Quién me manda. Mantener el escritorio liberado de cables es una de mis obsesiones, pero no a cualquier precio. Cargadores magnéticos hay muchos. Sin embargo, la media de precios suele rondar entre los 100 y los 150 euros. Anker, que suele disponer de productos con muy buena prensa, Belkin y otros fabricantes que trabajan con licencias oficiales de Apple disponen de varios modelos con carga Qi de 15W. Mi objetivo era bajar el precio de corte. Bajarlo todo lo posible. De hecho, el cargador que he comprado me ha costado 15 euros. Y tal vez podría haberme ahorrado unos euros extra con algún cupón.
Esta es mi experiencia tras una semana de uso usando un cargador de inducción 5 en 1, con alarma despertador, dos tipos de luz nocturna, reloj, carga de auriculares, de Apple Watch y todo tipo de iPhones a 15W.
Qué diferencia hay entre un cargador de 150 euros frente a otro de 15 euros
Comencemos por lo básico, por el unboxing. Porque no hay mucho que relatar aquí: una bolsa con plástico de burbujas envolviendo una caja aplastada con el cargador en cuestión. También está disponible en Amazon: si estás interesado en este producto, al menos lo recibirás un embalaje más cuidado. Dentro, unas instrucciones en cinco idiomas —¡se incluye el español!— y un cable macho-hembra USB-C y listo. Sinceramente, no esperaba más.
Eso sí, lo primero que hice nada más instalar en mi escritorio de trabajo este cargador fue lo obvio: desterrar los tres cables que solía tener por medio. El cable de carga magnética para el Apple Watch de 1 metro, el cable oficial USB-C de carga de 60W del iPhone 15 Pro, también de 1 metro, y el cable de conector lightning del iPad. Los tres suman 75 euros, y todavía haría falta un conector para enchufarlos a la corriente, así que reconozco que los cargadores magnéticos no son tan caros si a cambio te desprendes de todo esto.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la carga magnética es más lenta y energéticamente más ineficiente. Y el estándar Qi2 todavía no ha sido formalmente adaptado. Buena parte de esos vatios se transforman en energía calorífica, en torno al 35%, por lo que no es fácil cuantificar cuánta electricidad es aprovechada para cargar nuestros dispositivos y cuánta disipada. Pero sí se puede reconocer que cuanto más lenta es la carga en un iPhone, menos estrés sufre su batería. Salvo si, a cambio, en el intercambio de energía el iPhone soporta temperaturas tan altas que se ve obligado a disipar ese calor extra ralentizando el rendimiento del sistema. Al final, es una cuestión de rentabilidad.
Con esta lección en mente, mi objetivo era el de desprenderme de cables y usar casi de forma constante este cargador. El problema es que estamos ante un cacharro problemático. Lo barato sale caro, no hay duda. En primer lugar, Es un cargador lento, de solo 15W frente a muchos rivales de 25 y hasta 36W por casi el mismo precio. No incluye otros puertos de entrada por si quieres conectar algo por USB y, lo peor de todo, emite un zumbido constante que llega a ser molesto tras varias horas de uso trabajando cerca.
La calidad de construcción es la que es, plástico tintado que pesa poco y chasquea mucho. Pero eso no me hubiese importado de no ser por el dichoso zumbido eléctrico que también se traslada a mis auriculares. Todo lo que esté conectado en el mismo enchufe, use o no regleta, se convierte en un transmisor de ese ruido gris, ese murmullo del que no soy capaz de desprenderme.
Eso sí, hay varias ventajas a destacar: un reloj despertador que puedes programar con dos alarmas diarias, un haz de luz nocturna con una agradable intensidad, verdaderamente útiles en mitad de la noche o en cualquier escritorio y, como detalle, una luz extra que ilumina el logo de os 15W, para poder ajustarlo debidamente en plena noche. Son un añadido atractivo a las propias funciones de este cargador Qi que ni siquiera he encontrado en soluciones mucho más caras.
Otro detalle que he apreciado: cuando intenté cargar el iPhone 15 Pro junto a mis auriculares inalámbricos, la carga de dichos auriculares se drenó. Sí, se descargan, sin haber activado ninguna función de carga inalámbrica inversa. Después de estar todo el día ahí detrás conectados, en su estuche, salir con la bici y al tercer pedaleo ya estaban muertos. Es algo que no he podido replicar con otros auriculares, solo con unos FlipBuds Pro de Xiaomi. Al usarlos, tanto los propios earphones como su estuche de carga estaban vacíos, pese a que el LED se mostraba en verde —como puede apreciarse en la foto— y no en rojo, indicando falta de batería.
Resumiendo, estamos ante un producto que muere por ambición, no por resolver mal lo que se propone: quien mucho abarca poco aprieta. Eso sí, la gran diferencia frente a este otro cargador que estuve usando meses atrás, es evidente: el iPhone 15 se calienta que da gusto. He detectado un incremento de 40ºC sobre la trasera del teléfono. Usando la funda de trenzado fino, la oficial del iPhone 15 Pro con MagSafe, esta temperatura se disipa con mayor facilidad y consistencia, así que recomiendo su uso en todo momento.
Me queda claro, no obstante, que utilizar este cargador magnético en pleno verano es contraproducente, peligroso incluso. Me hubiese encantado integrarlo en mi escritorio como un producto más de uso diario, por quince euros no puedo pedir mucho más. Pero no va a poder ser. Se van de vuelta.
Applesfera | 'Diario' es lo mejor de iOS 17 desde el botón de aviso SOS: un hábito de escritura para verbalizar cómo nos sentimos
Ver 8 comentarios