MacBook Pro M4 (2024), análisis: la armonía del equilibrio

Apple lleva años puliendo su línea MacBook Pro con Apple Silicon, y el modelo con procesador M4 no es una excepción. Este portátil parece diseñado con precisión para quienes buscan una máquina potente, equilibrada y confiable, sin necesidad de saltar a los extremos del M4 Pro o Max. El MacBook Pro con M4 es un equipo que se puede desenvolver cómodamente en el mundo del alto rendimiento sin perder de vista la eficiencia y la sencillez que caracterizan a Apple.

Lo primero que llama la atención del M4 es su consistencia: un procesador con 10 núcleos de CPU y GPU que ofrece lo necesario para tareas creativas, programación, diseño gráfico e incluso edición de video en proyectos ligeros. Y lo hace sin excesos. La arquitectura de 3 nm le permite ser eficiente tanto en rendimiento como en consumo, y se nota que Apple ha cuidado la experiencia del usuario para que el M4 sea, en todo momento, un portátil Pro a la altura de sus estándares. No es simplemente un "modelo básico"; es el equipo que muchos profesionales esperaban como opción equilibrada.

En este modelo encontramos una incorporación especialmente bienvenida: la opción de pantalla Liquid Retina XDR con nanotextura. Este detalle hace que trabajar en ambientes con luz variable, incluso en exteriores, sea mucho más cómodo. Es un toque distintivo en una máquina que ya de por sí ofrece una gran experiencia visual y que ahora se adapta mejor a los entornos cambiantes. Probablemente, cuando compre mi próximo MacBook Pro sea con opción de nanotextura.

Ficha técnica del MacBook Pro M4

Diseño Pro sin adornos, el equilibrio entre forma y funcionalidad

En diseño, Apple no se ha apartado mucho de la fórmula que ya funciona: un cuerpo unibody, bordes sutilmente redondeados y un teclado enmarcado en negro que da un toque característico y profesional. Sin embargo, es en los pequeños detalles donde el MacBook Pro M4 realmente brilla. Su construcción robusta y el acabado de alta calidad siguen dando forma a un equipo preparadísimo para la vida profesional de alto rendimiento, manteniendo una portabilidad que facilita llevarlo a cualquier lugar.

El aspecto es idéntico, en forma, al que ya conocemos de generaciones anteriores. Con permiso del MacBook Air M3 (para mi, el portátil con mejor diseño de la marca), este modelo sigue impresionando en aspecto. Rotundísimo sobre la mesa de trabajo, o cualquier mesa - allá donde vayamos. Como mucho, le pediríamos una reducción de los bordes y la eliminación del notch, que sigo considerando exagerado teniendo en cuenta la tecnología actual.

La conectividad es otro punto en el que el M4 ofrece todo lo que un profesional podría necesitar, pero sin excesos que luego no vamos a utilizar. Con tres puertos Thunderbolt 4 (en modelos superiores se incluye Thunderbolt 5) y HDMI con salida 8K, el equipo cubre desde conexiones para pantallas de alta resolución hasta periféricos avanzados. Además, el puerto MagSafe 3 y la ranura para tarjetas SDXC son adiciones que completan un paquete de conectividad pensado para evitar los adaptadores. En un mundo donde muchos modelos profesionales tienden a reducir puertos en sus opciones de entrada, el MacBook Pro M4 permite conexiones avanzadas sin sacrificar simplicidad.

Y, claro, está la pantalla con opción de nanotextura. La Liquid Retina XDR, de por sí impecable en calidad, precisión de color y nitidez, se convierte en una herramienta aún más versátil cuando se le añade esta característica. La nanotextura evita reflejos molestos, manteniendo los colores vivos y el contraste de forma precisa, incluso en condiciones de luz intensa. Esta mejora permite trabajar en entornos con mucha iluminación sin tener que forzar la vista, lo que convierte al M4 en una opción flexible para los profesionales en movimiento.

Llevaba tiempo esperando que esta opción estuviera disponible para los MacBooks, y por fin podemos probarla en un portátil de la marca. Como decía antes, tengo pocas dudas de que mi próximo MacBook Pro lo compraré con este tipo de pantalla: atenúa prácticamente a la mitad los reflejos, manteniendo la fidelidad de la imagen. No he notado menos brillo o capacidad en la pantalla que en mi MacBook Pro M3 Pro, y es comodísimo al utilizarlo en oficinas y cafeterías. Si vais a utilizar este MacBook Pro más de la mitad del tiempo fuera de casa, os recomiendo encarecidamente esta opción.

