Cuando escribes en Applesfera, queda garantizado que el periférico que más machacas es el teclado. Por muy robustos que sean, tras miles y miles de artículos siempre acaban desfalleciendo antes de lo que deberían. Así que por mi casa han pasado ya bastantes Magic Keyboard para mi escritorio de trabajo.
Pero el último cambio no fue hacia otro Magic Keyboard, a pesar de considerarlo uno de los mejores teclados que hay ahora mismo en el mercado. Quería lanzarme de nuevo a por un teclado mecánico, buscando una durabilidad mayor ante el uso tan intensivo que le doy. Así que es lo que he hecho, y ya tengo mis impresiones de lo que es usar un teclado mecánico moderno en mi Mac mini.
Keychron K3, lo más parecido a un Magic Keyboard en versión mecánica
El teclado que he elegido para reemplazar a mi Magic Keyboard ha sido un Keychron K3, de perfil bajo para asemejarse al máximo a la altura del teclado oficial de Apple. Su tamaño (de tipo 75%) también es muy similar al Magic Keyboard y se ahorra un pad numérico a su derecha. He aquí un "antes y después" de mi escritorio:
El mecanismo de las teclas retroiluminadas es un Cherry MX Brown, que se queda a medio camino entre las ruidosas teclas de un Cherry MX Blue y la suavidad de las MX Red con las que no tenemos ninguna sensación de click al teclear. Su precio es menor al de los Magic Keyboard, costándome unos 82 euros incluyendo los gastos de envío desde China.
Funciona mediante cable USB-C o Bluetooth, usando ese cable mencionado para la carga. Pero lo mejor de todo: tiene la distribución española ISO y cuenta con las teclas CMD adaptadas para macOS. Y ojo, que esta vez se incluye la tecla suprimir. Incluso tienes todas las teclas de funcionamiento del Mac integradas y funcionando.
No es sólo sensación: es también ergonomía
Lo primero que he notado al empezar a usar este teclado, aparte de la suavidad de las teclas a la que te acostumbras en unos días, es que es un teclado bastante más alto que los de Apple. Así que a pesar de tener un perfil bajo, he terminado adaptándome a este Keychron con la ayuda de un reposamuñecas HyperX con casi las mismas medidas.
Y he aquí el primer cambio: mientras que con el Magic Keyboard mantenía los brazos y muñecas sostenidos en el aire, con este Keychron y el reposamuñecas a juego he aprendido por fin a escribir con las muñecas apoyadas. Ahora, tras una jornada de trabajo, mis brazos ya no están tan resentidos.
La retroiluminación no es esencial, pero se agradece
Más allá de la ergonomía y de la sensación mejorada que es escribir sobre teclas mecánicas, la retroiluminación se agradece cuanto te toca escribir en días nublados o durante la noche. Hace que tengas que cargar la batería del teclado más a menudo y no es precisamente algo imprescindible en mi día a día, pero sí que es un buen añadido al que te acostumbras rápido.
Eso sí: lo que he evitado a toda costa son las opciones de ese retroiluminado para que las luces se muevan o hagan efectos cuando las pulses. Personalmente evito el gamer style, por decirlo de algún modo. Prefiero una luz estática, cosa que con este Keychron K3 casi consigues con una de las configuraciones de retroiluminación que la mantiene constante excepto cuando pulsas una tecla y su luz individual se apaga.
Las teclas extra que todo usuario de un Mac va a adorar
Además, Keychron ha pensado en añadir ciertas teclas pensando en algunas de las acciones más cómodas de macOS. Apple nunca ha hecho algo similar, pero en este teclado de Keychron tienes una tecla especialmente pensada para capturar una región de la pantalla:
También, además de los controles de iluminación y volumen en la nueva pantalla, tengo una columna extra de teclas a la derecha con algunas que normalmente están en teclados completos: avanzar y retroceder página, inicio y fin. Esa columna extra también permite que las teclas de dirección puedan ser de tamaño completo, cosa que en el Magic Keyboard no ocurre. Estas teclas son perfectas para alguien que escribe, ya que me permiten posicionar el cursor en partes de la línea sin tener que recurrir demasiado al ratón.
Ahora lo que más me interesa es saber cuánto me va a durar este teclado. Normalmente las membranas de los Magic Keyboard me suelen durar alrededor de un año y medio, pero los teclados mecánicos deberían soportar millones de pulsaciones y por lo tanto aguantar más tiempo encima de mi mesa.
Hay un teclado mecánico para cada persona y no dudo que mi elección no va a ser la adecuada para otras personas, pero tras las varias semanas de uso que le he dado a este Keychron K3 puedo recomendar firmemente uno de estos teclados para quien se pase muchas horas al día escribiendo o programando. La curva de aprendizaje puede ser un poco alta, pero cuando pasan unos días la sensación de incomodidad aparece en el Magic Keyboard y no en el teclado mecánico.
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