Se podría considerar al Apple Watch como el auténtico heredero de la tradición iPod: en muchos sentidos, fue la primera tecnología “vestible” de la compañía e incluso tuvo que ser presentada de forma especial. Cuando Apple envió las invitaciones para la keynote, ya avisaban que iban a presentar algo nuevo y “Una pista: no es un Mac”. Aquello supuso muchas cosas, una de las más importantes era que Steve Jobs curiosamente dejaba atrás el rechazo a la tecnología móvil que años atrás había enterrado el Newton a un cajón. Parece que era el momento en que se podían crear cosas realmente interesantes más allá de los Mac.
El recorrido del iPod marcó una deriva que situó a Apple en la línea del horizonte de mucha gente que sólo la consideraba “una marca de ordenadores”. De hecho, años después la compañía se quitó de su apellido el “Computer” para ser únicamente Apple Inc., una empresa de tecnología global. Este efecto de atracción hacia la marca conseguido por el iPod lo heredó después del iPhone y el iPad, al ser considerados como dispositivos que marcaban nuevas familias de productos, nuevos usos y una mejora considerable que se aportaba al ecosistema completo.
El Apple Watch ha alcanzado la madurez evolucionando con pasos firmes hasta este Series 4
A los relojes inteligentes, de forma similar que ocurrió con los demás productos, no llegaron los primeros. De hecho, el Apple Watch apareció en una época en la que ya existía una buena gama de relojes y cómo los usos ya parecían tan definidos (notificaciones y poco más), todos los ojos estaban puestos en la compañía de Cupertino. En esta gama de productos, casi llegó antes la tecnología que los usos, e incluso el propio Apple Watch se ha ido especializando y evolucionando hasta el reloj que hoy vamos a analizar. Personalmente, el Series 4 es uno de los productos tecnológicos más interesantes de este 2018, veamos por qué.
Rediseñado completamente: estamos ante una nueva generación
Lo primero que llama la atención del Apple Watch Series 4 es la pantalla ligeramente más grande respecto a las series anteriores. Pasamos de una caja de 38 mm a la de 40 mm en el modelo más pequeño, y a una caja de 44 mm desde los 42 mm de los modelos grandes anteriores. El grosor también se aligera unos imperceptibles -0,7 mm, aunque viendo el nuevo Series 4 en conjunto si parece ligeramente más grande e incluso más delgado al ganar en extensión. En el día a día los 2 mm que ganamos con esta serie no cambian radicalmente el tamaño del dispositivo, por lo que si os gustaba el pequeño o el grande, yo os recomendaría que sigáis con el mismo tamaño.
Una de las dudas que me planteabais desde el momento que puede acceder a la zona de pruebas después de la keynote, es si las correas iban a ser compatibles con este nuevo modelo. La respuesta es rotundamente sí, esos 2 mm extra no han modificado significativamente el anclaje con las mismas. En mis pruebas, he probado todas las que tenía desde el Series 0 y han entrado sin problemas.
Este año por fin está disponible en España el modelo Cellular con eSIM para poder utilizarlo con llamadas y datos independiente del teléfono. Eso, aparte de las ventajas que hablaremos más tarde también nos aporta una novedad que no vimos en el Series 3 en nuestro país: la oportunidad de escoger entre el acabado de acero inoxidable o aluminio (el 3 sólo se vendió en aluminio en España). Además este año está disponible un nuevo color en todos los acabados, el oro - de la misma forma que ocurre con los iPhone.
El nuevo color oro es discreto y elegante, con variaciones entre las versiones de aluminio y acero
El color oro de esta generación es un color discreto que se mantiene en una linea elegante y sencilla. En acero inoxidable el oro es de una tonalidad más fuerte yo diría que incluso cogiendo tintes marrones, mientras que en aluminio adquiere toques cobrizos. No creo que esta graduación del color sea casual: hace que sea más fácilmente combinable con correas y - por qué no - con la ropa que llevemos.
Otro de los cambios más notables a simple vista - y aún no hemos encendido la pantalla - es el increíble trabajo en la parte trasera del reloj: el nuevo sensor cardíaco parece salido de una película de ciencia ficción. Todo se ha combinado en un sólo punto en el centro, mientras que dos semiarcos lo rodean: son los nuevos sensores para el electrocardiograma, un absoluto prodigio de la ingeniería y la miniaturización de los que también hablaremos después.
