La espera ha llegado a su fin: Apple acaba de anunciar el nuevo MacBook Pro de 16”, la siguiente generación del portátil profesional de la compañía con cambios importantes respecto a la anterior versión. Para ello, estamos encantados de ofreceros en Applesfera las primeras impresiones del nuevo producto, en exclusiva, después de haber probado el nuevo Mac durante un día.
Este nuevo MacBook Pro reemplaza al modelo de 15’4” actual por completo, por lo que la nueva pantalla de 16” se convierte no sólo en la mayor pantalla para un MacBook Pro disponible, también en la pantalla Retina más grande que se ha fabricado para un portátil de Apple.
La pantalla Retina más grande que ha fabricado Apple con un look familiar, que cuenta con cambios importantes en los puntos clave
La apariencia física externa es muy similar a la que ya conocemos de la generación anterior: mismos materiales y colores, en plata y gris espacial. Los tres grandes cambios de diseño pueden pasar desapercibidos a simple vista si no nos fijamos en los detalles: la pantalla con menos bordes, la nueva TouchBar con tecla Esc y el Magic Keyboard por primera vez en un Mac, sustituyendo al anterior teclado con mecanismo de mariposa. Pero hay mucho más.
Pantalla Retina más grande, más memoria RAM y un disco duro gigante
El primero de estos cambios, es la pantalla. Se mantiene el espacio de color cinematográfico P3, con una resolución de 3072x1920 a una densidad de 226 ppi. Tuvimos la oportunidad de preguntar a Apple por qué no han añadido una pantalla 4K a su portátil profesional: la respuesta es que a la distancia de visionado del monitor del portátil, la diferencia en nitidez no es distinguible y no justifica la amplia huella en energética en la batería. Así que optaron por tener una resolución donde los detalles se puedan ver al máximo para la distancia de uso, sin impactar en la batería.
La pantalla continúa teniendo los 500 nits de la generación anterior pero esta vez el usuario puede ajustar la frecuencia de refresco dentro de las Preferencias del Sistema. Con ello, Apple quiere ponérselo más fácil al creador de contenido que puede adaptar esta valor en el monitor del portátil al del proyecto en el que está trabajando.
Los bordes se han reducido y aunque no es un cambio radical, al usarlo por unas horas y volver a una pantalla normal se echa de menos dicha reducción
Los bordes de la pantalla no han desaparecido tanto como nos hubiera gustado, pero son un 34% más delgados en los laterales y un 25% menos en la zona superior e inferior. Quizás en las fotos o vídeos no parezca mucha reducción pero al usarlo por unas horas y volver a mi MacBook Pro de 2016, los bordes del mío me han parecido gigantes, sobre todo los laterales (que fácil es acostumbrarse a lo bueno). No es un cambio significativo pero sí que ayuda a dar una sensación de más ligereza a la pantalla en el trabajo continuo. La calidad de la misma sigue siendo magnífica y luce espectacular en el nuevo lienzo de 16” que también es compatible con TrueTone.
La memoria y el disco duro es algo que también se ha mejorado escuchando a los usuarios. Por fin hay opción de montar un MacBook Pro con 64GB de memoria RAM DDR4 (de momento es el único portátil de Apple que lo permite) y es posible llegar hasta los 8TB de almacenamiento. Una auténtica monstruosidad como almacén de archivos, orientado evidentemente a profesionales que no quieran llevar accesorios externos cuando trabajan fuera del estudio y buscan un sistema compacto con todos sus proyectos y ficheros.
Procesadores más potentes y mejora en gráficos con hasta 8GB de VRAM
Este nuevo MacBook Pro monta los últimos procesadores de novena generación de Intel, que ahora mismo son los más potentes que la empresa puede ofrecer a un integrador. Se pueden configurar entre 6 y 8 núcleos, contando este último con una aceleración por Turbo Boost que puede llegar a los 5 GHz. Con esta capacidad en multithreading, los usuarios pueden disponer de más hilos en paralelo para compilar aplicaciones en Xcode, o proyectos con alto componente en cálculos de CPU, en menos tiempo.
