El pasado 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos, Apple lanzó el último servicio anunciado que le quedaba en el tintero: Apple TV+. Esta plataforma de suscripción de vídeo en streaming, a diferencia de Netflix, HBO España o Amazon Prime Video, solo cuenta con producciones propias y contenido original en su catálogo, nada de series y películas que hayamos podido ver en otros lugares.
A pesar de estrenarse con pocos títulos, siendo esta la principal queja de los usuarios, la compañía va añadiendo poco a poco más contenido. Una de las últimas ficciones que llegó a Apple TV+ es 'Truth Be Told', una serie protagonizada por actores reconocidos como Octavia Spencer, Aaron Paul y Lizzy Caplan.
Aunque no tiene una base de suscriptores tan consolidada como la de las alternativas mencionadas, Apple está regalando un año a los que adquieren un nuevo dispositivo de la marca u ofrece a los estudiantes que paguen la cuota especial de Apple Music la posibilidad de acceder gratuitamente, pudiendo provocar un afianzamiento. Si se diera el caso de que se volviese una propuesta popular, podría tener problemas en Rusia.
Una ley contra los servicios de vídeo extranjeros
La situación que está viviendo Apple en Rusia no es fácil. El país de Vladimir Putin aprobó una ley que obliga a que los smartphones, ordenadores, tablets y televisores inteligentes traigan una serie de aplicaciones instaladas por defecto que ayude a las empresas locales a competir contra las extranjeras. Los de Cupertino, como bien es sabido, son reacios a preinstalar software de terceros en sus dispositivos.
A esta normativa se suma el interés del gobierno ruso de legislar para limitar los servicios de vídeo extranjeros a favor de los locales. En este idea se menciona directamente a Apple. Elena Khlebnikova, directora de contenido del servicio de vídeo online _TVzavr_, contó a _The Hollywood Reporter_:
En este punto no vemos a Apple TV+ como competidor porque tiene una política de contenido y audiencia totalmente diferente. Como sabemos, el servicio no ofrece contenido doblado al ruso, lo que podría significar que la compañía no espera una audiencia sustancial en la etapa inicial, ya que los espectadores rusos, en su mayoría, no están acostumbrados al contenido subtitulado.
Si bien ni Apple o Netflix, una de las plataformas de streaming mayoritarias, han dado a conocer cuántos suscriptores tienen en Rusia, si el número de clientes empieza a crecer podrían tener que enfrentarse no solo a más restricciones, sino también a la salida del mercado ruso. Esto es porque hace dos años se aprobó una ley que restringe la propiedad extranjera de los servicios de vídeo al 20%, pero solo se aplica a los que tengan un número de suscriptores que supere el 50% del total de usuarios rusos que consumen contenido en streaming.
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