Con un brillo máximo de 1600 nits en HDR (1000 en SDR, mejorando la generación anterior que se quedaba en 600), el M4 ofrece una precisión de color que es perfecta para edición de fotos y diseño. Además, ProMotion ajusta la tasa de refresco hasta 120 Hz, manteniendo la fluidez visual sin impacto en la batería. Esta pantalla es ideal tanto para profesionales creativos como para quienes buscan una experiencia visual cómoda durante largas horas de ocio o trabajo.

El sistema de sonido es otra de las características destacadas de este equipo. Con seis altavoces y subwoofers duales, el audio es nítido y equilibrado, con graves profundos y agudos claros. Esta configuración permite disfrutar de un sonido inmersivo, ya sea en videollamadas (que además tienen cancelación de sonido gracias a macOS), escuchando música o viendo contenido multimedia. Apple ha sabido trasladar su experiencia en audio desde dispositivos como los AirPods o HomePod a sus portátiles, y se sigue notando en la calidad y claridad del sistema de sonido de esta generación.

Un procesador M4 que se adapta al ritmo de cada día

El MacBook Pro con M4 tiene un objetivo claro: ofrecer potencia para las tareas de la jornada. El chip M4 con 10 núcleos de CPU (2 más que la generación M3 de inicio) y GPU no pretende competir con los modelos M4 Pro o Max en gráficos avanzados, pero su capacidad es más que suficiente para quienes trabajan en diseño, edición de fotos o programación. Apple ha equilibrado la potencia y la eficiencia, permitiendo que el M4 maneje tareas exigentes sin consumir demasiada batería ni generar calor innecesario.

En la práctica, esto se traduce en un equipo que permite realizar multitarea con soltura, manteniendo la respuesta fluida de macOS y gestionando aplicaciones creativas como Photoshop o Illustrator sin problemas. Los 16 (¡por fin!), 24 o 32 GB de memoria unificada le permiten afrontar sesiones de trabajo intensivas sin perder rendimiento. En tareas más cotidianas, como la navegación web o la edición de documentos, el equipo se mantiene fresco y silencioso.

Además, la arquitectura de 3 nm ayuda a que el M4 mantenga un balance excelente entre rendimiento y consumo energético. Apple ha diseñado este modelo para que conserve la batería en tareas ligeras, pero responda sin esfuerzo en trabajos que requieren más potencia. Este es el equipo para aquellos que buscan una experiencia Pro pero no necesariamente una estación de trabajo gráfica. Así, el M4 se convierte en una opción inteligente para quienes necesitan algo más allá del MacBook Air sin necesidad de pagar más por un M4 Pro.

Los datos que nos devuelve Geekbench 6 mejoran los que ya veíamos en el iPad Pro M4, gracias a la refrigeración activa de este portátil, perfilando la linea de avance de la gama Apple Silicon - que separa de forma progresiva este procesador del anterior M3 por unos 780 puntos. Y es significativo, ya que el salto es mayor (casi el doble) del que se dio cuando pasamos del M2 al M3.

Los resultados del benchmark Blackmagic Disk Speed Test para el MacBook Pro M4 revelan un rendimiento sólido en cuanto a velocidad de lectura y escritura del almacenamiento SSD. Con una velocidad de escritura de 3271.6 MB/s y lectura de 2902.3 MB/s, este SSD ofrece una tasa de transferencia de datos que, aunque no alcanza los niveles de los modelos M4 Pro o Max, sigue siendo más que suficiente para la mayoría de tareas profesionales. Estas velocidades permiten manejar sin problema archivos de video en alta resolución, como los formatos ProRes 422 HQ y H.265, incluso en configuraciones de 8K y 12K a 60 cuadros por segundo. Es un rendimiento adecuado para edición de video y fotografía en alta calidad, que asegura tiempos de carga y transferencia de archivos rápidos y eficientes.

El SSD del MacBook Pro M4 supera los requisitos necesarios para manejar archivos de alta resolución en formatos intensivos como Blackmagic RAW, ProRes 422 HQ y H.265, lo que permite trabajar cómodamente con secuencias en 4K e incluso 8K en tiempo real. Las velocidades alcanzadas para los diferentes formatos demuestran que el SSD es rápido en el procesamiento de video HD y 4K, aunque en 8K y 12K las tasas de transferencia son más conservadoras, especialmente en Blackmagic RAW.