También se actualiza la gráfica más potente a una AMD Radeon Pro 5000M, con memoria GDDR6 y que puede ser configurada con hasta 8GB de VRAM. Todos estos números puestos en el global hablando de potencia del producto nos ofrecen aproximadamente el doble de rendimiento que en las configuraciones estándar: la generación anterior con la Radeon Pro 560X y 4GB y la actual con la Radeon Pro 5000M y 4GB también.
Las nuevas configuraciones de gama alta permiten conseguir un rendimiento teórico de hasta un 80% superior respecto a la generación del año anterior
Sin embargo, sí nos vamos a las configuraciones de gama alta de ambas generaciones, la cosa cambia y la distancia es mucho mayor. La mejor tarjeta del MacBook Pro anterior es la Radeon Pro Vega 20 con 4GB de memoria. Pero la mejor de esta generación es la 5500M y cuenta con 8GB de memoria GDDR6, lo que le supone - atención - un 80% más de potencia en total. Las pruebas con el benchmark clásico de BruceX en Final Cut Pro X, optimizado para Metal en su última version, me da unos 16,43 segundos de media: es el resultado que hace una año, en el análisis de la generación anterior, comentaba que era propio de estaciones de trabajo de escritorio.
Las pruebas sintéticas con Geekbench en su última y más potente versión 5 para macOS Catalina arroja unos resultados altísimos, sobre todo teniendo en cuenta que el popular sistema de medición de rendimiento cambió su escala al pasar de la versión 4 a la 5. Los números son de nuevo propios de sistemas más complejos de escritorio:
Todos estos valores los pondremos más en contexto con las pruebas del día a día en el próximo análisis a fondo. También he realizado alguna prueba con el popular sistema de medición gráfica de Maxon, Cinebench versión 20. A pesar de contar con sólo 16 GB en esta unidad de review, los resultados de nuevo lo sitúan entre los mejores benchmarks entre sus comparativas:
La arquitectura de gestión térmica también ha cambiado: se ha estudiado el proceso de convección de aire y el nuevo sistema de ventiladores se ha rediseñado. Cuentan también con más aspas por ventilador, para aprovechar cada rotación y mover más aire en cada giro (un 28% más, teóricamente). En mis pruebas, he forzado a activar los ventiladores y los he notado algo menos ruidosos que en otras generaciones.
También se ha rediseñado el disipador, indispensable en los modelos con los procesadores más potentes para los momentos en lo que los ponemos al límite: el nuevo disipador cuenta ahora con un 35% de más superficie de contacto con el procesador, con lo que es más eficiente repartiendo la carga de calor y en la gestión de la batería.
El nuevo teclado Magic Keyboard y un increíble nuevo sistema de altavoces
Con los problemas en algunos de los anteriores teclados de los MacBook Pro, Apple ha decidido no jugársela esta vez. Han estudiando los patrones de comportamiento de uso de escritura de los usuarios y se ha decidido por optar por una solución que siempre ha estado ahí: su sistema patentado de teclas, diferente al mecanismo de mariposa, que ya llevan los teclados Magic Keyboard del iMac Pro (y que no ha dado problemas).
Por ello, estos nuevos portátiles de 16” llevarán incorporados el Magic Keyboard que os sonará de los teclados de escritorios, un perfil ligeramente más alto (es más perceptible al tacto que a la vista), y muy poco sonoro. Esto es debido a un sistema de refuerzos de goma patentado por Apple que sostienen el impacto en cada tecla y la encajan reduciendo la energía al presionar, de forma más estable.
