Podemos medir la velocidad del tiempo de muchas formas. En tecnología, es la distancia la que cambia la perspectiva de la importancia de una nueva característica de una generación a otra. Por ejemplo, desde el primer móvil digital, donde lo importante era conseguir llamar por teléfono, hasta el primer teléfono inteligente, con más aplicaciones y donde la llamada era una funcionalidad más.
Se trata de la dirección hacia donde miraban los ingenieros de las grandes empresas, poniendo bajo el foco nuevos dispositivos con características que no habíamos visto hasta ahora. El iPhone se puede utilizar como ejemplo para muchos cambios, transiciones y evoluciones - y del que vamos a hablar en este análisis es uno de ellos.
Hace años, la fotografía móvil no era tan importante, pero las redes sociales han empujado a su avance en estos dispositivos
Recordad como hace más de doce años - doce años ya - Steve Jobs nos enseñaba un dispositivo increíble que hacía cosas cotidianas de una forma que ningún dispositivo podía hacer con esa facilidad y sencillez. Navegar por internet, escuchar música, hablar por teléfono. En esa presentación se explicaron muchas cosas, pero una de ellas pasó casi desapercibida: cómo se hacían fotos con el iPhone.
Esto ocurrió porque no se sacaba partido de estas imágenes. Para enviar fotografías teníamos que hacerlo por MMS o por email (¿quién recuerda la polémica porque el iPhone original no podía enviar MMS?), ya que no existían las redes sociales tal y como las conocemos ahora e incluso las tarifas de datos no permitían muchas concesiones.
La inteligencia artificial era el paso necesario más allá de la mejora en la técnica o en los sensores
Por todo ello, la cámara del iPhone simplemente cumplía. Debía estar porque los teléfonos inteligentes lo tenían, pero no era una de las funcionalidades clave del dispositivo. A lo largo de estos años, la importancia de la fotografía móvil - en gran medida impulsada por las redes sociales - ha cobrado mas relevancia porque se ha convertido en una de las formas de comunicación y expresión más importantes de la sociedad. Sólo faltaba dar un paso que llevara más lejos los iPhone que siguieron al original sólo mejorando el hardware y los sensores: alcanzar a la fotografía tradicional con algo que las cámaras de fotos no tienen aún. Este paso es la inteligencia artificial, el paso a la fotografía computacional y la razón por la que hoy estamos analizando este iPhone 11.
La derivación del diseño
Apple decide eliminar los números romanos del nombre de la generación actual aunque este iPhone 11 es un heredero en gran medida del diseño que vimos en los iPhone XR. El objetivo de este nuevo teléfono es generar una nueva familia, sino de evolucionar el concepto que funcionó con el XR y potenciar las características clave para hacerlo más interesante dentro de sus casos de uso.
Tenemos por tanto la misma pantalla Liquid Retina, con la misma resolución, profundidad de color y puntos por pulgada. Hubiera sido interesante contar por fin con una pantalla HD en este modelo (que es 1792x828, como el XR) pero es justo reconocer que la calidad de la pantalla hace que no sea en absoluto algo imprescindible. Los 326 ppp esconden los píxeles al ojo, y la pantalla True Tone sigue ayudando a que sea más cómodo consultar la pantalla en cualquier situación.
En cuanto a las medidas, tenemos exactamente las mismas que en el XR, incluido su peso. Apple nos dice que este iPhone 11 lleva el cristal más resistente en cualquier teléfono inteligente, y es que en esta generación se ha reforzado con nuevo proceso químico de intercambio de iones - consiste en que el material absorba las propiedades y resistencia de una solución en la que se sumerge. Como curiosidad, este proceso se utiliza habitualmente en la producción de la industria aeronáutica y automovilística.
Tiene un tacto - en mi opinión, durante las pruebas que le he hecho estos días - ligeramente más rugoso en la trasera, aunque no sea tan evidente como en el Pro Max. Lamentablemente sí que se mantiene el cargador de 5W que Apple debería desterrar de una vez por todas en cualquiera de sus iPhone, sobre todo en esta generación que sí que viene incluido uno de 18W con el iPhone 11 Pro Max.
Un cambio más que evidente en mis pruebas han sido los altavoces, que este iPhone 11 sí que ha mejorado. Ahora, este nuevo iPhone cuenta con reproducción de audio espacial, que consigue gracias con sus altavoces estéreo posicionar tonos del sonido alrededor de la persona que está escuchando el sonido. La potencia del altavoz también mejora sensiblemente, y ahora utilizarlo en la cocina, en una habitación de hotel, o al aire libre es más práctico que nunca.
