¿Quién no se ha comprado nunca algo solamente porque lo tiene un amigo? En muchas ocasiones por descubrir un producto que no tenías y ahora "necesitas" y a veces por pura envidia. No sabemos cuál de esos extremos tiraba más a Steve Jobs, pero una vez decidió imitar a su buen amigo Larry Ellison, fundador de Oracle y uno de los hombres que siempre creyó en él.
Como muchos magnates de Silicon Valley, Ellison poseía un jet privado que utilizaba para desplazarse en sus reuniones al más alto nivel y también para realizar escapadas de ocio. Jobs no quiso ser menos y compró un avión casi idéntico. Y en el "casi" esta la clave, dado que una vez más dio muestras de su obsesión por los detalles.
Como en el iPhone 16, el principal cambio del avión fue un botón
De Lawrence Joseph Elllison, Larry Ellison para amigos como Steve Jobs, no se destaca tanto su obsesión por el diseño como sí de su colega. Sin embargo, tenía muy buen gusto. Como relataba en su día NewYorker, Ellison había comprado un jet privado al que le puso mucho mimo en su parte interior para que fuese lo más acogedor posible.
Jobs quedó impresionado cuando vio aquella aeronave y, ni corto ni perezoso, se dedicó a estudiar el diseño del avión para encargar uno igual. O mejor dicho, un avión mejor, como más tarde reconocerían ambos y se refleja en la biografía autorizada escrita por Walter Isaacson.
Steve Jobs observó que en el avión de su amigo Larry había una puerta entre las cabinas con un botón para abrir y otro para cerrar. Esto es algo que le chocó mucho al cofundador de Apple, quien también se mostró horrorizado por el material de acero inoxidable pulido que bordeaban aquellos botones. Él no quería eso para su jet.
Lo que encargó Jobs fue un único botón que alternase entre abierto y cerrado con un material de metal cepillado. Esto fue todo un dolor de cabeza para la diseñadora, que también había sido la que diseñó el jet de Hellison. "La estaba volviendo loca".
Sin embargo, por pequeño que fuese aquel cambio, Larry Ellison terminó sucumbiendo a lo que para él acabó siendo una obviedad: "todo lo que cambió fue a mejor".
Un jet que Tim Cook se vio obligado a usar
Aquel jet privado era propiedad de Steve Jobs y no de Apple, por lo que tras su fallecimiento en 2011 acabó siendo parte de la millonaria herencia que recibió Laurene Powell, su esposa. Sin embargo, poco interés parecía mostrar por él y al final acabó directamente en manos de Apple de nuevo, en este caso del histórico diseñador Jonathan Ive.
Desde que Tim Cook ascendió al puesto de máxima responsabilidad de Apple en aquel 2011, se mostró reacio a usar jets privados para sus viajes. Tanto es así que durante sus cinco primeros años en el cargo no utilizó ni aquel jet privado que un día fue propieda de Jobs, ni ningún otro.
Sin embargo, el asunto cambió en 2017 cuando el resto de directivos le obligaron a usarlo. El motivo para ellos era claro: seguridad y tiempo. Siendo Cook el CEO de una de las principales empresas del planeta, no debía arriesgar su integridad y tampoco le convenía perder un tiempo que en este ámbito empresarial es fundamental.
Imagen de portada | Montaje con fotografía de PxHere y Wikimedia Commons
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