El nuevo Magic Keyboard sube ligeramente el perfil de las teclas y amortigua cada pulsación aportando comodidad y estabilidad al portátil
En el uso, es un teclado cómodo (personalmente me gustan mucho los teclados de perfil bajo) y cada pulsación es acompañada de forma más cómoda y agradable sin que haya un impacto tan brusco como en los mecanismos de mariposa (aquí utilizan un mecanismo de tijera, más conocido). Por cierto, la tecla Esc vuelve en formato físico a la izquierda de la Touch Bar, y el botón con TouchID está ligeramente separado de ella y es más cómodo de alcanzar, como ya vimos en los nuevos MacBook Air el año pasado. Otro cambio menos es que las teclas izquierda y derecha de los cursores están reducidas para que sean más fácilmente localizables con el tacto sin mirar a la pantalla.
Mención muy especial para el nuevo sistema de sonido que supera cualquier Mac o dispositivo iOS que Apple haya fabricado hasta la fecha (contando los últimos iPad Pro en los que seguro estáis pensando): seis altavoces de alta fidelidad están orientados en la carcasa para logran un sonido envolvente total y una calidad asombrosa (de verdad, tenéis que escucharlo). De hecho, el portátil es compatible con Dolby Atmos, y con una suscripción a Apple TV+ (cuyo contenido también lo es) sorprende la calidad de posición del audio y el movimiento sonoro. En mis pruebas, la calidad y naturalidad de música como “Bajo la piel” de Alice Wonder me ha dejado perplejo y la potencia del sonido ha llenado sin dificultad la amplia habitación de hotel donde estaba.
El sonido del nuevo MacBook Pro es literalmente el mejor que he escuchado nunca en un portátil: incluye incluso un sistema de cancelación de vibraciones
La mejora en la calidad la han conseguido con unos woofers que contienen un nuevo sistema de cancelación de vibraciones. Con ello, se reduce y aísla el ruido de las vibraciones para conseguir bajos más profundos. Esta mejora en la calidad del sonido es sin duda fruto de las buenas lecciones aprendidas en la miniaturización de los AirPods, que también se nota en los nuevos microfonos (en plural, porque cuenta con tres).
El objetivo de Apple es servir a los creadores de contenido simplemente con abrir el portátil: es por eso que han mejorado la calidad de los micrófonos para eliminar el ruido blanco capturado en un 40%. En la zona demo hemos hecho pruebas con portátiles de otras marcas o incluso micrófonos profesionales y el resultado del nuevo MacBook Pro ha destacado sobre todos ellos. Perfecto para las reuniones de videoconferencia o grabar un podcast en cualquier parte.
Una actualización basada en 6 cambios importantes
Este nuevo MacBook Pro busca mejorar los grandes pilares sobre los que asienta el producto en generaciones anteriores: la pantalla, potencia, sonido, teclado, almacenamiento y batería. Sobre este último apartado, algunos apuntes: se incluye un nuevo cargador más rápido que llega hasta los 96W (desde los 87W del modelo previo) y la batería se ha diseñado con el máximo tamaño permitido por la regulación para un portátil: 100 vatios/hora.
Esto añade 16 vatios/hora adicionales que nos dan algún empuje extra teórico en batería (11 horas aprox), siempre dependiendo del uso y flujo de trabajo que tengamos con el portátil (esto lo evaluaremos en la review completa con más tiempo de uso que estas primeras impresiones). También contamos con el procesador T2 que entre otras tareas, contiene el Secure Enclave para TouchID y codifica de forma segura el disco duro (y lo descodifica en tiempo real, sin sobre cargar al procesador principal).
En resumen, una muy buena primera sensación general para esta puesta al día que además no incrementa el precio con respecto a los modelos de 15” que existían anteriormente, partiendo exáctamente igual desde 2699€, ofreciendo más funcionalidades, potencia y tamaño de pantalla. Volveremos a hablar de él dentro de poco en la review en profundidad con las pruebas del día a día y así podremos desglosar definitivamente todos los detalles de esta prometedora generación.
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