Decir que las últimas semanas han sido ajetreadas para Apple sería quedarse corto. Al desastre de la comunicación de la gestión de baterías de iOS de finales de diciembre se le unió a principios de enero la mayor amenaza a la seguridad computacional de los últimos años: Spectre y Meltdown.
Este último ha afectado no sólo a Apple sino a toda la industria (Intel, AMD y ARM), tal como explican nuestros compañeros en Xataka con todo detalle. Con la llegada el lunes de las actualizaciones de seguridad a iOS y macOS, se disipan las dudas recientes acerca de la conveniencia de tener los dispositivos de Apple al día o no.
La seguridad de tu dispositivo no va sólo de espiarte a ti
El ex-analista de la NSA Edward Snowden destapó un programa de espionaje indiscriminado contra la población estadounidense (conocido como PRISM) hace ya cinco años. La consecuencia directa fue que el público comenzó a ser consciente de la cantidad de información que puede recogerse de un individuo, tanto de forma legal como ilegal.
La reacción de algunas personas ha sido conformista, utilizando el argumento de que "yo no tengo nada que ocultar, que me espíen si quieren". Una posición muy cómoda pero que esconde un error importante. Los programas de espionaje sobre la población general nunca tienen la intención de recopilar información sobre tus secretos más oscuros. No.
People who say "I have nothing to hide" misunderstand the purpose of surveillance. It was never about privacy. It's about power. https://t.co/YF2kFYeefB
— Edward Snowden (@Snowden) 1 de enero de 2018
Snowden lanzó este tweet el 1 de enero a raíz de las revueltas populares en Irán, donde el gobierno ha llegado a mandar mensajes de texto a la población amenazando con prisión si participaban en ellas. Como dice el ex-analista, la intención es el Poder con mayúsculas.
Las actualizaciones como defensa de los usuarios
Prescindir del iPhone, iPad o Mac sería la solución definitiva para un usuario de Apple. Pero en el mundo actual no es una opción real. La tecnología hace nuestra vida mucho más fácil y nos permite hacer cosas que antes eran impensables. Prescindir de ella por completo sería absurdo, pero no por ello debemos renunciar a la seguridad y privacidad. Como dijo Tim Cook hace unos años:
Ninguno de nosotros debería aceptar que el gobierno, una compañía o cualquier entidad tenga acceso a toda nuestra información privada. Es un derecho humano básico. Todos tenemos derecho a la privacidad. No deberíamos cederla [por culpa del terrorismo]. No deberíamos entregarla a los que infunden miedo o a los que simplemente no entienden los detalles.
Esa amenaza difusa contra una persona por sus ideas políticas es real. El caso más conocido es el del disidente Ahmed Mansoor, a quien el gobierno de Emiratos Árabes Unidos quiso engañarle para penetrar en su iPhone y controlarle mejor. ¿Cómo esperaban lograrlo? Con tres vulnerabilidades de iOS 9 conocidas como Pegasus. En este caso, Apple reaccionó con rapidez después de ser avisada y lanzó iOS 9.3.5 que corregía el problema.
Volviendo a la actualidad y para hacer frente a Spectre, Apple publicó el lunes iOS 11.2.2 y macOS 10.13.2 que mitigaban esta grave vulnerabilidad. Lo cual nos recuerda que fallos como este siguen estando ahí.
Actualizar un dispositivo de Apple es sencillo para el usuario y debería hacerse en la mayor brevedad posible, sobre todo en casos de amenaza de seguridad como Spectre. A pesar de esto, el affaire de la gestión del rendimiento del iPhone puede suponer un obstáculo en la reputación de las actualizaciones de iOS en el futuro.
Personalmente, siempre recomiendo actualizar lo antes posible y así lo hago con mis dispositivos. O, al menos, hacerlo durante los primeros días.
En Applesfera | Apple más allá de Intel: la posible tercera transición.
En Xataka | Meltdown y Spectre: así es la pesadilla en la seguridad de las CPUs de Intel, AMD y ARM.
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