A ojos de muchos, el iPhone 7 se ha ido desinflando como un globo. En un primer momento nos emocionamos al descubrir que el esperado equipo llegaría al mercado con una innovación referente al hardware rompedora: presenciaría del jack para auriculares y en su lugar optaría por el Lightning o bien una conexión inalámbrica.
La ilusión por este nuevo equipo aumentaba al conocer que posiblemente incorporaría una doble cámara como 'extra' adicional que confirmaría un salto de versión, que ya tocaba, además.
Sin embargo, y siempre basándonos en rumores, las expectativas acerca de las novedades del dispositivo fueron deshinchándose como un globo: ni contaría con cámara dual ni incorporaría innovadores auriculares, sino que en su lugar añadiría un adaptador.
2017: décimo aniversario
Para algunos esta situación suponía un auténtico escarnio ¿Por qué actuaría Apple así? BGR nos pone sobre la pista de lo que puede estar sucediendo, y en realidad tiene que ver con algo que en ocasiones lo olvidamos: Apple es una empresa y busca la máxima rentabilidad en sus productos. Esto, que puede parecer de perogrullo, en ocasiones no lo entiende el mercado que siempre exige el máximo de los nuevos iPhone, una sorpresa que no siempre tiene una verdadera razón de ser.
El WSJ avanzó lo que ya nos estábamos temiendo: 2016 será un año de transición para el iPhone, y el verdadero plato fuerte llegará en 2017, coincidiendo con el décimo aniversario del dispositivo. Y si lo piensas bien, el asunto tiene su lógica: ¿por qué va Apple a quemar cartuchos de forma adelantada cuando su gran ocasión de hacerlo llegaría con un aniversario tan sonado?
Exprimiendo los ciclos de producto
El fabricante, de esta manera, simplemente estaría manteniendo un perfil plano sobre la base de un móvil ya de por sí soberbio y que ha resultado ser un éxito de ventas ¿Por qué ofrecer grandes cambios si la clientela del iPhone es la más fiel del mercado? Pero otra posible causa sea también el 'salto' de modelo que los compradores del iPhone 6 y 6 Plus estarían preparados para dar. Como sabes, el grueso de los compradores espera una media de dos años para renovar su modelo, y las novedades del modelo de 2016 sí les compensaría.
En definitiva, Apple lograría rentabilizar las ventas del modelo que se presentará este año gracias a la inercia de un mercado 'cautivo' y velaría armas para el modelo de 2017 que promete ser completamente innovador. Es decir, que en 2016 tendremos una 's' extra si nos atenemos a forma en que Apple bautiza sus iPhone en función de los saltos de versiones. Al comprador le toca paciencia o bien seguir con el último modelo de la secuela del 6.
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