El iPhone 11 potencia de forma importante los altavoces y el sonido en esta generación y mejora su resistencia al agua
También se ha mejorado la resistencia al agua. Ahora subimos un punto en la certificación del nuevo modelo que ya alcanza la IP68 de la norma IEC 60529 - lo que le permite estar sumergido hasta 2 metros de profundidad durante un máximo de 30 minutos. Los nuevos colores disponibles para esta temporada son el negro, verde, amarillo, malva, (PRODUCT)RED y blanco (el modelo de este análisis). En directo, mis colores favoritos para esta generación son el verde (o mint) y el malva - quizás por ser los más diferenciales a los que conocemos dentro de la gama.
A13 Bionic, el procesador por el que suspiran los MacBook
La nueva evolución del "system-on-a-chip" de Apple, materializado en el A13 apunta justo a dos partes imprescindibles para los dispositivos móviles: es más potente y es más eficiente. Esto, repetido año tras año en cada nueva generación del procesador puede dar lugar a pensar que simplemente se trata de un movimiento inercial hacia la siguiente parada del mapa de ruta. Algo sencillo.
No es así: la potencia de este procesador A13 es un ejercicio de ingeniería - y de innovación, tal y como aplica la definición de la palabra - que permite ser un 20 por ciento más rápido que el chip A12 (el cambio del A11 al A12 fue similar), pero gasta un 30% menos de energía. Imaginad un coche que con el mismo motor corra más rápido, consumiendo menos combustible y manteniéndose en porcentajes como estos.
El iPhone 11 dura 1 hora más que su predecesor, el iPhone XR, siendo más potente. En las pruebas del día a día, la batería sí que me duró aproximadamente una hora más tal como indica Apple de forma teórica - con un uso básico de Internet, redes sociales y correo electrónico. Si utilizamos juegos que utilizan la GPU, se activan los cuatro núcleos de la aceleración gráfica y por consiguiente gastaremos más batería - sin embargo, ojo aquí: este nuevo procesador A13 Bionic reduce el consumo energético hasta el 40% respecto al A12 Bionic. Casi la mitad de gasto de batería para conseguir un rendimiento también mayor un 20% en estos núcleos del subsistema gráfico. Una auténtica proeza de ingeniería e investigación para un chip que sólo tiene un año más que su antecesor.
La llegada de los procesadores Bionic abrió la veda a la auténtica inteligencia artificial utilizando hardware dedicado a los procesos de aprendizaje automático. Para entendernos, un sistema de inteligencia artificial necesita un proceso de aprendizaje, al igual que nos ocurre a los humanos. Si queremos que una aplicación detecte estufas en fotografía, tenemos que “enseñarle” al algoritmo que las procesa qué es una estufa, y que no. Pues bien, este proceso de aprendizaje se acelera en este A13 Bionic un 20% - ahorrando un 15% respecto al anterior chip.
Esto es posible gracias a dos aceleradores de aprendizaje que utilizan matrices matemáticas para eficientar la absorción de los modelos por el sistema. En pocas palabras, en lugar de enseñarle una foto de una estufa (o no) cada vez, le estamos enseñando un conjunto matricial de estufas o “no-estufas” en cada iteración de aprendizaje.
Las posibilidades de esto son tan espectaculares, que podríamos estar hablando de un sistema inteligente capaz no sólo de saber cual es la mejor zona de la imagen a combinar en una fotografía, también de entender como componerla de forma más natural y real. Es lo que Apple nos ha anticipado con Deep Fusion, la combinación de la técnica, el hardware, el software y un modelo avanzado de aprendizaje. Deep Fusion estará disponible como actualización de software durante este Otoño.
Para las pruebas sintéticas, este año he probado Geekbench 5, la nueva versión de la popular plataforma de benchmarking, que justo acaba de actualizarse. Esta nueva versión cambia la escala con respecto a Geekbench 4, así que ojo con comparar entre distintas versiones. Para poder revisar el incremento, he pasado Geekbench 5 también al iPhone XS Max, al que vapulea sin compasión:
Podéis revisar los informes completos aquí. En pocas palabras: esta arquitectura no sólo está preparada YA para ser el corazón de un futuro posible MacBook, sino que ahora perfectamente podría ser también el motor para algún sistema de realidad virtual o realidad ampliada, por su velocidad de cálculo y su capacidad para reconocer objetos el instante. Y es sin duda, lo que pretende hacer Apple a medio plazo.