Por cierto, ¿la corona digital os resulta familiar? Pues se ha rediseñado completamente, tanto, que ahora es también parte de los sensores que cierra el circuito eléctrico - manteniéndola pulsada mientras estamos en una medición - del futuro electrocardiograma. A simple vista, la única diferencia que notaréis será que el círculo rojo que diferencia el modelo Cellular, ahora es un pequeño anillo y no ocupa toda su superficie.
La nueva corona digital y su motor háptico mejoran la interacción sin necesidad de mirar la pantalla
A la nueva corona digital se le ha añadido un motor háptico que permite emular mediante vibraciones las muescas físicas de las ruedas de los relojes tradicionales. El efecto es tan real que no se distingue de una rueda dentada mecánica, y watchOS la utiliza para darnos feedback mientras la rueda tiene uso: en menús, navegando entre listas, cambiando valores con ella, etc… A mi me ha resultado muy útil por ejemplo para utilizarla sabiendo la cantidad de desplazamiento que muevo mientras hago deporte sin necesidad de mirar la pantalla.
La pantalla como protagonista
Una de las cosas que más sorprenden con el Series 4 es que, a pesar de tener una forma muy similar, cuando la pantalla se enciende todo cambia. Es algo que incluso es difícil de trasladar en las fotos, pero la mayor superficie de pantalla y sobre todo, la buena decisión de Apple de redondear los marcos de la misma dan la apariencia de un acabado de borde a borde y de una pantalla enorme.
Hablemos de la pantalla y las sensaciones: en términos técnicos, tenemos la misma pantalla brillante de 1000 nits (la unidad de brillo de las pantallas digitales), una cantidad muy elevada que permite que el Apple Watch sea fácilmente visible incluso con la luz directa del sol - evidentemente es perfecto para el enfoque deportivo que la compañía lleva dándole al reloj sobre todo desde el Series 2. Sin embargo, tenemos que hablar de esta pantalla porque va a sentar precedentes en tecnología importantes que pronto se expandirán al resto de dispositivos.
La nueva tecnología OLED LTPO de Apple es prometedora: una pantalla más eficiente energéticamente que llegará a los iPhone del futuro
Apple ha diseñado esta pantalla utilizando la tecnología OLED LTPO (Low-Temperature Polycrystalline Oxide), de la que es propietaria ya que lleva desarrollando patentes y pruebas con ella desde 2015. Lo esencial de este nuevo tipo de pantalla es que gracias a un movimiento más fluido de los electrones, se permite un ahorro considerable de batería manteniendo las especificaciones Retina de la misma. Y es la propia compañía quien está desarrollándola, probablemente la próxima vez que hablemos de ella sea porque la veremos en los futuros iPhone. Esta pantalla demuestra también el interés de Apple en controlar y ahorrar hasta el último ciclo de energía en cada parte de sus dispositivos, sobre todo teniendo en cuenta que ellos no son fabricantes de pantalla. Es una muy buena noticia que ya podamos probar una pantalla de este tipo después de años de investigación y que - como veremos en la sección de batería - aporte tanto al conjunto en términos de eficiencia energética.
Esta nueva pantalla tiene un 30% más de superficie que los modelos anteriores, y es importante destacar que el Series 4 tiene nuevas esferas e interfaces de usuario personalizadas para este reloj. Ahora las complicaciones - estos pequeños satélites de las apps que se pueden incrustar en las esferas - pueden ser más grandes y sobre todo pueden ser más numerosos. Esto no es sólo un ejercicio del mayor tamaño de pantalla, también del nuevo chip S4 que permite gestionar hasta 8 complicaciones simultáneamente manteniendo el consumo energético mucho más eficientemente que el anterior S3.
Izquierda, Apple Watch Series 3. Derecha, Apple Watch Series 4
La pantalla es la auténtica protagonista del reloj: es fácil de ver estemos nadando, corriendo o andando por la calle, el nuevo tamaño la hace perfecta para personalizar al máximo las esferas que utilizamos en el día a día o en los viajes - y la nueva interfaz de Apple en las exclusivas del Apple Watch desde luego le sacan mucho partido. A simple vista, es espectacular e incluso parece que vaya mucho más al borde de lo que en realidad está: el ejercicio de diseño es impecable en esta generación (incluyendo también la corona digital), pero aún hay más cambios.
