En otoño de 2020 tomé la decisión: simplificar mi abanico de dispositivos de uso diario y eliminar la necesidad de un ordenador portátil. Un sobremesa en casa para trabajar y el iPad Pro con su Magic Keyboard para moverme iban a ser más que suficiente.
A lo largo del año y medio que ha pasado desde entonces no he echado de menos un MacBook, pero digámoslo todo: una pandemia ha hecho que mis viajes de trabajo fuera de casa hayan rozado lo nulo. No ha sido hasta este recién terminado Mobile World Congress 2022 que no he podido hacerle una "prueba de fuego" al iPad Pro como dispositivo de trabajo portátil y he podido extraer algunas conclusiones más firmes.
Algunas tareas se vuelven más largas, pero hay muchos beneficios si te acostumbras a ello
La intención inicial de esto es clara: reducir la cantidad y el bulto de dispositivos que llevo conmigo cuando tengo que irme de viaje de trabajo. Ya sea en la misma ciudad de Barcelona en la que vivo durante unas horas o en otro país durante unos días.
Con mi antiguo MacBook Pro de 13 pulgadas tenía que llevar una mochila en mi espalda irremediablemente, además de varios cables. Las ventajas principales de pasarse a un iPad Pro son varias y se notan desde el minuto uno:
- Puedes llevarte sólo un cargador, con el que puedes cargar el iPhone (usando un cable Lightning) o el iPad (usando un cable USB-C). Para viajes cortos, esto es una maravilla. En caso de viajes más largos, puedes llevar un adaptador de corriente capaz de cargar ambos dispositivos al mismo tiempo sin que eso suponga demasiado bulto o peso adicional. Incluso hay baterías externas que cumplen con esa función.
- Pasas de cargar con una mochila pesada a poder llevarlo todo en una bolsa estilo messenger bag. Cuando tienes que andar más de 10km diarios como es el caso del Mobile World Congress de Barcelona, eso se acaba notando el cabo de la jornada. En viajes más largos puedes llevarte una mochila, pero en la que hay mucho más espacio libre.
- La integración del Tethering (o punto de acceso personal) a mi iPad es inmejorable. Sólo me basta desbloquear la tableta en un lugar donde no haya redes Wi-Fi conocidas y mi iPhone se encarga de darme conexión a las redes 5G. Mención especial a este ancho de banda móvil: enviar medio GB de fotos y vídeos a mis compañeros es cosa de 1 o 2 minutos. Ya no necesito buscar redes Wi-Fi decentes en el recinto en el que esté.
¿Dónde hay puntos de fricción? Eso también se nota rápidamente y es en el software. La tarea de escribir artículos como este no cambia mucho, pero a la hora de maquetarlos se nota una ralentización en el flujo de trabajo. Elegir las imágenes implica más pasos, añadir los enlaces necesarios supone usar un menú contextual más lento... iPadOS está lejos de ser un sistema donde puedas ser plenamente productivo.
Donde más he notado eso es a la hora de gestionar las redes sociales de Applesfera, de las que soy el responsable. Con varias ventanas en macOS es donde se tarda mucho menos, en iPadOS puedes tardar tranquilamente tres o cuatro veces más tiempo. Por suerte, esta tarea no es algo que ocupe una gran parte de mi jornada y mis días en movimiento son demasiado pocos como para justificar la compra de un MacBook para acelerar esto.
A nivel de autonomía, por cierto, las diez horas del iPad Pro me dan toda la carga que necesito para poder trabajar una jornada entera sin tener que preocuparme. Además puedo exprimir esa carga activando el modo avión mientras escribo artículos como este, lo que también funciona como método disuasorio de distracciones. Otro punto a favor es que el iPad Pro como tal también funciona como cargador de mi iPhone.
En general, la sensación es que utilizar un iPad Pro a modo de ordenador portátil es algo que exige sacrificar algo de tiempo para ciertas tareas que son mucho mas cómodas en un ordenador completo. Pero en general, y siempre que tus necesidades puedan adaptarse a iPadOS, creo que se trata de un buen método de simplificar las cosas. Para cambiar de opinión mi vida tendría que volverse mucho más móvil, y de momento eso no va a ocurrir. La clave aquí es adaptarse y aprovechar el tiempo lo mejor que puedas, y para muestra un ejemplo: he escrito este artículo en mi iPad Pro a bordo de un tren.
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