La llegada de Elon Musk al frente de Twitter y los cambios bruscos que apenas empezamos a ver es sólo una señal más: algo está cambiando en las redes sociales. Puede ser generacional, puede ser algo vinculado a nuestros hábitos, pero debates aparte estos servicios han introducido cambios que pueden cambiar la forma con la que interactuamos con ellos a diario.
Normalmente Twitter era una red que aplicaba cambios muy lentamente, con cuidado y analizando siempre la reacción de los usuarios. Ahora Musk quiere todas las novedades que tiene en la cabeza implementadas cuanto antes. Y mientras tanto, otras redes van adoptando nuevos propósitos aplicando sus propias novedades.
Un hueco en la "gran reestructuración"
Sólo hace falta recordar las últimas novedades de WhatsApp y Telegram para verlo: la primera con sus comunidades, la segunda con los temas dentro de sus grupos con muchos usuarios. Están pasando de ser simples aplicaciones de mensajería instantánea a poder albergar pequeñas redes cerradas por ellas mismas.
Eso puede hacer que, al menos en parte, servicios más simples como WhatsApp y Telegram puedan encargarse de algunas funciones que normalmente se hacían en las redes sociales más grandes y tradicionales. Por poner un ejemplo, gestionar una comunidad de vecinos era cosa de Facebook. Ahora se soluciona con un grupo o una comunidad de WhatsApp.
Instagram es otro caso de esta tendencia: lo que surgió como una red social móvil centrada en la fotografía ahora está pivotando hacia el vídeo como elemento central en un intento de competir cara a cara con TikTok. Si las redes sociales fueran casas en una calle, se oirían ruidos de reformas en todo el barrio.
Con todo este panorama, Apple sigue con su postura de no participar en el mercado de las redes sociales. Y es comprensible, viendo el historial de intentos que han tenido. Pero a donde quiero llegar es: si en algún momento Apple quiere lanzarse a tener un sitio en esta gran reestructuración, cada vez tiene menos huecos donde poder hacerlo.
Que sepamos, tenemos rumores de un rediseño de iMessage donde podríamos ver algún intento de ofrecer algo más que simple mensajería. Apple ya ha seguido los pasos de Telegram permitiendo la edición y el borrado de mensajes, así que podríamos ver algo más complejo en ciernes.
Pero por supuesto, otra cosa que puede estar ocurriendo es que Apple simplemente no quiera participar en esta tendencia y seguir manteniéndose alejada de todo concepto de red social. Y de momento, todas las señales apuntan a eso sin ir más allá de una mejora en su propia red de mensajería.
No dudo que en los despachos de Apple esto tiene que haber sido protagonista de muchas reuniones: una red social o servicio similar propio podría ser una fuente de ingresos interesante ahora que hacen falta. Ese podría ser el aliciente. Como suelo decir, el paso de los meses nos irá revelando el rumbo.
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