El botón de encendido y apagado ahora es más plano, continúa con el diseño de la caja y hace que se simplifique la apariencia del reloj. Tiene la misma sensación al tacto y sigue siendo igual de fácil acceder a él por las muescas de la incrustación en la caja. Durante algunos meses oímos rumores de que este botón podría ser completamente táctil con Force Feedback, pero de momento sigue siendo un botón al uso, sólo que mejor situado e igual de cómodo.
Nuevos altavoces y conectividad LTE
Los altavoces también han sido rediseñados en esta generación, ahora son más grandes y cubren toda la zona izquierda del reloj, orientados (si llevamos el reloj en la muñeca derecha) hacia nosotros. Apple nos dice que teóricamente estos altavoces mejoran hasta un 50% más en potencia de sonido, sin duda mejorados de cara a la conectividad LTE y para poder hacer llamadas y escuchar a Siri directamente sobre el reloj. No podemos escuchar música directamente en estos altavoces, al igual que ocurre en pasadas generaciones. Una curiosidad: la compañía ha situado el micrófono en el lado contrario (justo debajo de la corona digital) para reducir el eco en las conversaciones.
En la práctica, la mejora en el altavoz me ha permitido por ejemplo escuchar la voz de la app de Nike Run Club directamente en el reloj, en plena calle. Evidentemente no llega al nivel de los altavoces de un teléfono, pero te permite reconocer la voz incluso aunque tengas los brazos abajo. La calle no estaba concurrida pero sí había algo de tráfico, por lo que me parece un buen resultado - aunque mi recomendación es que el mejor accesorio para un Apple Watch, ahora mismo, son unos AirPods.
La nueva conectividad LTE es otro de los grandes cambios que por primera vez tendremos disponibles en países como España: la configuración de una tarjeta eSIM es sencillísima, y se hace desde la app del Apple Watch en el iPhone. No es necesario ir a ninguna tienda ni llamar a ningún teléfono para contratar el plan de datos. Una vez configurado, podremos contestar llamadas desde el reloj utilizando los altavoces y el micro del propio dispositivo, o de nuevo la mejor opción: utilizando unos AirPods ya que en mi opinión hablar desde el reloj deberían ser ciertos casos puntuales si lo queremos hacer de forma cómoda.
Las aplicaciones nativas también pueden utilizar también el plan de datos de la eSIM. Por ejemplo, algunas de las que más uso yo son CityMapper, Spark, Things, Overcast, Nike Run Club… En unas horas, publicaremos en Applesfera un artículo especial sobre todos los detalles de funcionamiento y peculiaridades de la característica de llamadas y datos en el Watch.
Chip S4, triple salto mortal de nuevo
Por si fuera poco, Apple no parece haberse conformado con la anterior generación de chips y saca por primera vez en su Watch un chip con arquitectura de 64-Bits: el S4. En términos de rendimiento la compañía promete el doble de velocidad con respecto al S3, pero lo importante - de nuevo - es que es todavía más eficiente gracias a la nueva arquitectura. Se hace patente el esfuerzo de Apple por exprimir la batería duplicando la potencia, lo cual es un paso hacia adelante importante. También incorpora el nuevo chip W3 de Apple, especializado en gestionar las conexiones inalámbricas como la Wi-Fi o para conectar con dispositivos como los AirPods. Ahora soporta Bluetooth 5.0.
En el día a día: las apps ahora vuelan, se abren desde las complicaciones casi al instante y los tiempos de carga son casi inexistentes. Si el Series 3 ya nos impresionó en este sentido, con el Series 4 llegamos al mejor punto hasta ahora en términos de respuesta no sólo con la interfaz, sino también con la presencia en pantalla de las aplicaciones. Y ojo que aquí estoy comentando apps de terceros - por ejemplo, Evernote me ha cargado sin tenerla pre-cargada en menos de un segundo. Las apps propias de watchOS como Mail, Entreno, etc… son instantáneas.
Prueba de uso de un día completo con los tres anillos cerrados y batería al 60% a las 0:44
Sumemos todo lo anterior: pantalla OLED LPTO, un chip de 64-Bits más eficiente energéticamente, watchOS 5 que ha sido todavía más optimizado… la teórica duración son 18 horas. En mis pruebas, despertando a las 7:00 de la mañana y guardando el reloj a las 0:44 aún tenía el 60% de batería, habiendo incluso cerrado mis tres círculos ese mismo día. El Series 4 puede durar aproximadamente dos días sin ningún problema, según estas mediciones, y teniendo en cuenta el incremento de potencia de este modelo es una muy buena mejora.