El Blackmagic RAW Speed Test es una herramienta diseñada para medir el rendimiento de un equipo en la reproducción y edición de archivos en formato Blackmagic RAW (BRAW), uno de los formatos de video más populares en producción profesional por su capacidad de manejar video de alta resolución con buena calidad y tamaño de archivo manejable. Este test simula la decodificación de video en diferentes resoluciones y tasas de compresión de BRAW para evaluar como de eficiente es el sistema al procesar estos archivos.

En el caso del MacBook Pro con procesador M4, los resultados son buenos para manejar video en formatos y compresiones comunes en el flujo de trabajo de video. Para resoluciones más altas, como 8K, el rendimiento es aceptable, logrando 40 FPS en 8K usando CPU y 77 FPS usando Metal (GPU) en la compresión 12:1, una tasa adecuada para tareas de previsualización. Sin embargo, en compresiones más bajas, como BRAW 3:1, la tasa de cuadros baja, especialmente en 8K, lo cual indica que, aunque el MacBook Pro M4 puede manejar estas resoluciones, los modelos superiores de la gama (M4 Pro o Max) podrían ser más adecuados si se requiere edición fluida en resoluciones ultra altas y compresiones bajas. Este análisis demuestra que el M4 tiene un rendimiento sólido para tareas de edición estándar, pero que podría estar un poco limitado en escenarios de procesamiento más exigentes.

El benchmark Cinebench 2024 muestra resultados sólidos en el MacBook Pro con procesador M4, especialmente en rendimiento de un solo núcleo, donde alcanza 171 puntos, posicionándose como el mejor en su categoría en comparación con otros chips de Apple Silicon y procesadores de Intel y AMD. Este rendimiento en single-core es especialmente útil para tareas donde la velocidad de un núcleo es fundamental, como ciertas aplicaciones de diseño y productividad que no optimizan el uso de múltiples núcleos. En este aspecto, el M4 demuestra una notable mejora frente a generaciones anteriores, como el M1 Max y el M1 Ultra, que se quedan en 113 puntos en pruebas similares. Esta ventaja confirma que el M4 es ideal para trabajos profesionales que requieren agilidad en procesos de cálculo a pequeña-mediana escala.

En rendimiento multinúcleo, el MacBook Pro M4 alcanza 971 puntos, lo cual está en línea con sus 10 núcleos y la arquitectura optimizada de 3 nm. Aunque no rivaliza con la puntuación de CPUs con más núcleos, esta cifra es más que suficiente para mantener una buena capacidad en multitarea y rendimiento estable en aplicaciones que sí aprovechan múltiples núcleos. En tareas cotidianas o aplicaciones profesionales de uso intensivo moderado, este rendimiento permite una experiencia más que fluida sin generar calor o consumo excesivo (de hecho, rara vez en estas ocasiones se activan los ventiladores). La puntuación de la GPU de 3956 puntos también destaca su potencial gráfico, siendo adecuado para edición y visualización en alta resolución. En conjunto, estos resultados posicionan al M4 como una opción balanceada y potente, reforzando la visión de un MacBook Pro de alto rendimiento sin saltar a la gama de M4 Pro o Max.

En el benchmark de Blender 4.2 usando la GPU del MacBook Pro M4 (con 10 núcleos gráficos), el equipo alcanza una puntuación de 1071.01 puntos en modo Metal, lo que lo coloca en el 31% superior de todos los benchmarks registrados en la plataforma. Esto demuestra que el M4 ofrece un rendimiento gráfico sólido para tareas de renderizado en 3D, sin alcanzar los niveles más altos reservados para GPUs más potentes o configuraciones de mayor número de núcleos, como las que ofrecen los modelos M4 Pro y Max. Aun así, esta puntuación confirma que el M4 puede manejar cargas de trabajo de modelado y renderizado en Blender, especialmente en proyectos de complejidad moderada.

En la prueba de Twinmotion con el MacBook Pro M4, observamos un rendimiento aceptable para una escena arquitectónica compleja. El equipo logra mantener una tasa de 29 FPS, lo cual es manejable para visualizar y editar escenas detalladas en tiempo real. Este rendimiento sugiere que el M4 es capaz de manejar por si solo proyectos de visualización 3D de mediana complejidad, pero podría mostrar ciertas limitaciones en escenarios más exigentes que requieren un rendimiento superior en entornos gráficos de gran escala.

En términos de uso de recursos, la GPU trabaja al 99% de su capacidad, mientras que la RAM de la GPU está al 30%, lo que indica que el MacBook Pro M4 aprovecha bien sus capacidades gráficas. La CPU se mantiene en un uso bajo (10%), lo que es una buena señal de que el equipo está optimizando su rendimiento al delegar la carga principal en la GPU. Sin embargo, para usuarios que trabajen con escenas aún más complejas o con muchos efectos de iluminación y texturas, es posible que el M4 no sea suficiente y recomendaría pensar en un M4 Pro o Max, que ofrecen núcleos adicionales y mayor rendimiento gráfico.

