He probado de todo, desde cambiar de compañía, cambiar el router de sitio hasta los típicos repetidores Wi-Fi. La solución final para tener mejor internet en mi MacBook Pro ha sido más sencilla de lo que pensaba. Y es que en nuestra casa ya tiene sin que lo sepamos una instalación para llevar internet por cable a cada esquina. Se apoya en la red eléctrica y parece magia.
Adiós a los problemas de conectividad con tu Mac
No hay nada más desesperante que tener una mala conexión a internet. Ver cómo no te carga esa página web, se te para el vídeo de YouTube, dejas de escuchar a esa persona en la videollamada del trabajo... Si tu router está en el salón y tu despacho en la otra punta de la casa, sabes exactamente de lo que hablo.
Aquí es donde entran en juego los adaptadores PLC (Power Line Communications). Son unos dispositivos que parecen simples enchufes, pero que hacen algo increíble: convierten el cableado eléctrico de nuestra casa en una red de Internet. Sí, has leído bien, los mismos cables que llevan electricidad a tu lámpara pueden llevar Internet a tu Mac.
Cómo funcionan los PLC y su compatibilidad con diferentes tipos de casa
La instalación de un PLC puede sonar muy técnica, pero en el fondo se puede reducir a dos o tres pasos.
- Enchufas un adaptador cerca de tu router y lo conectas con un cable Ethernet.
- Enchufas otro adaptador en la habitación donde está tu Mac.
- Conectas tu Mac al segundo adaptador con otro cable Ethernet o a través de la red Wi-Fi como un extensor más.
Y listo. No hay configuración compleja, no hay que tocar el router, no hay que hacer agujeros en las paredes. Eso sí, hay que tener ojo con la velocidad descrita en la caja. Porque verás números impresionantes: 1000 Mbps, 2000 Mbps... Pero seamos realistas. Obtendrás entre el 40-50% de esa velocidad. Aun así, es más que suficiente, y lo más importante, es estable.
En nuestro caso, con adaptadores de 1000 Mbps, consigo unos consistentes 400-500 Mbps en mi Mac, más que suficiente para cualquier tarea. Eso sí, fíjate en el puerto Ethernet del adaptador. Muchos modelos baratos tienen puertos de 100 Mbps, lo que significa que, aunque el PLC pueda transmitir a 500 Mbps, tu Mac nunca recibirá más de 100 Mbps. Mi recomendación: invierte un poco más en adaptadores con puertos Gigabit (1000 Mbps).
Consejos de uso para un PLC
Más allá de esto, hay ciertas cosas también a tener en cuenta. Por lo general, si vives en un piso u apartamento no habrá problema porque la instalación eléctrica será la misma. Sin embargo, con estos consejos tendrás un mejor resultado.
- Enchufes directos: Conecta los adaptadores directamente a la pared, no a regletas.
- Evita interferencias: Mantén los adaptadores lejos de cargadores y electrodomésticos.
- Misma fase: Asegúrate de que ambos adaptadores estén en el mismo circuito eléctrico. En el caso de un chalet, puede que la planta de arriba y abajo tenga instalaciones diferentes.
- Prueba diferentes enchufes: El rendimiento puede variar según dónde los conectes y lo saturada que vaya la red.
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La diferencia entre sufrir una señal Wi-Fi débil y disfrutar de una conexión estable es abismal. Con un buen Wi-Fi todo cambia: las páginas cargan al instante, los vídeos se reproducen sin interrupciones y las videollamadas fluyen sin cortes. Por mucha potencia que tenga el chip de tu Mac, de nada sirve si la conexión a internet no está a la altura. Soluciones como los adaptadores PLC, son clave para aprovecharlo al máximo. La diferencia es clara.
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