lo estrictamente relativo a viajar, me quedo con ella.
Pese a los inconvenientes comentados previamente, creo que me compensa con creces su utilidad. Ha mejorado de forma considerable y mi percepción sobre la aplicación también se ha visto sanada. Por tanto, creo firmemente que es ya un serio rival para el resto de aplicaciones de navegación. Y a todavía conserve dudas, no tengo otra cosa que mostrarle mi recomendación para que, al menos, la pruebe.
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