¿Qué hace Steve Jobs escondiendo dos Porsche 911 Turbo de cientos de miles de dólares detrás de la oficina? Eso pensaron los compañeros de trabajo en NeXT cuando un día de la década de los 80 Jobs estaba preparando una visita muy importante a su sede.
Steve Jobs es conocido por su genialidad (y sí, cierta locura). Pero hay una historia menos conocida que ilustra a la perfección cómo controlaba todas las situaciones a la hora de hacer negocio: la vez que Steve Jobs tuvo que esconder dos Porsche 911 Turbo para asegurar un acuerdo crucial.
Steve Jobs estaba en busca de inversores para NeXT
Era la década de los 80 y Steve Jobs acababa de ser despedido de Apple. Sí, de su propia empresa. Venganza o supervivencia creó la compañía NeXT, una nueva empresa que necesitaba inversores para crear el futuro de la informática. Aquí es donde el carisma de Jobs encandiló a Ross Perot, un político y empresario estadounidense.
En las oficinas de NeXT, Steve tenía un compañero con el que trabajaba muy estrechamente. Se llamaba Randy Adams y casualmente también tenía un Porsche 911 Turbo. Ambos habían decidido aparcar sus coches juntos para evitar que otros vehículos los dañaran. Porsche junto a Porsche. Ocupaban nada menos que tres espacios de estacionamiento en la oficina de NeXT. Discretos precisamente no eran.
"Randy, hay que esconder los Porsche"
Un día, Jobs irrumpió en la oficina de Randy Adams y le dijo: “Randy, tenemos que esconder los Porsche”. “¿Por qué?”, preguntó Adams. “Ross Perot viene a vernos y no quiero que piense que tenemos tanto dinero”. Así que, en un movimiento rápido, llevaron sus lujosos vehículos a la parte trasera de las oficinas de NeXT en Palo Alto, California.
Esta maniobra fue clave para crear una impresión de modestia frente al inversor. El resultado fue un éxito rotundo: Ross Perot invirtió 20 millones de dólares en la compañía en 1987. Esta inversión les dio el dinero necesario para levantar NeXT, además de darle a Ross Perot un asiento en la junta directiva.
El destino de NeXT y el regreso triunfal de Jobs
En un giro inesperado (o muy bien planeado por Jobs), Apple compró NeXT en 1996 por 429 millones de dólares. Esta adquisición fue un momento crucial tanto para Apple como para Steve Jobs, ya que Apple estaba luchando por desarrollar un nuevo sistema operativo moderno. La compra de NeXT proporcionó a Apple el sistema operativo NeXTSTEP, que se convirtió en la base para macOS.
Inicialmente, Steve Jobs regresó a Apple como "asesor" del entonces CEO Gil Amelio. Pero en cuestión de meses, Jobs maniobró para convertirse en CEO interino y luego en CEO permanente en el 2000.
A partir de aquí, es la historia que todos conocemos: con Steve Jobs de vuelta, Apple se transformó radicalmente con el lanzamiento de nuevos Mac, el iPod, el iPhone y el iPad. Y seguramente sin esa inversión inicial (y tener los Porsche escondidos) la historia de Apple sería hoy muy diferente.
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