Cuando estás al frente de una gran tecnológica, una buena parte de tu trabajo es intentar ver la intención y la estrategia de tus competidores. Si lo logras a tiempo puedes ganar una ventaja en el mercado que se puede traducir en ingresos de millones de dólares. Pero si no consigues entenderla... te puede ocurrir lo que le ocurrió a Bill Gates con el iPod en 2003.
"No veo que estemos haciendo lo suficiente para ser vistos como líderes"
En noviembre de 2003 el iPod ya tenía dos años de vida y la iTunes Store se estaba asentando en los ordenadores domésticos. Era el comienzo de lo que iba a ser el ecosistema musical que catapultaría los ingresos de Apple. Bill Gates era el Presidente del Consejo de Administración de Microsoft en esa época (dejó de ser CEO en el año 2000), y escribió un correo a sus compañeros para hablar del rumbo del iPod que podemos leer gracias a la cuenta de Twitter @techemails:
Bill Gates on the iPod
— Internal Tech Emails (@TechEmails) August 6, 2021
November 2, 2003 pic.twitter.com/A6q8b1LluQ
En ella podemos ver muy bien la reacción de Bill tras entender el rumbo que estaba tomando el mercado. Avisa a otros altos cargos de Microsoft que "no ha visto ningún escenario" en el que Microsoft podría competir en condiciones con Apple, "ni siquiera en Fotos, con la gran cantidad de usuarios que tiene".
Bill también acierta en su siguiente predicción: "todo el hardware que tiene la gente estará atado a otros servicios. Y la gente no va a querer deshacerse de su hardware". En otras palabras, se dio cuenta que Apple conseguía afianzar a sus consumidores con sus propios servicios de música. Si tenías un iPod, comprabas música en la iTunes Store.
"No veo que estemos haciendo lo suficiente para ser vistos como líderes", recalcaba Bill en su correo. "Admito que son ricos, pero tengo amigos que están comprando iPods con miles de canciones en ellos. Herb Allen ha comprado docenas de ellos para sus amigos. Y a Warren Bufett le encanta". Para cuando ese correo se envió ya era demasiado tarde.
Ahora bien, Microsoft como tal no puede quejarse: en la actualidad una buena parte de sus ingresos actuales vienen de sus servicios, y crece sin parar en el mercado de la nube. Office sigue siendo el rey de la ofimática, y Windows sigue siendo el sistema operativo de sobremesa más usado en todo el mundo. De los errores se aprende.
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