Hablemos del futuro: ya está aquí el U1
Dentro de esta pequeña máquina que cabe en nuestro bolsillo, hay una sorpresa casi escondida. Recuerdo que en la presentación pasó casi de puntillas entre las características, pero quiero detenerme y dedicarle una sección propia en este análisis. ¿No os suena el U1? Se trata de un nuevo chip que permite localizar con precisión en interiores otros dispositivos que también lo incluyan. Es como un GPS entre interiores, y entre dispositivos.
El discreto chip U1 dará mucho que hablar en los próximos meses: localización precisa entre dispositivos con este chip
Para empezar, el 30 de Septiembre llegará una actualización gratuita a iOS que activará una nueva generación de AirDrop para los iPhone 11. Permitirá encontrar otros dispositivos que utilicen el chip U1 simplemente apuntando hacia ellos y por cercanía, como si de un radar se tratara. Esto no sólo mejorará una de las características más utilizadas de iOS, también prepara estos iPhone 11 al futuro: ¿Os imagináis una nueva generación de AirPods, Magic Mouse o incluso MacBooks que puedan localizarse en cualquier lugar, con una precisión de centímetros?
Esta sería una de las utilidades. Otra más sería la localización espacial para juegos de Realidad Ampliada o Realidad Virtual, mediciones... Este chip utiliza una tecnología de banda ultra ancha para localizarse con precisión en un espacio. Por cierto, hablando de mejoras en las bandas: el nuevo chip también es capaz de emitir una señal Bluetooth hasta un 45% más lejos que los anteriores iPhone 11. Una pequeña prueba en casa y con el teléfono en una punta de ella y los AirPods en otra, ahora escucho perfectamente (antes, se entrecortaba).
TrueDepth de nueva generación
Como comentaba al comienzo del artículo, desde luego este es el iPhone que marca un nuevo rumbo en torno a la fotografía que tomábamos con los modelos anteriores de la marca. Pienso en un cambio equivalente al iPhone 8 y el modo retrato, pero en esta ocasión va mucho más allá: no sólo mejora la técnica sino que ahora mediante el aprendizaje natural va mucho más allá.
Para empezar, un gran cambio que los iPhone venían pidiendo a gritos: la cámaras frontales se han puesto al día y ahora tienen un nuevo sensor de 12MP con un ángulo de visión mayor para ayudar en los conocidos selfies. El propio teléfono adecúa el ángulo de visión si estamos tomando una foto o vídeo en vertical, y ampliará dicho ángulo si giramos el iPhone en horizontal - automáticamente. Cuenta por supuesto con modo retrato, que además añade un nuevo efecto llamado High-Key Mono (en blanco y negro).
Por fin, una mejora en la cámara frontal: grabación de vídeo 4K a 60fps y cámara lenta a 120fps
Además, es capaz de grabar vídeo 4K a 60 fps y capturar cámara lenta a 120 FPS. Apple se inventa el nombre “slofies”, que no son ni más ni menos selfies en vídeo a cámara lenta. Estos selfies o el modo retrato vienen ayudados por estas nuevas cámara TrueDepth, que también se utilizan para FaceID. La compañía comenta que técnicamente FaceID ahora es más rápido y más sensible a reconocer rostros en más ángulos, pero en mis pruebas no ha sido así: según mi día a día con el móvil, FaceID parece funcionar igual que en los iPhone anteriores (que sigue siendo super-rápido) pero no parece detectar el rostro en ángulos mayores.
La mejora en las cámaras TrueDepth sí es evidente y creo que será útil a toda una generación de creadores de contenido que cada vez más pedían pantallas completamente abatibles en sus cámaras de fotos para revisar qué se está grabando mientras se habla a la cámara. La calidad de estas nuevas cámaras y un buen DJI Osmo Mobile, por ejemplo, puede ser espectacular para no cargar con más equipo fotográfico que el iPhone 11.
Las cámaras que definen esta generación
Este es el iPhone que recordaremos por llevar la fotografía a un nivel superior de lo que conocíamos dentro de la gama. Dos nuevas cámaras, una normal o angular y otra de ultra gran angular, para captar una visión completa de 120 grados alrededor del centro de la imagen. El resultado es espectacular: la nueva interfaz de la cámara de fotos muestra sombreada la parte del gran angular y cuando pulsamos un botón, se captura la imagen en su totalidad.
