Cada vez hay más señales de que en Cupertino han sabido reaccionar a las leyes de la Unión Europea que forzarán la adopción del cable USB-C en todos los dispositivos. Un nuevo informe de Ming-Chi Kuo deja claro que la probable transición de los iPhone 15 hacia ese cable dará ventajas a los usuarios, pero sólo cumpliendo ciertos requisitos.
El analista predice que Apple será capaz de mejorar las velocidades de carga de los iPhone gracias a la transición hacia USB-C, pero sólo si los usuarios utilizan cables con la certificación MFi (Made For iPhone). Cualquier cable que no cuente con la certificación ofrecerá velocidades de carga más lentas.
Más carga, más datos, pero sólo con los cables de calidad
Por ese mismo motivo, Kuo cree que la llegada del iPhone 15 provocará un aumento de las ventas del adaptador de 20W de Apple, que se vende por separado (Samsung está haciendo lo mismo con sus nuevos Galaxy A14, por cierto). En cifras crudas, se espera un crecimiento del 30-40% que se puede traducir en 240 millones de cargadores más.
Puede ocurrir lo mismo con la velocidad de transmisión de datos, algo que lleva mucho tiempo generando críticas entre los usuarios de Apple por seguir anclados en los anchos de banda propios del protocolo USB 2.0.
Las marcas de terceros también pueden verse aventajadas: cualquier fabricante que cumpla con la certificación MFi puede experimentar un aumento de ventas. Un cable USB-C sin certificación también puede funcionar, insisto, no estamos hablando de bloqueo si no de menos ventajas.
Faltará ver qué rapidez vamos a tener en esa carga: hemos visto móviles con cargas de hasta 240W que van del 1% al 100% de carga en 10 minutos, pero eso también supone complicaciones. En Cupertino deberán buscar un equilibrio entre eficacia y seguridad.
Imagen | Mac Care
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