Comprar un iPhone a una compañía telefónica a nombre de otro cliente y que se lo cobren a él. Un plan sencillo, rápido y, por desgracia, efectivo para muchos estafadores. Y es que, pese a que muchas compañías están ya tratando de poner medidas para evitarlo, seguimos viendo que es un timo efectivo para los ladrones. Y el último ejemplo lo tenemos en Euskadi.
Fue en Baracaldo donde hace sólo unas semanas la Ertzaintza detuvo por fin a un hombre de más de treinta años acusado de haber estafado más de 300 móviles de alta gama, donde los iPhone eran las estrellas junto a los Samsung de mayor rango. Y ese dato es sólo relativo a mayo, ya que llevaba meses con idéntico modus operandi. La gran duda es, ¿cómo ha podido suceder?
Así actuaba el estafador para hacerse con cientos de iPhone
Las compañías telefónicas tienen un serio problema. No todas, porque muchas han tomado medidas, pero a la vista de este caso queda demostrado como aún hay trabajo por hacer. El detenido, de 34 años de edad, se aprovechaba (presuntamente) de los irrisorios sistemas de seguridad para compras en compañías telefónicas. No se especifica en cuales, eso sí.
En muchas compañías basta con que se aporte el nombre, apellidos y DNI para realizar la compra de un smartphone. Como después se carga directamente a la cuenta corriente que ya tiene el cliente asignada para sus cobros mensuales, no hace falta pagar en el acto. Es precisamente este agujero de seguridad aún presente en las compañías el que habría estado aprovechando el detenido, según relata El Diario Vasco.
Más en concreto, se dice que accedía al área de cliente de las víctimas utilizando sus credenciales de acceso. Se desconoce cómo consiguió esos datos y es algo que probablemente estén ya investigando las autoridades vascas. El caso es que disponía de esas claves de acceso, entraba, daba de alta un nuevo número a nombre de la víctima y con ello también encargaba un smartphone de alta gama (iPhone en su mayoría).
El hombre habría llegado a encargar cientos de terminales con ese modus operandi. Hasta 328 sólo en el mes de mayo. Aparte, supo cubrirse muy bien las espaldas, ya que solicitaba su entrega a pie de calle en diferentes localidades de Gipuzkoa y Vizcaya. De esa forma, la víctima no se daría cuenta y tampoco él mismo se delataría al no tener que poner una dirección real en la que estuviese residiendo.
Sí se sabe que luego esos móviles los enviaba a África. Se intuye que detrás hay toda una red organizada para la venta de móviles de alta gama en el mercado negro o que, al menos, este hombre colaboraba con una.
Un juicio pendiente y una lección para las operadoras
Dos miembros de la Ertzaintza (Imagen de archivo de Europa Press)
La Ertzaintza comenzó a tirar del hilo hasta dar con el sospechoso, en virtud de las decenas de denuncias que se habían registrado en la zona. En el momento de su detención acababa de recibir uno de esos teléfonos en Baracaldo y los agentes pudieron encontrar seis cajas de móviles de alta gama en su vehículo.
También en el coche encontraron otros documentos e identificaciones que daban la pista definitiva de su modus operandi con los dispositivos, ya que había registros de envíos internacionales a su país de origen en África.
Por lo pronto, la investigación continúa bajo estricto silencio. El sospechoso ha sido puesto a disposición judicial acusado de usurpación de identidad y delitos de estafa continuada.
Respecto a las compañías telefónicas, y aunque aún no se les ha requerido nada, probablemente deban tarde o temprano cerrar esas brechas y exigir algo más que un número de teléfono para realizar una compra. En muchas de ellas ya exigen que se envíe a la dirección del titular, así como identificarse mediante algún sistema de firma electrónica que requiera que sólo esa persona pueda realizarla.
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