Desde esta nueva interfaz podemos ahora tomar vídeos sin salir del modo foto, simplemente manteniendo el botón de foto pulsado y deslizando hacia arriba. Utilísimo para capturar ese momento a toda velocidad mientras tomamos una instantánea. El paso de una lente a otra también puede controlarse mediante la rueda de zoom que sigue siendo cómoda e intuitiva para ello. Las fotografías con gran angular son una completa barbaridad:
En el vídeo del análisis de este artículo, veréis además vídeos donde cambio entre ambas cámaras mientras estoy grabando y la diferencia entre ellas. La estabilidad también ha sido muy mejorada, siendo ahora muy suave aún grabando vídeo 4K a 60fps.
Recuperamos lo que he comentado antes sobre el chip A13 Bionic para rematar un cambio importante en la toma de imágenes de rango dinámico, las HDR. Apple le añade el adjetivo y nos ofrece los Smart HDR: lo que hace es utilizar el procesamiento inteligente de la imagen para reconocer objetos y separarlos del contexto de la imagen, destacando los planos o las partes de cada imagen que puede aprovechar para intentar crear una foto lo más natural posible. El cambio respecto a la generación anterior mejora porque no vemos en ningún momento colores forzados o sobreexpuestos, sino que tienen a acercarse más a la realidad.
El modo noche es una completa locura. Pero antes quiero explicaros cómo lo hace este iPhone 11: en lugar de aumentar brillos o exposición, o sobre exponer algunas partes de la imagen, este teléfono captura primero toda la información gracias a los nuevos sensores de sus cámaras que permiten capturar más luz. De entre todas las imágenes capturadas para componer la foto final, el motor neuronal identifica que zonas hay que potenciar o realzar mediante procesos de inteligencia artificial.
Detengámonos aquí. No se trata de subir valores, lo que hace este iPhone es detectar objetos, personas y también sombras y zonas de luz para lograr un modo noche logrado. Este modo es completamente distinto al Smart HDR, ya que aquí buscamos fidelidad en sombras oscuras y contrastes con las zonas de luz - más que resaltar colores o buscar contraste entre zonas. Las pruebas en condiciones de baja luminosidad han sido espectaculares como veis en las fotografías.
Sin embargo, quería probar a fondo el modo noche y las calles de Barcelona donde estaba haciendo mis pruebas tenían demasiada luz. Es por eso que en casa, con todas las luces apagadas y sólo con la muy tenue luz de las ventanas (en directo todo era prácticamente oscuridad):
De nuevo la interfaz y la experiencia de usuario de Apple entran en juego: este modo se activa automáticamente cuando es necesario, sólo tendremos que pulsar el botón. El proceso es ligeramente distinto y más rápido que aplicaciones como NeuralCam: los sensores de las cámaras analizan la luz ambiental y ajustan la exposición (que también podemos ajustar a nuestro gusto, medida en segundos). Las fotos que veis arriba tenían una exposición de 3 segundos.
Las nuevas cámaras y la potencia del chip A13 Bionic combinadas dan lugar a un paso enorme en la fotografía computacional para el día a día
Las fotos cuentan con una composición como digo natural a la hora de mostrar la imagen, no es forzada ni realzada de forma que quede artificial. Esta combinación de los sensores, la IA y las nuevas lentes desde luego no sólo justifican esta nueva generación, también la definen. El avance desde el iPhone XR (o XS) del año pasado a éste es el de un doble salto mortal que acaba con nota. Innovación no sólo es cambiar el teléfono de forma cada año, es impulsar la tecnología de cada uno de sus puntales clave y empujar más lejos los límites de lo que puede hacer un dispositivo - sin disparates, haciéndolo verdaderamente útil para el usuario. El iPhone, como concepto y como producto, lleva haciendo eso desde 2007.
El epicentro
Este iPhone 11 se convierte ahora mismo en un producto redondo que además Apple ofrece a un precio inferior por el que vendía el iPhone XR el año pasado, reforzando todo lo que se podía mejorar en esta generación y con resultados sorprendentes. La fotografía móvil ocupa ahora un lugar importante dentro de los dispositivos inteligentes y este iPhone 11 demuestra que todavía se puede ir más lejos.
Es el nuevo iPhone “por defecto” que puede ser útil para todo el mundo - te guste jugar a videojuegos, hacer fotografías o necesites un dispositivo en el que puedas confiar - porque que sabes que la marca va a cuidar en sus actualizaciones. Si vienes de un iPhone XR, te quedarás por las cámaras y sus posibilidades. Si vienes de cualquier otro modelo, te convencerá todo lo que esta nueva generación de iPhone puede ofrecerte.
Ver 43 comentarios