En la prueba con Logic Pro en el MacBook Pro M4, observamos que el equipo maneja múltiples pistas de instrumentos virtuales simultáneamente sin mostrar signos de sobrecarga. En esta prueba se muestra una sesión con más de 100 pistas activas simultáneamente, cada una reproduciendo eventos MIDI con procesamiento de audio, lo que demuestra que el M4 tiene una capacidad sólida para trabajos de producción musical de complejidad moderada. El rendimiento estable indica que el MacBook Pro M4 es perfectamente adecuado para productores y compositores que trabajan en proyectos no muy complejos.

También es un muy buen ordenador para desarrolladores. Siempre me gusta probar el XcodeBenchmark, una prueba que cruza decenas de dependencias, preparado en su última versión para el nuevo Xcode 16. En esta prueba, se tardó 152 segundos en compilar el enorme proyecto, por lo que esté MacBook Pro con M4 puede con desarrollos muy complejos.

El rendimiento del MacBook Pro M4 ejecutando LM Studio con un modelo de IA local, en este caso el Mistral 7B, es sorprendentemente ágil para un equipo de su tamaño y categoría. Con una velocidad de 21.18 tokens por segundo, el M4 demuestra que es capaz de gestionar modelos de IA de tamaño medio sin depender de servidores externos ni de GPUs dedicadas. Esto abre un mundo de posibilidades para desarrolladores y entusiastas de la inteligencia artificial que necesitan hacer pruebas rápidas, entrenamientos de modelos ligeros o prototipos directamente en el equipo. Ver este nivel de respuesta en un portátil, sin latencias y con fluidez, refleja el gran trabajo de optimización en la arquitectura de Apple Silicon y el potencial del M4 para tareas de machine learning y procesamiento de lenguaje natural a nivel local.

Aunque no es necesario que montemos nada extra en este Mac si ya queremos probar una IA: Apple Intelligence ya está disponible en España si configuramos el portátil en idioma inglés. Esto nos ofrecerá herramientas avanzadas de escritura y búsqueda visual de fotos que están profundamente integradas en macOS Sequoia. Las nuevas herramientas de escritura permiten reescribir, resumir y mejorar la redacción en cualquier aplicación compatible, ayudando a los usuarios a expresar ideas de forma más clara y efectiva sin salir de su flujo de trabajo.

Además, el sistema es capaz de realizar búsquedas visuales en la aplicación Fotos mediante consultas en lenguaje natural, permitiendo encontrar imágenes basadas en descripciones, como "perro en la playa" o "atardecer en la montaña", y aplicar ediciones de forma rápida con la función Clean Up, que elimina elementos no deseados en las fotos manteniendo la autenticidad de la imagen​.

En cuanto a la comunicación y productividad, Apple Intelligence quiere ahorrarnos tiempo al usar el correo electrónico y mensajes mediante resúmenes automáticos y respuestas inteligentes que permiten obtener la información esencial de cada mensaje con un solo vistazo, y responder de forma rápida y precisa. Además, Siri ha evolucionado para ofrecer una interacción más natural y contextual, manteniendo el flujo de la conversación y entendiendo referencias de interacciones previas, lo que facilita su uso para consultas complejas. Son mejoras muy pensadas en el día a día, aunque - recuerdo - sólo disponibles por el momento en inglés. Se espera que Apple Intelligence llegue en español en abril de 2025.

El rendimiento del MacBook Pro M4 con el juegazo Myst a 30 fps ofrece una experiencia visual inmersiva que logra capturar la esencia de esta clásica aventura. Gracias a la reciente actualización de Myst a Unreal Engine 5.3.2, el juego es muy estable, manteniendo la fluidez en cada movimiento y transición entre escenarios. La incorporación de reflejos trazados por rayos añade un nivel de realismo que transforma los entornos del juego; los reflejos en el agua y las superficies metálicas lucen muy detallados, lo que realza la atmósfera misteriosa y cautivadora de Myst - uno de mis juegos favoritos desde el original de 1993. Este tipo de detalles es el que hace que recorrer la isla y explorar cada rincón sea una experiencia que va más allá de la nostalgia, convirtiéndose en una verdadera delicia visual (os lo recomiendo).

