Los protectores de pantalla son algo común entre los usuarios de smartphone. Colocarlos en una pantalla tan grande como un iPad Pro de 12,9 pulgadas, es poco frecuente. Sin embargo, algunos usuarios pueden preferir la protección extra por el uso que le dan. Tener la pantalla muy expuesta puede ser un riesgo en determinadas circunstancias.
Por eso, en los últimos días hemos estado probando el protector de cristal templado de Belkin para el iPad Pro de 12,9 pulgadas. Te contamos nuestra experiencia.
Una correcta colocación es la clave de una buena experiencia
Cualquiera que haya puesto un protector de pantalla en un iPhone, sabrá que no es una tarea fácil. Con los protectores de cristal templado, la situación mejora porque se evita en gran medida la formación de burbujas.
En el caso de este modelo de Belkin, el fabricante incluye además una "plantilla" para que la colocación sea perfecta. No hay nada más complicado de quitar que un cristal templado e intentar ponerlo de nuevo.
Gracias a este molde y las instrucciones, podremos colocar el cristal templado sobre la pantalla del iPad casi sin esfuerzo. Eso sí, siempre que hayamos dejado la pantalla impoluta. Un aspecto clave de estos protectores de pantalla.
Para ello, Belkin también incorpora una gamuza que despeja de virutas, polvo y suciedad la pantalla. En mi caso, he utilizado la toallita para limpiar la pantalla del iMac como paso previo, con muy buenos resultados.
Un cristal templado que se convierte en parte del iPad Pro
Hacía tiempo que no utilizaba este tipo de protectores. Tanto, que el último que coloqué era una simple lámina transparente, mucho antes de la popularización de los protectores de cristal templado. Además de mejorar la colocación de forma significativa, da una sensación casi idéntica a la de la pantalla original.
Apenas se nota que está ahí. Salvo por el pequeño mordisco donde se encuentran los sensores de Face ID. Al haberlo utilizado pocos días, no he podido comprobarlo pero es muy posible que ahí se acumule suciedad. Deslizar el dedo por la superficie de la pantalla sigue siendo cómodo. No hay una sensación de agarre o de rugosidad ajeno a lo que estás acostumbrado.
En este sentido, la mayor diferencia que podría esperarse es al interactuar con el Apple Pencil. Lo cierto es que en mis usos, el stylus de Apple no es una herramienta cotidiana. Sí que he tomado algunas anotaciones en PDF y otros documentos con el Pencil, así como la edición de un puñado de fotografías. En estos usos, no he notado diferencia con la pantalla original.
Utilizar un cristal templado en un iPad Pro es una buena idea si lo combinas con una carcasa trasera o una funda que se pase el día abierta. Si estás en constante movimiento, con tu iPad Pro en la mano y acostumbras a dejarlo en cualquier sitio, ponerle este guardaespaldas a su pantalla puede darte mucha tranquilidad.
Dónde comprar | Protector de cristal templado para iPad Pro, 35 euros en K-Tuin.
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