Por alguna razón, tendemos siempre a simplificar al máximo cuando se trata de usar aplicaciones para una misma cosa. Yo el primero. Sin embargo, me he dado cuenta que no debe ser así en el uso de aplicaciones GPS compatibles con iPhone y CarPlay.
Después de haber realizado desplazamientos de todo tipo, he llegado a la conclusión de que pueden combinarse varias apps y usar una para cada tipo de viaje. Si bien reconozco que tampoco es una regla que aplique el 100% de las veces, normalmente suelo destinar cada una de las principales apps a cada tipo de viaje. Y estas son Apple Maps, Google Maps y Waze.
Apple Maps, brillante interfaz para su uso urbano
Es la app que viene instalada por defecto y tenemos tan interiorizadas otras, que a veces no echamos cuentas de ella. Sin embargo, Apple Maps ha mejorado mucho en los últimos años y sobre todo estéticamente. Y aunque para gustos los colores, personalmente me parece la más bonita e intuitiva cuando se trata de usarla como GPS.
Tiene algunos inconvenientes en lo relativo a información en tiempo real de atascos o avisos de radares, ya que tiene estas funciones, pero no son tan certeras como en las otras dos. Sin embargo, al ir por ciudad me parece la más conveniente.
Más allá de que informes de tráfico y radares no me son relevantes en ciudad, Apple Maps me gusta porque gracias a su diseño es más fácil saber qué calles hay que recorrer. Ofrece un diseño en tres dimensiones de los edificios, parques y otros elementos (incluso semáforos) que hacen que se vea todo mucho mejor, evitando así girar cuando no toca.
Waze, ideal para autopistas con avisos de atascos y radares
Anteriormente tuve otra opción para los avisos de radares con CarPlay, pero lo cierto es que la gran comunidad de Waze es el mejor atractivo para usarla. Si nunca la has usado, esta app que es propiedad de Google desde 2013 dispone de una participación altísima de los usuarios.
Así, puedo encontrar avisos de todo tipo en relación a mis trayectos de media distancia. Desde radares móviles hasta obras, atascos, controles y más. Todo en tiempo real y con sugerencias de cambios de ruta a cada momento para siempre escoger lo más conveniente.
Generalmente la uso en trayectos que ya me sé de memoria, por lo que no la uso tanto de guía para saber qué salidas he de tomar, sino como un emisor de esos citados avisos.
Google Maps, la mejor para viajes de larga distancia
Un viaje de al menos 400 kilómetros como los que hago una o dos veces al año requiere ya de algo en lo que deposite mi plena confianza. Apple Maps ya advertía que no era la mejor con avisos, mientras que la interfaz de Waze no acaba por convencerme. Así, emerge Google Maps con lo mejor de las anteriores cuando lo necesito usar de forma intensiva.
No ofrece tantísima información sobre inconvenientes en carretera como Waze, pero sí lo justo y necesario para un viaje que fundamentalmente realizo por autovías y carreteras nacionales: atascos, obras y radares. Tampoco necesito una interfaz tan bonita como la de Apple, pero lo cierto es que la de Google Maps tampoco es que sea extraña y me sirve para cuando tengo que tomar ciertas salidas.
Y ojo, que la use sólo en largas distancias con CarPlay no quiere decir que se pase el año desinstalada o acumulando polvo en la biblioteca de apps de mi iPhone. Google Maps también es mi referencia para ver reseñas de restaurantes o conocer la ubicación exacta o distancias hasta un cierto lugar. Aunque no en CarPlay, claro.
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