A 30 fps, el juego mantiene una jugabilidad estable, ideal para el tipo de exploración pausada y meticulosa que Myst propone. No se trata de una experiencia frenética, sino de un viaje visual y sensorial que invita a la contemplación. El M4 se desempeña con comodidad en esta tarea, manteniendo el equilibrio justo entre calidad gráfica y rendimiento, permitiendo que el usuario se pierda en la narrativa y en los entornos sin preocuparse por caídas en la fluidez.

Un Pro que no necesita estar atado al enchufe

La autonomía del MacBook Pro con M4 es un reflejo del cuidado que Apple ha puesto en su eficiencia energética. Gracias a la arquitectura de 3 nm, el M4 logra superar las 20 horas de uso en condiciones de trabajo mixto, incluyendo navegación, edición de documentos y algunas videollamadas. Esta duración hace que el M4 sea una herramienta muy confiable para profesionales que se desplazan o prefieren trabajar en diferentes lugares sin depender de la corriente.

Con tareas ligeras, la autonomía es incluso mayor, y para situaciones de más demanda, el cargador MagSafe 3 permite recuperar el 50% de la batería en unos 30 minutos. Esta gestión de la energía en el M4 permite que el equipo se adapte a casi cualquier tipo de jornada sin preocupaciones por la batería. Es la clase de portátil que puedes llevarte de viaje o a reuniones largas sin preocuparte de la carga. En mis pruebas, me ha aguantado perfectamente todo el día y me ha sobrado batería.

Además, el sistema de refrigeración mantiene el equipo en silencio y sin calor excesivo, incluso en tareas demandantes. Esto hace que el M4 sea una muy buena opción para quienes valoran un rendimiento eficiente pero también la comodidad de uso. Apple ha optimizado este modelo para que la energía se distribuya de forma eficiente y controlada (con el mismo diseño que la generación anterior, que está muy bien pensado y distribuido).

MacBook Pro M4, la entrada perfecta al mundo Pro sin concesiones

Dentro de la gama M4, cada modelo de MacBook Pro está pensado para diferentes perfiles de usuario, ajustándose a diversas necesidades de rendimiento, portabilidad y exigencia profesional. El MacBook Pro M4 estándar es una excelente elección para quienes buscan potencia y eficiencia en un formato accesible. Ideal para profesionales y estudiantes avanzados que manejan tareas como edición de fotos, diseño gráfico y programación, este modelo ofrece un equilibrio sólido entre rendimiento y duración de batería. Es perfecto para quienes necesitan una máquina confiable para un uso intensivo diario sin llevarla al límite, y se ajusta bien a quienes trabajan en entornos creativos moderados sin requerir procesamiento gráfico extremo o multitarea intensiva.

Por otro lado, el MacBook Pro M4 Pro es el modelo ideal para usuarios que trabajan con archivos más pesados y demandan una mayor capacidad en multitarea, como desarrolladores de software, diseñadores gráficos y editores de video en 4K. Con un mayor número de núcleos y opciones de memoria, ofrece un rendimiento superior para quienes necesitan agilidad y potencia en proyectos creativos de gran escala. En la cúspide de la gama está el MacBook Pro M4 Max, una herramienta pensada para los profesionales más exigentes, como cineastas, arquitectos y diseñadores 3D, que requieren máxima capacidad en gráficos y procesamiento para tareas como edición en 8K y renderizado avanzado. Con el M4 Max, los usuarios encuentran una auténtica estación de trabajo portátil, capaz de soportar los flujos de trabajo más pesados sin compromisos, ofreciendo una experiencia de productividad profesional al más alto nivel.

El MacBook Pro con M4 es un modelo que marca el equilibrio perfecto para quienes buscan potencia y calidad en un formato accesible. Con un procesador M4 que responde con soltura, una pantalla Liquid Retina XDR con nanotextura y una autonomía impresionante, este equipo se convierte en una opción destacada dentro de la familia Apple Silicon. Su diseño y características Pro sin excesos hacen que este modelo sea ideal para profesionales que necesitan un portátil confiable, potente y práctico para el día a día.

Este M4 es una puerta de entrada perfecta a la gama Pro de Apple, capaz de enfrentar tareas exigentes si no necesitamos la potencia de sus versiones superiores. Es una herramienta que se adapta a múltiples flujos de trabajo, desde diseño y programación hasta consumo de contenido, y lo hace con el nivel de calidad que Apple ya nos tiene acostumbrados. La opción de pantalla nanotexturizada y la mejora en el panel le da un toque de versatilidad que hace que este equipo destaque aún más en esta versión.

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