Con el evento de la semana que viene ya confirmado, conviene no perder de vista uno de los aspectos clave de la estrategia de Apple. Se trata de encontrar la manera de ensanchar su base de usuarios al mismo tiempo que se mantiene la esencia de la experiencia que ofrecen. En otras palabras, es el balance entre características ofrecidas y precio de venta.
Hay dos dispositivos que se rumorea que veremos la semana que viene y que apuntan en esta dirección. El primero es el iPad Air de cuarta generación y el segundo es el llamado Apple Watch SE.
Un iPad Air 4 como protagonista de la gama
Al igual que el iPhone se ha desdoblado en varios modelos en cada generación, el iPad también sigue este esquema. Y lo hace para cubrir mejor las necesidades de unos usuarios heterogéneos. Así, con el iPad de entrada contamos con un tablet potente, capaz de soportar experiencias de realidad aumentada, con herramientas como el Apple Pencil o el teclado y accesible en precio. Perfecto para colegios, niños o como equipo de consumo.
En el otro extremo tenemos el iPad Pro, cuya misión es explorar los límites de lo que un iPad puede hacer. Además del Apple Pencil y del Magic Keyboard, nos encontramos con un sistema de cámaras y LiDAR avanzados para crear y disfrutar más de la realidad aumentada. Con potencia para crear y editar video, ejecutar apps de diseño en 3D o música y llevar a cabo muchas de las tareas que se realizan en un ordenador convencional.
Bajo este marco, conviene preguntarse qué ofrecería el supuesto iPad Air de cuarta generación. Si tenemos en cuenta que es un modelo intermedio entre ambos iPad, podemos esperar un iPad Air 4 con características similares a estas:
- Diseño plano y pantalla sin apenas marcos.
- Tamaño de entre 10,5 y 11 pulgadas.
- USB-C como puerto principal.
- Una única cámara trasera.
- Touch ID en el botón de bloqueo.
- Procesador A14 (el actual es el A12 Bionic).
Resultaría un modelo más capaz que el de entrada y con una diferenciación clara con la familia Pro. En concreto, los dos tamaños de 11 y 12,9 pulgadas; Face ID; la doble cámara y el LiDAR que dan una experiencia de realidad aumentada avanzada; pantalla con ProMotion; y cuatro altavoces estéreo. De esta manera, la familia al completo tendría distintas funciones y características para diferentes tipos de usuario.
Un Apple Watch "SE" de entrada que asegure la experiencia adecuada
Del hipotético Apple Watch SE ya hablamos recientemente. Su posicionamiento seguiría el mismo camino que el iPhone SE aunque buscando un mayor alcance entre el público. Esto es, especificaciones punteras con ciertas concesiones para alcanzar un rango de precio atractivo.
Traducción, un Apple Watch con el diseño del Series 3, pero chip y comunicaciones del Apple Watch Series 6. Los sensores más avanzados, como el ECG y el rumoreado medidor de oxígeno en sangre, así como el diseño serían sus principales diferencias. Este modelo pasaría a ocupar el lugar del Apple Watch Series 3, que aún se vende como modelo de entrada. Basarse en un modelo anterior pero renovando algunos componentes clave es una forma fiable de asegurar una experiencia satisfactoria. Si funcionó en el pasado, ahora con pequeños cambios debería continuar siendo atractivo. Eso sí, dependiendo del precio final del producto.
El Series 3 se vende oficialmente desde 229 euros, en el modelo de 38mm y sin 4G (en algunas ofertas se encontraba por debajo de los 200 euros). Un precio similar sin duda sería un gran atractivo para aquellos usuarios que buscasen un Apple Watch, pero sin tener que escoger el último modelo. Gracias a un procesador actual, se asegurarían soporte y funciones adicionales de watchOS durante varios años.
Va a ser interesante ver cómo posiciona Apple ambos dispositivos, siempre y cuando los rumores acierten sobre su existencia. Desde los casos de uso mostrados al tipo de usuario en mente, pasando por las funcionalidades y el precio.
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