La viuda de Steve Jobs, Laurene Powell, heredó más de 10.000 millones de dólares hace 13 años, justo cuando falleció el cofundador de Apple. Y lejos de vilipendiar esta fortuna o de malgastarla, la viuda de Jobs ha sabido muy bien en qué invertir su dinero: casas.
Lo curioso es que no las ha comprado para vivir o no al menos a corto plazo. En vista de sus inversiones se entiende que Laurene Powell quiere crear una mega urbanización de lujo en las zonas más exclusivas de California.
La obsesión inmobiliaria de Laurene Powell
Más de 15.000 millones de dólares es la fortuna que atesora actualmente Laurene Powell, según Forbes. Y no es sólo por las casi 40 millones de acciones de Apple y Disney que heredó de su difunto esposo, Steve Jobs, dado que ya antes de casarse con él a principios de los 90 ya tenía una vida muy cómoda.
Ahora buena parte de esa fortuna la está invirtiendo en casas y no precisamente de 30 metros. Solo desde 2015, Powell ha gastado 80 millones de dólares en bienes inmuebles. La mayoría de ellos, situados en exclusivas urbanizaciones en la costa de California.
Una de las últimas fue la denominada "casa más hermosa de América", una mansión de estilo renacentista español, incluyendo un terreno de alrededor de 5 kilómetros cuadrados y con vistas a la bahía de San Francisco. Está situada en una de las zonas de mayor lujo de California, compartiendo vecindario con otras caras históricas de Apple como el diseñador Jonny Ive. Y todo por "apenas" 70 millones de dólares.
Laurene no imagina iPhone, prefiere hacer fortuna con urbanizaciones de lujo
Antes de aquella, según relata Los Angeles Times, Powell había adquirido mansiones en packs. Hace casi diez años que se hizo con una mansión en Malibú valorada en 44 millones de dólares para unos años más tarde pagar por las otras dos mansiones vecinas por valor de 16.500 millones y 17.500 millones respectivamente.
Según el citado medio, Laurene Powell Jobs no pretende vivir en estas casas, sino crear un imperio inmobiliario al que sacar rentabilidad en el futuro. Una visión de negocio bien distinta a la tecnológica que poseía un Steve Jobs al que nunca le importó mucho eso de la vivienda. No al menos como para haber comprado dos casas en un año, como hace ahora su viuda.
No obstante, que no todo es inversión inmobiliaria y ostentación del lujo. Powell también realiza otras inversiones de caracter solidario, estando implicada en proyectos benéficos como Emerson Collective, enfocado en un sistema de becas educativas para menores en riesgo de exclusión. O en Waverley Street Foundation, que trata de minimizar los efectos del cambio climático sobre las familias más desfavorecidas.
Imagen de portada | Brian Ach/WireImage y Google Maps
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