La Apple Card ya está entre nosotros. Unos pocos usuarios afortunados ya pueden disfrutar de la primera tarjeta de crédito de los de Cupertino, con la que se benefician de recibir un reembolso de hasta el 3% con cada compra que se realiza, siempre con un mínimo de un 1% de beneficio.
Aunque esta tarjeta de titanio puede usarse en los establecimientos en los que no se aceptan pagos _contactless_, ha sido diseñada para funcionar codo a codo con un iPhone con iOS 12.4 o posterior. Todo se gestiona a través de la app Wallet, un tarjetero digital en el que se muestra el historial de transacciones y balances. Aunque a priori resulta bastante cómodo, puede ser un problema si perdemos el smartphone.
No existe una interfaz web para revisar los movimientos o realizar pagos
Una de las principales diferencias de la Apple Card con el resto de tarjetas de crédito es la manera de gestionarla. Mientras que con una tarjeta de un banco común y corriente podemos revisar los movimientos en una página web o recibir notificaciones por correo postal, en la de Apple todo se hace a través de la app Wallet del iPhone.
Como resultado, si perdemos el smartphone no tendremos acceso a su información hasta que lo recuperemos o compremos uno nuevo, y para entonces puede que un pago se haya retrasado y se nos cargue un interés por ello.
Los compañeros de BuzzFeed News han preguntado al servicio técnico de Apple por cómo se actuaría en el hipotético caso de que el iPhone se extraviara o nos lo robaran, y dan dos posibilidades. La primera es usar un iPad o cualquier otro dispositivo iOS para acceder a la app Wallet. La segunda es llamar al soporte de Apple para ponernos en contacto con un especialista de la Apple Card en Goldman Sachs. Deberemos proporcionar el nombre completo, fecha de nacimiento, los últimos cuatro dígitos del número de la seguridad social y el número de teléfono asociado a la cuenta.
En la web de Apple se recomienda activar _Find My iPhone_ para localizar el dispositivo y, si no hay suerte, poder formatearlo de forma remota y añadir un código de seguridad. También se recomienda programar pagos en Wallet para evitar retrasos y, así, prevenir recargos. Si no queremos programarlos, más nos vale tener un iPad como sustituto.
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