Finalmente los rumores se han cumplido y Google lo ha hecho. Ha lanzado su propio teléfono, y parece que no es un teléfono cualquiera. Es delgado, tiene una pantalla de 3,7 pulgadas con una resolución que pone verde de envidia al iPhone y su potencia es de 1 GHz gracias a su procesador Qualcomm. Podría seguir enumerando sus especificaciones, pero a donde quiero llegar es que superan a las del iPhone 3GS en prácticamente todos los campos.
Por lo tanto, Apple tiene que crear un golpe de efecto con su próximo teléfono. ¿Cómo? Sólo en Cupertino lo saben, pero tienen que revisar absolutamente todos los aspectos del teléfono, porque Google ha hecho algo muy cercano a poner la estrategia del iPhone patas arriba.
En primer lugar, mientras Apple ofrece el teléfono encadenado al contrato de una operadora en concreto dependiendo del país en el que te encuentres, Google vende su Nexus One completamente libre, a un precio alto (unos 370 euros) pero no exagerado (he oído precios de hasta 1.000 euros por un iPhone libre). Sabiendo que yo mismo pagué 350 euros para poder hacerme con un iPhone 3G el día de su lanzamiento y aun desembolsando tal cantidad me sometí a una permanencia que durará hasta el 11 de julio de este año, es para pensarlo.
La principal arma que tiene el iPhone y que nadie más puede presumir de poseer es la App Store, que ha conseguido un número inhumano de descargas en relativamente poco tiempo. Su éxito es indiscutible, y prácticamente la totalidad de la competencia ha terminado imitando a Apple e inaugurando sus propias tiendas de aplicaciones, aunque sin el éxito de la App Store. Ni siquiera un sistema completamente abierto como Android ha conseguido, de momento, desviar la atención de los desarrolladores. No me extrañaría que Apple siguiera potenciando y mejorando esa tienda para seguir sacando ventaja contra sus competidores, aunque por supuesto el cómo lo va a hacer es todo un misterio.
Lo primero que creo que debería hacer Apple es, cómo no, mejorar las especificaciones del iPhone. Ya lo hicieron con el 3GS, pero aún así no ha sido suficiente. Obviamente es lo que van a hacer con el iPhone 4G, no cabe duda. Pero también tienen que innovar y presentar un nuevo diseño, ya que gastaron el comodín de conservar la apariencia del teléfono en el 2008, cuando se presentó el 3GS.
Lo segundo, reconsiderar la forma de vender el teléfono. No creo que la estrategia de venderlo a través de una operadora exclusiva y a un alto precio (por mucho que Steve Jobs prometiera que el iPhone 3G iba a costar como mucho 199 y 299 dólares alrededor del mundo, Movistar y el resto de operadoras hicieron lo que les dio la gana) funcione tan bien como hasta ahora, ya que un iPhone ya no representa nada absolutamente innovador por el que las personas se pasen la noche en la puerta de una tienda haciendo cola para conseguirlo. Tampoco estaría nada mal mejorar la distribución, ya que al menos en España ésta ha sido lamentable.
Luego entramos en que quizás, gracias a la introducción del tablet, Apple aproveche toda la nueva tecnología y el nuevo software para aplicarlo al próximo iPhone. De ser así veríamos algo completamente diferente en pocos meses (sea mayo o mas tarde), lo cual sería un buen golpe de efecto. Quién sabe, quizás el iPhone OS 4.0 es algo completamente diferente a lo que nos imaginamos.
Por último y como curiosidad, os dejo con un vídeo en el que los participantes de un programa estadounidense evidencian la gran diferencia que hay entre una presentación de Apple y una de Google. Puede que la presentación de un producto no dirija la opinión posterior de los usuarios, pero sin duda es algo muy importante y que en Apple, afortunadamente, cuidan al máximo.
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Vídeo | Youtube
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