En determinados entornos la mayor preocupación hacia la seguridad de nuestro Mac no viene del software o de la privacidad de las herramientas que usamos, viene de un acceso no autorizado mientras no tenemos el ordenador a la vista. Algo que podemos solucionar de forma bastante sencilla configurando nuestro Mac para que se bloquee automáticamente pasado cierto de inactividad.
Un cierre de sesión muy necesario en más de una situación
Podemos encontrar a los ordenadores Mac en los ambientes más variopintos. Dependiendo de la importancia de la información que gestione la máquina, es necesario contar con una protección acorde. Una forma de hacerlo es colocar una contraseña tras el salvapantallas, pero para lograr el máximo grado de protección debemos acudir a un cierre de sesión automático.
Tras el cierre de sesión del Mac es prácticamente imposible atacar al ordenador. Entre otros, las llaves de cifrado de la información del usuario se han descartado de la memoria temporal, por lo que tratar de acceder a la misma es realmente difícil. Configurar un Mac para que se apague después de algunos minutos de inactividad es de lo más fácil. Lo haremos así:
- En el menú Apple () elegimos Preferencias del Sistema.
- Entramos en Seguridad y privacidad.
- Tocamos el candadito de la parte inferior izquierda.
- Introducimos la contraseña de nuestro Mac o utilizamos Touch ID para desbloquear el panel.
- Tocamos en Avanzado.
- Activamos la opción Cerrar sesión tras X minutos de inactividad.
- Ajustamos los minutos que queremos que el sistema espere.
- Pulsamos Aceptar.
Tengamos en cuenta que un intervalo de tiempo más corto será siempre más seguro. Aquí, sin embargo, tendremos que equilibrar también este tiempo con la usabilidad. La idea es que, si nos distraemos un minuto con nuestro iPhone, el Mac no se bloquee, pero sí lo haga si hemos abandonado el despacho, por poner un ejemplo.
Gracias al cierre de sesión automático podremos estar seguros de que, tras ausentarnos de la máquina, nadie sin la autorización necesaria podrá acceder a la información ni utilizar o controlar ninguna infraestructura que dependa del ordenador. Una medida que, si bien es excesiva para un Mac que podamos tener en casa, es más que interesante para ciertas ubicaciones. Una medida muy efectiva a la hora de mantener a nuestro Mac seguro.
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