Los nuevos sensores
Sin duda el sensor estrella es el de frecuencia cardíaca para elaborar electrocardiogramas. Fue un anuncio importante durante la keynote y un hito dentro de los dispositivos médicos para consumidor que por primera vez pueden comprar algo con estas características. Como he comentado anteriormente, este sensor no sólo comprende los dos arcos que rodean el sensor cardíaco, también la corona digital es parte de él y se utilizará para cerrar el circuito eléctrico que toma las muestras.
El sensor ya está preparado en el hardware del reloj, pero se activará próximamente con una actualización de software ya que este tipo de mediciones deben pasar auditorías por las autoridades sanitarias de cada país, por lo que aún no hemos podido probarlo. En Estados Unidos la regulación se espera que llegue para final de año, y al resto de países es posible que más tarde - cuando haya obtenido el visto bueno en el país de origen.
La detección del movimiento y la posición se mejoran con el nuevo acelerómetro y giroscopio combinados
Dos cambios importantes son las mejoras en el acelerómetro y el giroscopio. En el primero, ahora se pueden medir hasta fuerzas de 32 g, el doble que en la generación anterior. Esto no quiere decir que podamos utilizarlo en nuestro jet hipersónico - si tenéis uno podríais, por cierto - sino que el acelerómetro ahora es más preciso para muestrear la variación de la velocidad y la inercia. En resultados prácticos: detecta de mejor forma el cambio en movimientos y permite ser más preciso para entender que entreno estamos haciendo, o para mapear mejor nuestra actividad deportiva. El giroscopio mejorado ayuda en la geolocalización y es más rápido situándonos en un plano espacial: quiere decirse que Mapas, por ejemplo, funciona mucho mejor y es más rápido para orientarnos con respecto al destino.
Una de las nuevas funcionalidades es la detección de caídas, que la compañía incluso separa en tres grupos. Esta funcionalidad aparece desactivada por defecto si tenemos menos de 65 años - que es el grupo de riesgo donde una caída puede suponer un problema físico grave - aunque podemos activarla desde la app del Apple Watch en el iPhone. Yo lo hice, y aunque emulé alguna caída (sobre la cama, no os preocupéis) no se me disparó la alerta. Posiblemente sea debido a mis nulas dotes de actor, no me lo tengáis en cuenta. Espero no probarlo de forma muy accidentada, pero si se me activa, actualizaré esta artículo con mis impresiones: parece que el reloj deja pasar cierto tiempo hasta que indicas que estás bien, o entonces llama a tu contacto de emergencia.
Conclusiones
Como comentaba al principio, este Apple Watch Series 4 es probablemente uno de los productos más interesantes del año. Apple ha conseguido evolucionar y rediseñar cada parte del reloj con auténticas acrobacias de ingeniería para ofrecer en un espacio mínimo avances que hace 5 años veíamos de ciencia ficción. El sistema operativo ha mejorado cada punto débil desde la primera generación y lo más importante - y donde la competencia está fracasando estrepitosamente - han conseguido llegar a ese punto de Lagrange equilibrado donde el dispositivo puede especializarse en salud y deporte sin perder su alma de accesorio vestible, o de moda.
Los precios de partida de los nuevos modelos son de 429€/459€ para los modelos sin Cellular. Si queremos utilizar la conectividad de las eSIM, habrá que sumar 100€ a cada precio anterior. Me parecen unos precios equilibrados para la cantidad de tecnología que hay en ellos, y parece que está batiendo récords de ventas también entre el resto de clientes. Como consejo antes de la compra, planteaos si lleváis el iPhone siempre encima o no: si pensáis muchas ocasiones al día donde no lo tenéis, comprad el modelo Cellular. Si no, con el Watch sin conectividad eSIM os será más que suficiente: incluso para hacer deporte podemos descargar música en sus 16GB internos y el GPS mapeará nuestro recorrido igual, no hace falta Cellular para eso.
En mi día a día, el Apple Watch se ha vuelto un dispositivo imprescindible (ya no me parece un “accesorio”), y este Series 4 redondea todo lo que hemos conocido desde el primer modelo. Más allá de las comodidades que me aporta en el día a día, los retos deportivos y la vertiente médica están consiguiendo diferenciarlo y situarlo en un punto interesantísimo dentro de la historia de Apple, incluso como puesta en público de muchas de las tecnologías que luego veremos en el resto de sus dispositivos. ¡Compradlo, y empezad a cerrar vuestros anillos!
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