Si eres de los que durante los últimos meses ha abrazado el uso del iPad como ordenador portátil, aprovechando su puerto USB-C al máximo y mezclando la tableta con el uso de un Mac, es posible que te hayas encontrado con un problema al conectar algunos discos duros externos. No sucede en todos ellos, pero es posible que en algunos casos esos discos no se monten adecuadamente en los Mac.
Es algo que me ha ocurrido a mí recientemente, y tras investigar sobre ello he podido encontrar la razón por la que pasa esto. No es ningún error, pero parece que hay cierto conflicto de lectura entre iPadOS y macOS con los discos en formato ExFAT. Y dicho conflicto se manifiesta cuando usamos el disco en varios dispositivos.
Cuando macOS no quiere montar un disco hasta que lo haya analizado
Todo comienza cuando conectamos, a través de un hub o adaptador, un disco duro externo con el sistema de archivos ExFAT a un iPad. iPadOS lee ese disco correctamente, pero después de desconectar el disco y conectarlo a un Mac, macOS no lo monta. Si accedemos a la aplicación Utilidad de Discos (presente en la carpeta Utilidades del directorio de aplicaciones del sistema) veremos que el disco externo es detectado, pero simplemente no se monta. Un intento manual de hacerlo nos da este error después de unos momentos de espera:
¿Que está ocurriendo aquí? La buena noticia es que no es nada excesivamente grave. Después de que el disco haya sido usado por iPadOS y se conecte en un Mac, por alguna razón macOS detecta que algo ha ido mal. Su reacción es no montar el disco y ejecutar un proceso llamado fsck para hacer un análisis, lo que dependiendo de la capacidad del disco y el rendimiento del Mac puede tardar desde 20 minutos a más de una hora.
Si abrimos una ventana del terminal y matamos ese proceso, cosa nada recomendable, macOS montará el disco pero en modo de sólo lectura avisando de que no puede garantizar la integridad de los datos. Nos aconsejará que copiemos todo el contenido del disco a otra parte y hagamos un reformateo. Si por otra parte no hacemos nada y esperamos un buen rato, el disco se acabará montando sin ningún problema después de que el proceso de análisis lanzado por macOS termine normalmente.
Llegados a este punto el disco puede usarse como si nada, pero si lo volvemos a usar en el iPad y después volvemos a conectarlo en el Mac tendremos que pasar por la misma secuencia de hechos. Suena a que hay algún tipo de incompatibilidad o conflicto con el sistema de archivos, o como mínimo con algunos modelos de discos que no están preparados. Hasta la fecha, por ejemplo, no he tenido este problema con pendrives formateados en HFS+.
¿Qué podemos hacer para evitarlo? Pues de momento, y sin poder asegurar que se arregle, intentar tener el disco en otro formato de archivos o buscar alternativas como el almacenamiento en la nube. Es de esperar que con el tiempo los desarrolladores de Apple encuentren el problema y una actualización de iPadOS solucione este problema.
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