El 15 de septiembre de 2020 Microsoft anunciaba la llegada de Project xCloud de forma oficial a todos los usuarios de dispositivos Android. La plataforma se integró en la app Xbox Game Pass para tenerlo todo centralizado en un único sitio, y así no tener que descargar nada más de la tienda Google Play Store.
Los usuarios de iOS, debido a las restricciones iniciales de Apple y su App Store (aunque abrieron la puerta más tarde a los servicios de videojuegos en streaming con un cambio en su normativa, no han convencido lo suficiente a Microsoft, Google y Nvidia para realizar las modificaciones pertinentes), han tenido que esperar unos cuantos meses más para poder jugar en los iPhone y iPad.
Siguiendo el camino de Google con Stadia y Nvidia con GeForce Now, Microsoft también ha optado por desarrollar un cliente web accesible a través del navegador Safari para que los usuarios puedan disfrutar de Xbox Cloud Gaming en los dispositivos con iOS/iPadOS, y los más de cien títulos disponibles en Game Pass Ultimate.
Xbox Cloud Gaming en iOS: una experiencia en fase de pruebas que todavía tiene que pulirse
Microsoft dio un paso más el pasado 20 de abril con su servicio Xbox Cloud Gaming (Project xCloud) abriendo la versión web para ordenadores con sistema operativo Windows 10 y dispositivos con el sistema operativo iOS de Apple, es decir, los iPhone y iPad.
Los usuarios de 22 países (entre ellos, España) son candidatos a probar Xbox Cloud Gaming en estos entornos si tienen contratado Xbox Game Pass Ultimate. Pero no todos los clientes interesados tienen acceso, sino que primero tienen que recibir una invitación por parte de Microsoft que los incluya en la fase cerrada. No hace falta pedirla en ningún portal dedicado, sino que llega a la dirección de Outlook asociada a la cuenta de Xbox con Game Pass Ultimate.
Es por este motivo que es difícil predecir cuándo se va a recibir la invitación (si es que se recibe), por lo que hay que tener paciencia y esperar a ser uno de los afortunados. Yo me desperté el pasado sábado, 24 de abril, con el mensaje de correo electrónico que me confirmaba la posibilidad de jugar a Grand Theft Auto V, Gears of War o Dragon Quest XI S por streaming.
Requisitos e interfaz de Xbox Cloud Gaming
Los requisitos de Xbox Cloud Gaming no son exigentes. Solo se necesita un dispositivo con iOS 14, un mando compatible (oficial de Microsoft, diseñado para Xbox o que su funcionamiento esté verificado. En este enlace hay una lista con opciones funcionales), y una conexión a Internet con una velocidad mínima de 10 Mbps. Es preferible el cable, pero si se hace por Wi-Fi (lo más normal en tabletas y smartphones) es recomendable aprovechar la red de 5 Ghz.
Después de iniciar sesión con las credenciales de la cuenta asociada a Xbox en la que se ha recibido la invitación (Microsoft insiste: no se pueden reenviar ni intercambiar con otros usuarios), se accede a la plataforma. El diseño es bastante sencillo y simple, con un carrusel principal de gran tamaño con recomendaciones, y justo debajo de este, hay una lista con los títulos a los que solemos jugar, incitándonos a retomar la partida en portabilidad.
Al igual que en una videoconsola Xbox, hay un apartado dedicado a los videojuegos agregados recientemente a Game Pass Ultimate y los que van a desaparecer pronto de la suscripción. Si te sientes abrumado ante la oferta disponible, puedes acceder a una selección más personalizada buscando por género (clásico, indie, deportes y carreras, y tiros, entre otros).
Además, hay una sección de videojuegos compatibles con controles táctiles por si no se tiene un mando a mano. Esto es más factible en un smartphone de hasta 7 pulgadas, pero no en una tableta de casi 13” y con un peso considerable.
Aunque existe una app de Xbox Game Pass disponible en la App Store, en esta no está integrado el servicio. Como solución, Microsoft informa en un recuadro en la parte inferior derecha de que se puede añadir un acceso directo en la pantalla de inicio para no tener que escribir la dirección URL en Safari cada vez que se quiera acceder a la plataforma.
Durante el tiempo que he probado Xbox Cloud Gaming, he jugado a un poco de todo. He querido explorar diferentes géneros y mecánicas para ver cómo se comporta el servicio según el tipo de juego. Para ello he echado unas carreras en Forza Motorsport 7, explorado un mundo fantástico con combates por turnos en Dragon Quest XI S, y acribillado a hordas de no muertos en Zombie Army 4: Dead War.
Cuando pulsas sobre un juego te aparece una ficha detallada con varia información (género, desarrollador, PEGI, descripción de lo que nos vamos a encontrar y contenido), así como dos botones en la parte superior derecha: Reproducir y Ver en tienda. Este último es por si decides comprar una copia digital y seguir con la aventura donde la dejaste cuando ya no esté disponible en la suscripción.
