Difícil imaginar un título mejor que el escogido por Horace Dediu para su análisis sobre el punto crucial al que nos aproximamos, el punto en el que las ventas de los dispositivos de Apple alcanzarán al fin a los de Microsoft con Windows, algo insólito en los últimos 30 años de historia y cuyo principal artífice, por supuesto, no es otro que iOS con el iPhone y el iPad como cómplices más notables.
Pero echémosle un vistazo a los números antes de nada. En 2013 se vendieron 18.8 veces más PCs con Windows que Macs, nada mal salvo cuando descubrimos que esta métrica no ha hecho más que menguar desde 2004, cuando eran 56 PCs por cada Mac. En aquel momento, Apple vendía 3.2 millones de unidades en un mercando de 182 millones de PCs frente a los 16,4 millones de Macs y 309 millones de PCs del pasado año.
Ventas de dispositivos iOS y equipos con OS X frente a los PCs y tablets con Windows
El Mac ha recortado posiciones en un mundo lleno de PCs, y aunque el margen sigue siendo demasiado amplio, su papel en la compañía no puede minimizarse. Como bien apunta Horace, fue ese 1,7% de cuota de mercado en 2004 el que le proporcionó a Apple los ingresos suficientes para desarrollar sus siguientes productos. El Mac (y la visión de futuro de la compañía) hizo posible el iPod, y este abrió las puertas al iPhone y el iPad.
Si no puedes ganarles con sus reglas, cambia de juego
Hoy la situación es muy diferente y los productos de las plataformas de Apple han vendido unos 260 millones de unidades durante 2013 acumulando más de 550 millones de usuarios. El siguiente gráfico descubre de un modo muy interesante además, que incluso dejando únicamente sobre la mesa al Mac, la cosa ya pintaba mal para Windows, y añadiendo el iPad y el iPhone a la ecuación la paridad se encuentra prácticamente al alcance de la mano.
Unidades con Windows vendidas como múltiplo frente a los dispositivos de Apple
Detrás de esto no se encuentra únicamente un cambio en los productos disponibles en el mercado, sino más importante aún, un cambio en como los consumidores tomamos nuestras decisiones de compra. Microsoft logró mantener su hegemonía durante décadas gracias a que el grueso de los consumidores estaban atados por la costumbre, miraban lo que les era familiar en el trabajo y lo convertían también en estándar en sus casas.
Pero ahora no son los departamentos de IT quieres toman decisiones a largo plazo por sus trabajadores. Son los cientos de miles, de millones de consumidores que realizamos nuestras compras individuales basándonos en criterios mucho más personales y a corto plazo los que creamos los estándares que las empresas terminan adoptado. El iPhone y toda la legión de dispositivos móviles que le siguieron se encargaron de ello. La masa ya no le tiene (tanto) miedo a lo nuevo, están abiertos al cambio.
Sirva esto no como una palmada en la espalda, sino como la advertencia de que hoy más que nunca hay que trabajar sin descanso para permanecer en lo alto de la ola. Ninguna empresa puede dar nada por garantizado. La plataforma dominante de hoy puede pasar al pelotón de cola mañana. Apple no puede dormirse en los laureles; el iPad no pueden ser el final, tan solo otro más en una afortunada sucesión de (merecidos) éxitos.
Vía | Asymco
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