Cuesta de creer, pero a veces hay software que ya tiene más de una década que sigue provocando dudas y problemas a los usuarios. Es el caso de Office 2011, presente en muchísimos Mac comprados hace 10 o 11 años y que ahora se están renovando por modelos más nuevos. Y claro, la intención es llevarse también ese Office a los nuevos modelos. Y es imposible.
Cuando hablamos de tanta antigüedad ya no hay excusas: hay que renovarse
Todo radica en el soporte que Microsoft ofrece de sus versiones de Office. La versión 2011, que se preinstalaba como opción en los nuevos Mac de la época, dejó de ser compatible con los Mac tras la llegada de macOS Catalina (y ya había dejado de tener soporte oficial dos años antes). ¿Por qué? Porque Catalina era la primera versión que dejaba atrás todas las aplicaciones que sólo se ejecutaban en entornos de 32 bits y no de 64.
Estamos hablando del año 2019, de modo que Office 2011 ya tenía su edad en ese entonces y no creo que lo correcto sea echarle todas las culpas a Microsoft. En ese entonces ya había Office 2019 para Mac, y la versión anterior (2016) funcionaba perfectamente en macOS Catalina y versiones posteriores.
La razón por la que mucha gente no ha querido actualizarse a estas versiones es la de siempre: hay que pagar una nueva licencia permanente o bien suscribirse a un plan de Microsoft 365 para así olvidarse de este problema. Pero llega un momento en el que no hay más remedio si lo que quieres es usar este paquete ofimático. En este artículo te explicamos cómo instalar Office y qué licencias hay disponibles. Puedes hacer todo el proceso online.
Si tu prioridad es no gastar más dinero, también tienes varias salidas. Una de ellas es usar las aplicaciones de iWork (Pages, Numbers y Keynote), incluidas en todos los dispositivos de Apple y compatibles con los documentos de Office tanto para abrirlos como para poder exportar hacia ellos.
También tienes otras soluciones, como por ejemplo instalar LibreOffice o utilizar Google Docs vía navegador. Ambas soluciones también son gratuitas y compatibles con los formatos de Microsoft Office, y suelen cubrir todas las necesidades del usuario general.
Donde sí recomendaría la compra de una licencia de Office es en todas aquellas personas que necesitan de funciones muy concretas y avanzadas, como las macros específicas de Excel. También lo haría para aquellas personas que se han adaptado a los servicios integrados de Microsoft en sus trabajos, o para quienes utilizan documentos de Word u hojas de cálculo de gran tamaño. Pero si eres una persona sin esas necesidades, tienes modos de hacer tus tareas ofimáticas usando herramientas gratuitas.
Ver 11 comentarios