A estas alturas del partido creo que todos sabemos lo que es Chat-GPT y su empresa, OpenAI. Es el mejor y más conocido asistente de inteligencia artificial del mundo, y no hace más que crecer. Hace unos días se anunció su app oficial, que de momento no está disponible en España, y podría no estarlo nunca.
Empezó anunciándose en EE.UU, y hoy se ha expandido a más de 40 países como Corea, Nigeria, Nueva Zelanda, Reino Unido, Francia o Alemania. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, porque tal y como ha llegado, se puede ir. Al menos según su propio CEO, Sam Altman.
Llegué, vi, vencí... y me fui
El mismo Altman ha advertido, según el Financial Times, de que tal y como está enfocando la Unión Europea la regulación en lo relativo a OpenAI, no se descarta que tengan que dejar de operar en el territorio. Se plantea una legislación mucho más dura y estricta que la que hay en otros países como los Estados Unidos, y Chat-GPT podría peligrar en el viejo continente.
El problema principal aquí es que desde Bruselas se está desarrollando una legislación que haría responsables a las propias IAs de todo aquello que los usuarios hagan con ellas. Es decir, que si un sujeto es capaz de fabricar algún tipo de sustancia ilegal gracias a Chat-GPT, OpenAI sería responsable de enseñarle a hacerlo. Algo que no tiene mucha lógica, pero que es así de momento.
La empresa está dispuesta a adaptarse y a trabajar con Europa para poder dar servicio a todos los países del territorio, pero tienen claro que, tal y como se está planteando la legislación, es inviable. Tendremos que esperar a ver si la Unión acepta las pretensiones de OpenAI, o si por contra siguen el mismo rumbo. En cualquier caso, parece que la inteligencia artificial peligra en Europa.
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