Si le damos a reproducir, veremos una nueva pantalla con una nave espacial formada por polígonos en la que se avisa al usuario a través de mensajes que se está preparando el servidor para iniciar la reproducción del título. Hay que esperar un poco, pero nada preocupante: no suele tardar más de medio minuto. El problema está en la experiencia de juego.
Reproducción con saltos de imagen y bastante input lag
Antes de proceder a comentar mi experiencia, me gustaría remarcar que estamos ante un servicio en fase de pruebas, por lo que el equipo encargado de su desarrollo todavía está trabajando en él y, probablemente, irá puliendo en los próximos meses los problemas que me he encontrado. Desgraciadamente, Xbox Cloud Gaming tiene muchas cosas que pulir si quiere que los usuarios jueguen en su servicio en lugar de optar por Stadia, GeForce Now o Amazon Luna (inédito en España y gran parte del mundo).
Los videojuegos tienen cinemáticas que sirven para avanzar en la historia al introducir nuevas tramas y solucionar conflictos, así que he considerado oportuno comentar que, en ocasiones, he experimentado en la reproducción de los vídeos saltos de imagen o congelaciones. Es algo que no esperaba ver, ya que el usuario no interactúa en ellos. Y si ya en películas y series me molesta el judder (soy bastante sensible), en los videojuegos no es una excepción.
Esto ya me puso en alerta. Por desgracia, Xbox Cloud Gaming no ha mejorado mucho en este aspecto desde que lo probé en septiembre usando un smartphone con sistema operativo Android (y no cuento la vez que trasteé para hacerlo funcionar en una Nvidia Shield TV porque no está soportado oficialmente, pero también fue un desastre).
Por otra parte, el Input Lag es bastante notable. Esto es el tiempo que pasa desde que pulsamos un botón o movemos un joystick del mando hasta que el personaje/objeto realiza la acción. Es alto, y según qué títulos es imposible jugar así (véase los shooters competitivos como Call of Duty, sobre todo en el multijugador online o competitivo). Curiosamente, lo he notado más en unos juegos que otros.
En Forza Motorsport 7 es complicado manejar el coche con el retardo. Tomar curvas cerradas o evitar la colisión contra otros vehículos supone anticiparse teniendo en cuenta que las ruedas no van a girar en el momento en que desplazamos el joystick. Incluso en Dragon Quest XI S, un RPG por turnos en los que no debería suponer un gran inconveniente, la navegación por los menús se vuelve lenta. Por no hablar de cuando hacemos que el héroe corra por el escenario e interactúe con objetos, es un poco “desesperante”.
Cuando se acaba de jugar, aparece en pantalla una encuesta para valorar cómo ha ido la experiencia (Stadia también las usa para seguir mejorando con cada sesión de juego que tengamos). Es muy importante que el usuario les dedique tiempo y dé su opinión para que los desarrolladores tengan una retroalimentación y saber dónde enfocarse para pulir el servicio.
Creo que el juego en el que más cómodo me he encontrado es, paradójicamente, en el shooter Zombie Army 4: Dead War. No es perfecto, y también tiene Input Lag, pero no me resultó especialmente complicado apuntar a la cabeza de los no muertos para acabar con ellos.
El futuro de Xbox Cloud Gaming es prometedor, pero le queda camino por delante y hay competencia potente
Soy usuario de Stadia desde Navidad aprovechando la oferta de Cyberpunk 2077 con el mando y Google Chromecast Ultra gratis. Nunca había jugado antes en streaming (más allá de probar muy brevemente xCloud en Android en septiembre de 2020), y la experiencia fue sorprendentemente buena: resolución 4K (con Stadia Pro), un catálogo de títulos que va creciendo mes a mes y un input lag imperceptible en la mayoría de casos.
Seguramente, la experiencia de un servicio asentado y que no está en fase de pruebas como Stadia, cuyo funcionamiento realmente es casi magia, ha provocado en mí una decepción, a día de hoy, con Xbox Cloud Gaming. Pero es lo que avanzaba antes: no son comparables todavía.
Los servidores de Xbox Cloud Gaming se sustentan en el hardware de las Xbox One S, lo que influye en los tiempos de carga y funcionamiento en general del servicio. Es necesario que los actualicen. Ahora que ha salido su nueva generación de videoconsolas, una vez que haya más provisiones, deberían optar por cambiar las One S por Series X si quieren ser más competitivos.
El principal punto fuerte de la propuesta de Microsoft es su catálogo, con títulos que están disponibles desde su lanzamiento en la cuota de la suscripción de Game Pass Ultimate, y que con la adquisición de Bethesda irá a más con nuevas entregas exclusivas. Pero el desempeño de Google Stadia y GeForce Now (este último con Ray Tracing) son superiores al de la compañía de Redmond.
A pesar de todo, tengo fe en Xbox Cloud Gaming. Es verdad que va muy por detrás de sus competidores, y que siga en este estado a mediados de 2021 no invita a pensar que tengamos un servicio más estable este año. Pero si las principales críticas de sus rivales es el catálogo, en esta propuesta tenemos bufé libre a cientos de títulos, incluso AAA, por una cuota mensual y con la que es difícil no tener algo a lo que echarle horas.
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